Ir de San Pedro (por Sant Pere de les Puel鈥es) a San Pablo (por Sant Pau del Camp) era la expresi贸n popular que indicaba ir de un extremo al otro en Barcelona. La frase se acu帽贸 a finales de la edad media para crear una via sacra en la Semana Santa barcelonesa, intentando imitar el peregrinaje romano por las sette chiese. Un recorrido que purificaba a cada uno interiormente y creaba as铆 concordia socialmente.
Hoy empieza el conclave. En t茅rminos civiles, dir铆amos que se desarrollar谩 la jornada electoral en varias vueltas, hasta sustanciar un candidato de consenso. O, al menos, uno que no sea de disenso. De ah铆 ese sistema, llamado decantazione, que intenta convertir -de forma natural- a la opci贸n m谩s votada en la opci贸n m谩s aceptada, para que sea as铆 la opci贸n m谩s acertada. Es lo que tiene llevar veinte siglos organizando conclaves.
Ha llegado la hora de la verdad. El pasado lunes fue el d铆a clave. Por fin los cardenales actuaron colegialmente, hablando m谩s all谩 de sus procedencias geogr谩ficas o grupos de afinidades. Pensaron finalmente sub specie aeternitatis (no olviden a san Agust铆n estos d铆as), en el bien de la Iglesia en su conjunto y no en sus preferencias y opiniones. Ser谩n juzgados por la historia, no por los medios de comunicaci贸n.
Fumata negra tras la tercera votaci贸n de los cardenales en el c贸nclave que llev贸 a la elecci贸n del papa Francisco en 2013听
Como dir铆an los gitanos, maestros en intuici贸n, desde el lunes 鈥測a est谩 todo el pescado vendido鈥�. No les faltar铆a raz贸n, doblemente. En primer lugar, porque hay siete claros nombres que todos perciben como candidatos, entre ellos un espa帽ol (con sabor de mar). En segundo lugar, porque hoy se elige al sucesor de san Pedro, primer obispo de Roma, pescador al que ense帽aron que ir mar adentro garantiza llenar las redes.
Tal fue el consenso del lunes que el colegio cardenalicio, por primera vez en su historia, fue capaz de hacer p煤blico un comunicado conjunto antes del inicio del c贸nclave pidiendo por la paz. Tal como la concibe la Iglesia, la paz exterior es s贸lo posible tras la paz interior, y esa a su vez est谩 vinculada a la justicia (鈥渦na paz justa鈥�, lo que descabalga a cierto papable italiano).
Todo lo contrario que el comunicado conjunto del pasado d铆a 30, cuando ped铆an docilidad a la acci贸n del Esp铆ritu Santo, diciendo 鈥渆s a 脡l a quien debemos escuchar鈥�, para lo cual detallaban el medio: la humildad. En el encriptado lenguaje vaticano, eso significa que efectivamente que la han alcanzado. Ahora ya hay serenidad para elegir sin m谩s preferencias que las del bien com煤n de la Iglesia.
Una pareja de Carabinieri frente a la bas铆lica de San Pedro听
Hoy, en la misa pro eligendo pontifice, el cardenal Re, decano del colegio cardenalicio, pedir谩 que los egos ya desterrados se abran a la voluntad de Dios para su Iglesia. Har谩 pues la motivaci贸n final a los asistentes, quienes desde ayer ya residen en la casa de Santa Marta. Y entrar谩n en la Capilla Sixtina invocando finalmente a santa Mar铆a, en su advocaci贸n de auxiliadora de los cristianos. Otro gui帽o hacia otro de los papables.
Finalmente ha prevalecido la cordura. Las reformas emprendidas por el papa Francisco no tienen ya vuelta atr谩s, pero necesitan ser consolidadas y armonizadas. El discernimiento no estaba en las categor铆as pol铆ticas de derecha e izquierda sino de autenticidad, credibilidad, compromiso, trascendencia. Desde Am茅rica del norte a Asia del sur, como dos de los papables.
Multitud de turistas, peregrinos y religiosos acudido a Roma para vivir en directo la elecci贸n del pont铆fice听听
Leer los signos de los tiempos para inculturar el mensaje evang茅lico y poner en el centro a las personas, especialmente las necesitadas de ayuda de cualquier tipo. El cardenal Omella lo ha dejado claro en su mensaje antes del c贸nclave: 鈥渆l objetivo es ser profundamente fieles al Evangelio. No podemos dejar de ser una Iglesia en salida, misionera y que se acerque a los alejados鈥�, incluso si est谩 el Mediterr谩neo por en medio, a caballo del cual vive otro de los papables.
Y para eso hace falta una actitud proactiva. La Iglesia encuentra su fortaleza en la acci贸n, no en la reacci贸n. Es la instituci贸n m谩s antigua del mundo y m谩s extendida por 茅l, que entiende la unidad sin uniformidad. Es una realidad bimilenaria que lleva esperanza en nombre de Dios. 鈥淪贸lo el amor es digno de fe鈥�, dijo un te贸logo alem谩n.
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Dice la tradici贸n que en la bas铆lica donde ya yace el papa Francisco nev贸 un mes de agosto. Y dice la actualidad que en muy breve espacio habr谩 un humo igual de blanco saliendo por la chimenea de la Capilla Sixtina. De los siete papables que hemos descrito s贸lo puede quedar uno: el aceptado por los cat贸licos como aquel 鈥渜ue viene en nombre del Se帽or鈥�.