Burgos es uno de los enclaves históricos que jalonan el camino de Santiago. Su imponente catedral gótica es uno de los lugares estelares de la ruta jacobea. La ciudad ofrece al visitante un conjunto de monumentos que son testigo de su larga influencia en España, además de una rica actividad cultural y una gastronomía variada y contundente.
Todo el casco antiguo es reflejo de la evolución de la ciudad, con sus calles serpenteantes que se combinan con las amplias avenidas de los ensanches posteriores, y todos alrededor de la plaza Mayor, donde se concentra la actividad social. Iglesias románicas y góticas, palacios renacentistas, mansiones, esculturas y restos de murallas permiten pasear con la vista llena de alicientes.
La construcción de la catedral empezó en 1221 siguiendo los patrones de la construcción del gótico francés
En la edad media, se convirtió en uno de los lugares de paso del camino de Santiago. Y, como en las otras ciudades por las que pasa, este factor se convirtió en determinante en su evolución. Edificios que fueron hospitales y albergues para los peregrinos que caminaban con su capa y sus sencillos zapatos de piel de oveja ahora son museos, centros de interpretación o incluso hoteles.
Catedral gótica

Catedral de Burgos
Las agujas de la catedral de Burgos dominan casi cualquier vista de la ciudad. Allí acude el peregrino a que le marquen la credencial, codo con codo con los turistas y los locales. Hay diversos momentos de la semana en que la entrada al templo es gratis, con lo que se forman largas colas de acceso para admirar esta joya gótica. Cada año pasan por esta maravilla, declarada patrimonio de la humanidad en 1984, casi 400.000 visitantes.
La construcción de la catedral empezó en 1221 siguiendo los patrones de la construcción del gótico francés. En los siguientes siglos hubo muchas modificaciones que fueron añadiendo grandiosidad al conjunto, como las agujas de la fachada principal, el cimborrio del crucero o la capilla del Condestable.

Interior de la catedral gótica de Burgos, declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco
La escalera dorada, inspirada en el renacimiento italiano, y la capilla de Santa Ana, con un retablo que es considerado una de las obras cumbres de la escultura tardogótica europea, son otros de los elementos principales. En la nave central, a los pies del espectacular cimborrio, se encuentran las tumbas del Cid Campeador y de su esposa Jimena. Y como atractivo muy popular, el reloj del Papamoscas, un autómata que toca las campanas cada hora mientas abre la boca.
Retablo en piedra
Cuando el visitante abandona la catedral, con las pupilas llenas de la majestuosidad y riqueza de los interiores y exteriores del templo, puede decantarse por una experiencia más íntima y entrar en la iglesia de San Nicolás de Bari. Se encuentra justo frente a la fachada principal de la catedral.
Fue levantada en 1408 sobre otro templo románico, y está presidida por uno de los retablos más impresionantes y monumentales del renacimiento castellano, realizado en el siglo XV enteramente en piedra caliza, en vez de madera, como era habitual. Como contraposición a las vidrieras luminosas y coloridas de la catedral, San Nicolás de Bari ofrece una experiencia más sobria y de recogimiento. La iglesia está situada en la que durante la edad media era la calle mayor de la ciudad, lugar de paso hacia la catedral y a los distintos albergues para los peregrinos.
El río y sus puentes
El río Arlanzón cruza la Burgos regalándole una atmosfera melancólica. Diversos puentes monumentales cruzan el curso de sus aguas uniendo las dos partes de la ciudad. El puente de San Pablo conecta la parte sur con la plaza del Cid, donde se alza la estatua dedicada al Cid Campeador subido a su caballo, uno de los monumentos más fotografiados de la localidad. El puente está también adornado con diferentes esculturas relacionadas con la vida del Cid.

Plaza del Cid, donde se encuentra la famosa estatua ecuestre
Pero sin duda uno de los rincones más emblemáticos es el arco de Santa María. Es una de las antiguas puertas de acceso a la ciudad en la edad media, reconstruida como arco en honor a Carlos I de España. Su carácter monumental y su rica decoración la convierte en objetivo de los fotógrafos, aunque dista mucho de ser un lugar muerto. Por ese arco cruzan miles de personas diariamente que llegan del puente de santa María y se dirigen a la plaza del Rey San Fernando donde encontramos la catedral.
El arco de Santa María era parte de la muralla, que tenía 12 puertas y más de 90 torres, con una longitud de casi cuatro kilómetros. Actualmente, solo quedan algunos fragmentos, ya que desapareció con el ensanche de la ciudad durante los siglos XIX y XX.
Uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad es el arco de Santa María
Protegido por las murallas y dominando Burgos se encontraba el castillo, del que se conservan partes que hoy son visitables. Su colina se transformó en un parque para uso público, con zonas naturales protegidas y diversos equipamientos de ocio. Sin embargo, lo más destacable es el mirador que se encuentra en lo alto de la fortaleza, con una vista espectacular de toda la urbe y su centro histórico.
Paseo y gastronomía
Desde el arco de Santa María, y paralelo al río, surge el paseo del Espolón, una vía arbolada muy transitada por los locales, donde encuentran a sus amigos y se toman una cerveza o un helado. Esculturas, templetes, estanques, fuentes y árboles centenarios forman el escenario ideal para descansar.

El arco de Santa María es una de las antiguas doce puertas de acceso a la ciudad en la edad media
También en esta zona, y en las callejuelas del centro histórico, están algunos de los mejores restaurantes y bares de tapas de Burgos. Los encontramos especialmente cerca de la plaza Mayor, en la calle San Lorenzo o Sombrerería. Aquí hay que probar la tortilla de patatas.
De su gastronomía, destacan los platos de carne, como el cordero, y legumbres, así como la morcilla y el queso de Burgos. La sopa castellana, la sopa burgalesa y la contundente olla podrida, elaborada con alubias, morcilla, chorizo, costilla, panceta y otros productos del cerdo. Un festival de calorías que, sin embargo, entra muy bien en los días fríos de la meseta.

La morcilla y el queso, dos exponentes de la gastronomía burgalesa
La nobleza castellana
El monasterio cisterciense de Santa María la Real de las Huelgas es otro de los lugares destacados. Concebido como panteón real y retiro de las mujeres de la aristocracia, llegó a acumular un inmenso patrimonio y numerosos privilegios. En él están enterrados buena parte de los nobleza y la realeza castellana. También alberga el museo de telas medievales, donde se puede admirar el pendón de las Navas de Tolosa, trofeo arrebatado a los árabes en la batalla homónima, considerado el mejor tapiz almohade que se conserva.
La cartuja de Miraflores, por su parte, es un conjunto monástico que se levanta a unos tres kilómetros del centro, donde están enterrados los padres de Isabel la Católica. En su construcción participaron algunos de los principales escultores, pintores y arquitectos de la época, como Berruguete, convirtiéndose en uno de los conjuntos más destacados dentro del arte gótico de finales del siglo XV. En 2010, se realizaron trabajos de restauración y ahora contienen un interesante museo con obras del monasterio.

Cartuja de Miraflores, en Burgos
La evolución humana
Pero no todo van a ser piedras medievales. Un moderno edificio, obra del arquitecto Juan Navarro Baldeweg, alberga un museo con obras, eso sí, aún más antiguas que las fachadas que lo rodean. El Museo de la Evolución Humana muestra los fósiles originales de los homínidos hallados en la sierra de Atapuerca. El centro exhibe desde los restos delHomo antecessor, una especie cuya existencia se retrotrae a cerca de un millón de años, hasta los numerosos hallazgos de especies preneandertales.
Las estrellas de esta exposición permanente son la pelvis Elvis, el cráneo delHomo heidelbergensis Miguelón, y una réplica del Beagle en el que Darwin realizó su expedición a las Ҳá貹Dz y que le condujo a formular la teoría de la evolución.
En el Museo de la Evolución Humana se exhiben restos del 'Homo antecessor' de cerca de un millón de años
Si se quiere profundizar aún más sobre el tema, el museo pone a disposición una visita guiada al mismo yacimiento arqueológico de Atapuerca, a 20 minutos de la ciudad y al Centro de Arqueología Experimental (CAREX). La gran trascendencia de los hallazgos descubiertos les valió el reconocimiento, en el año 2000, como sitio patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Al haber sido desde siempre una encrucijada de caminos, desde las oficinas de turismo de Burgos se ofrecen itinerarios culturales centrados en diferentes épocas de la ciudad, como la Ruta del camino de Santiago, el Camino del Cid, la Ruta de la Lana o la Ruta de Carlos V.