Ant贸nio Costa estren贸 su primer viaje oficial a Espa帽a como presidente del Consejo Europeo con una visita a Barcelona para participar en el Cercle d鈥橢conomia. Es reconfortante que un cargo tan influyente como el suyo est茅 en manos de un pol铆tico que ha tenido la experiencia de ser alcalde 鈥搇o fue de Lisboa entre el 2007 y el 2015鈥�, tres veces ministro 鈥揹e Asuntos Parlamentarios, Justicia e Interior鈥� y tambi茅n primer ministro de Portugal 鈥揹esde el 2015 hasta el 2024鈥�. Su controvertida dimisi贸n como jefe de gobierno portugu茅s por una investigaci贸n muy discutida de la Fiscal铆a lusa le ha dado la oportunidad de dedicarse ahora a la pol铆tica europea.
La v铆spera de que Pedro S谩nchez present茅 hoy su plan de Seguridad y Defensa en el Congreso, Costa fue muy contundente ayer al abogar por 鈥渓a autonom铆a estrat茅gica de Europa鈥�, que, en su opini贸n, 鈥渆s la mejor manera de fortalecer la relaci贸n transatl谩ntica鈥� con Estados Unidos. La clave de su discurso, que debe ser tenido en cuenta, es que 鈥渕谩s que hacer 27 rearmes, hay que hacer un rearme colectivo鈥�. Esta es la clave para la defensa, pero tambi茅n, para otras muchas decisiones que va a tomar Europa en los pr贸ximos meses. Se trata de crecer colectivamente y no cada pa铆s por su lado. 驴Tiene sentido que cada Estado europeo invierta m谩s a su ritmo sin coordinarse con el resto de los Veintisiete? No parece lo m谩s l贸gico, pero es lo que puede suceder.
Costa no lo dijo ayer, pero en otras ocasiones ha repetido el mantra de que no se trata de un tema econ贸mico, de 鈥渃u谩nto鈥� se ha de invertir, sino precisamente de 鈥渄贸nde鈥� y 鈥渃贸mo鈥� se ha de destinar todo este dinero. El pol铆tico portugu茅s se felicit贸 por que Espa帽a eleve el gasto en defensa al 2% de su PIB y compr贸 el concepto m谩s amplio que defiende S谩nchez de invertir en ciberseguridad. 鈥淣o se trata solo de armarse y comprar tanques鈥�, defendi贸.
Defini贸 el momento que vive Europa con un s铆mil con el templo barcelon茅s de la Sagrada Fam铆lia: 鈥淨uiz谩s sea un poco as铆: un proyecto enorme, descabellado, idealista y de dimensiones hist贸ricas鈥�. La diferencia es que la bas铆lica tiene un plan claro de obras y de ejecuci贸n. Los responsables de la UE deber铆an pasar de las buenas palabras a los hechos.
