Mientras el príncipe Enrique sigue intentando que la policía británica costee y organice su protección cuando viaje al Reino Unido, uno de sus colaboradores aseguró ayer a la prensa del país que estuvo mejor protegido durante su visita el jueves a una zona devastada de Ucrania a la que acudió para reunirse con soldados heridos en Lviv.
Tras defender en un proceso judicial en Londres esta semana que él y su familia no se sienten seguros en Gran Bretaña al perder los privilegios en cuanto a protección policial por su renuncia de sus deberes reales, una fuente del equipo del príncipe afirmó que el nivel de protección en su viaje a Ucrania fue mejor que la que recibe cuando viaja al Reino Unido.

El príncipe Enrique esta semana durante su visita a Londres.
“Puede ir a Ucrania, un país con una zona de guerra activa, porque cuenta con un sólido equipo de seguridad, del que carece en su país de origen”, afirmaron desde el gabinete del duque de Sussex. Lviv, que ha sido bombardeada por aviones, misiles y drones kamikaze rusos al menos 30 veces desde que comenzó la guerra en el 2022, ha acumulado al menos 33 civiles muertos y cientos más heridos.
Enrique salió del Reino Unido en secreto, sin informar al palacio de Buckingham, la madrugada del jueves y aterrizó en un aeropuerto no identificado al sur de Polonia, desde donde recibió escolta policial de ida y vuelta a la frontera con Ucrania. Luego, exmilitares ucranianos lo acompañaron desde la frontera al centro ucraniano de rehabilitación Superhumans, en Lviv, donde se reunió con adultos y niños heridos desde que estalló la guerra en el 2022.
Familia real británica
La seguridad de los Sussex y la normalidad de las relaciones familiares son los últimos asuntos que colean tras el Megxit
“¡Esta es mi primera visita a Ucrania y espero que no sea la última!”, declaró el príncipe sobre su inesperado viaje. “He visto muchos otros centros, pero nunca he visto uno donde todo esté bajo un mismo techo. Donde las personas pueden ser operadas y, en el mismo edificio, probarse y acostumbrarse a las prótesis antes de ser enviadas a casa. Aunque la mayoría de ellos no quieren regresar, ¡entiendo por qué quieren quedarse aquí!”, añadió.
La seguridad de los Sussex y la normalidad de las relaciones familiares son los últimos asuntos que colean tras el Megxit , en el 2020. Enrique pelea contra la decisión del Ministerio de Interior británico (Home Office) de reducir su seguridad personal financiada por los contribuyentes. Se le negó el derecho automático para él, Meghan de Sussex y los príncipes Archie y Lilibet a contar con protección estatal en el Reino Unido.

Boceto de la artista judicial Elizabeth Cook de Shaheed Fatima KC, observada por el príncipe Harry, a la izquierda, durante la audiencia en los Tribunales Reales de Justicia, en el centro de Londres.
Cuando el duque de Sussex emprendió acciones legales contra la decisión de Ravec (un comité ejecutivo para la protección de la realeza y las figuras públicas), fue en dos sentidos. Por un lado, intentó hacer valer su derecho a la protección, algo que de momento no le ha reconocido ningún tribunal. Y, por otro, si esta vía no fuese posible, quería poder realizar pagos privados de su bolsillo al Ministerio de Interior británico para que su seguridad y la de su familia siguiese a cargo de los servicios del Estado en sus visitas al Reino Unido.
En el segundo caso, la Policía Metropolitana de Londres insistió en otro proceso judicial que no son “armas de alquiler” para los ricos y famosos y alegaron que permitir a Enrique pagar por sus servicios sentaría un “precedente inaceptable”.