En su nuevo ensayo , en el capítulo dedicado al pintor barcelonés, Raül Garrigasait observa: “Aquí nace el Tàpies paradigmático que hoy todos llevamos dentro”. Si extendemos esta observación a los otros protagonistas de su ensayo –Ramon Llull, Ausiàs March, Isabel de Villena, Francesc Pujols, Joan Maragall, Josep Carner, Frederic Mompou–, podríamos concluir que su ensayo intenta describir lo que los catalanes llevan dentro, definiendo su cultura, aunque no sean muy conscientes de que sus visiones y posiciones definen su carácter y su forma de estar en el mundo, enmarcando su presente.
Garrigasait, doctor en Filología Clásica, profesor en la UB y presidente de La Casa dels Clàssics, ha publicado ensayos de historia cultural como ; o , y novelas como . Su nuevo ensayo se asemeja al propósito del filósofo norteamericano Richard Rorty en su ensayo Forjar nuestro país, donde reivindica recuperar al poeta Walt Whitman para restablecer la energía, el patriotismo cívico, y aprovechar su capacidad de construir imágenes inspiradoras y, de este modo, devolver a Estados Unidos un proyecto donde vuelva a ser posible ser leales al país soñado.

Ramon Llull en un manuscrito del siglo XIV
El autor tiene un propósito parecido al de Rorty, aunque no quede explicitado, pues el lector percibe que se ha activado el deseo de restablecer la continuidad cultural del país, mucho más que relativizar, criticar o menospreciar de dónde venimos.
La propuesta de Garrigasait arranca del mismo modo que la secuencia de la película Nostalgia de Andréi Tarkovski, en la que su protagonista decide quedarse en su automóvil en lugar de ir a ver los frescos de la Madonna del Parto de Piero della Francesca; frescos que Andréi ya había visto pero que en esta ocasión se ve incapaz de volverlos a contemplar por miedo y temor de que aflore de nuevo la nostalgia, la tristeza de no volver a ver su belleza. Garrigasait, al visitar la iglesia de Sant Esteve d’Olius y encontrarla cerrada, revive en su interior el recuerdo de una visita anterior.
⁄ Su propósito es comparable al de Rorty cuando busca devolver a EE.UU. el proyecto de un país soñado
La descripción se convierte en el programa del ensayo, en el propósito de descripción de este: “En este sitio que se abre a la iglesia y el cementerio hay representada la visión que hace un siglo y medio se fijó de la historia de Catalunya y que ha dominado nuestra imaginación hasta hace cuatro días o tal vez aún la domina: una edad media pletórica y fundacional y una vida moderna que renace sobre el recuerdo de aquel pasado”. Se trata de retornar a la autenticidad, que emite la iglesia románica y el cementerio modernista, de activar la continuidad cultural, de valorar la austeridad de la piedra y la pureza del aire. Es un espacio de luz y oscuridad que evidencia la fascinación del hombre contemporáneo por romper con la modernidad que se inicia a caballo de la edad media y el renacimiento, abrazando primero la postmodernidad y ahora la metamodernidad. La iglesia es el punto de partida desde donde arranca un viaje por la Historia al encuentro de una serie de personalidades del mundo de la cultura catalana que devuelven al lector valores como la trascendencia, la fe, la religión, la tradición, la libertad, la lengua, la palabra, la tierra.
El viaje a través de lo sensible, lo que es común, se inicia con Ramon Llull, cuyas obras nos marcan el acta fundacional de la literatura catalana alrededor de 1276 en la edad media. La obra y actitud vital de Llull no se pueden separar pues sus textos llevan a la reflexión y la acción, nos sitúan ante el maravilloso hecho de que todo está conectado desde las flores hasta las constelaciones. Su obra Libro de contemplación de Dios deslumbra por su ambición pues consiste en ascender hasta cimas y descender hasta las cuotas más bajas donde las cimas conectan con laderas y viceversa. La tranquilidad, la enseñanza y la contemplación son fundamentales, pues trasmiten sabiduría y amor, porque son universales y buscan la verdad.

Joan Maragall
⁄ Joan Maragall con su civismo, en ‘Elogio a la palabra’ conecta con el romanticismo y la libertad
Ausias March “representa la emergencia del yo en la poesía catalana: un yo delimitado por las esperanzas y las angustias que nacen de su relación con las mujeres y Dios”. Isabela de Villena en su obra ofrece una perspectiva femenina de la salvación, muestra la voluntad de mostrarse más allá de la subordinación social que padecían las mujeres.
El filósofo Francesc Pujols, con su ingenio y conocimiento, nos conecta con la verdad pequeña y pragmática, elogia aquello que podemos ver y tocar. Joan Maragall con su civismo, en su discurso Elogio a la palabra conecta con el romanticismo y la libertad. Maragall señala que “cada tierra comunica a las más substanciales palabras de los hombres un sentido sentimental que no hay diccionario que lo explique ni gramática que lo enseñe”.

Antoni Tàpies en su estudio
⁄ Tápies enlaza la traducción del silencio con la austeridad y la capacidad de canalizar el patrimonio común
Josep Carner construye un poderoso artefacto poético en , una historia bíblica donde la vida del pasado busca el presente, busca al lector que encuentra en su poética una lengua renovada y clara. El músico y compositor Frederic Mompou, a través de su sonoridad, nos evoca el silencio de las ermitas, los paseos por la naturaleza, el encanto de los ruidos convertidos en sonidos mágicos.
Este recorrido se culmina con la figura del artista Antoni Tàpies. Recordemos que en el año 2013 el Museo Nacional d’Art de Catalunya dedicó al artista una gran exposición de su obra con el título Tápies. Desde el interior que conectaba con las obras de arte románico que se pueden contemplar en el museo. El círculo se cierra y Tápies conecta la traducción del silencio, la austeridad, la contención y el compromiso con la libertad y la capacidad de “canalizar el patrimonio común. Su obra L’esperit català (1971), cuatro barras de sangre sobre un estallido de oro, van por aquí: libertad, democracia, justicia social, estado constituyente, soberanía popular”. Sin proponérselo, o tal vez sí, Garrigasait ha elaborado un ensayo que para muchos lectores va a permitir seguir forjando nuestro país en un momento político donde se vuelve a debatir sobre el futuro de la lengua y la cultura catalana.
Raül Garrigasait
La roca i l’aire. Art i religió de Llull a Tàpies
Fragmenta.144 páginas.17 euros