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Guialmons, ventana de la Conca de Barberà

Las Fotos de los Lectores

Su pasado se remonta al siglo XI y sus elementos arquitectónicos más importantes son el castillo y la iglesi

Ampliar Desde Guialmoms se abre una ventana al paisaje de la Conca de Barberà, al fondo la montaña de Montclar.

Desde Guialmoms se abre una ventana al paisaje de la Conca de Barberà, al fondo la montaña de Montclar.

Àngela Llop

* Los autores forman parte de la comunidad de lectores de bet365

Guialmons es una aldea situada en el extremo septentrional de la Conca de Barberà, entre Santa Coloma de Queralt y Les Piles, anexionada a este último municipio.

El núcleo se sitúa en una meseta de 700 metros y en medio de campos de cultivo, principalmente cereales, que evidencian ya unas características propias de la subcomarca de la Baixa Segarra. Históricamente, Guialmons fue construido probablemente en la segunda mitad del siglo XI, ya que la primera noticia documental data del año 1080, cuando se cita como una de las afrontaciones del castillo de Rauric en la donación que hace Guillermo Bernat de Queralt a su esposa Ermesenda.

La vinculación del linaje de los Gurb-Queralt en el territorio hace pensar que Guialmons, junto con Sant Gallard, fuera aprisiado desde el castillo de Queralt en tiempos de dicho Guillem Bernat (1055-1083). Más tarde, en 1380, Bernat de Boixadors y de Timor compró toda la jurisdicción del término y castillo de Guialmons.

Los elementos arquitectónicos más importantes son el castillo y la iglesia de Santa Maria. El castillo, claramente visible en su emplazamiento en la parte más elevada de la población, justo detrás de la iglesia de Santa Maria, se documenta por primera vez en 1132, cuando Alaric de Timor lo cedió a su hijo Ramón.

Ampliar Paisaje de niebla en los alrededores de Guialmons.

Paisaje de niebla en los alrededores de Guialmons.

Àngela Llop

En cuanto a su estado actual, pese a estar protegido como Bien Cultural de Interés Nacional, el castillo como espacio constructivo con entidad desde el siglo XII ha perdido por completo su fisonomía y sus restos, delimitados por un recinto amurallado, se encuentran en proceso de derribo y cubiertas por la vegetación, lo que dificulta su construcción y su construcción.

El castillo es visible en su emplazamiento en la parte más elevada de la población, justo detrás de la iglesia de Santa Maria

Por lo que respecta a la iglesia de Santa María de Guialmons, es del siglo XII y consta de un edificio de una sola nave con cabecera plana a levante y sin diferenciación interior de la zona presbiteral. Este templo siempre fue sufragario de la iglesia de Figuerola. Como elemento de protección, dispone de la calidad de Bien Cultural de Interés Local y está en buen estado de conservación.

En los fogajes de mitad del siglo XIV, Guialmons aparece como una pequeña aldea al abrigo de su castillo en la que vivían catorce familias. A finales del siglo XV, el núcleo acogía a doce familias y pertenecía a Bernat Guerau de Boixadors, tal y como documenta el fogaje de 1496.

Posteriormente, la propiedad de Guialmons pasó a los condes de Savallà, descendientes de Els Boixadors, que mantuvieron su señoría hasta su extinción en el siglo XIX. A mediados del siglo XX, Guialmons seguía siendo una pequeña aldea con sólo seis casas y una treintena de vecinos, población que se ha mantenido estable entre los treinta y cuarenta habitantes a lo largo de las últimas dos décadas. Sin embargo, en los últimos dos años la población ha tendido a disminuir, alcanzando los treinta habitantes (INE, 2021), el número poblacional más bajo del presente siglo.

Por lo que respecta al estado actual del núcleo, las casas de Guialmons, y el pueblo en su conjunto, han experimentado un importante proceso de restauración. Sin embargo, todavía se encuentran casas abandonadas y derribadas, que contrastan claramente con las importantes tareas de arreglo que se han llevado a cabo, sobre todo en el acceso a la iglesia.

Por lo que respecta a los servicios, el núcleo cuenta con una casa rural. Así pues, no se puede prever que quede despoblado por completo, y la proximidad a núcleos como Santa Coloma de Queralt puede jugar a favor.

Sin embargo, como propuesta e igual que en otros núcleos, haría falta una mayor inversión turística en materia de señalización de los principales elementos de interés del núcleo y también más actividades destinadas a dar a conocer el pueblo.

Santa Maria de Guialmons

Ampliar La iglesia de Santa Maria de Guialmons se accede a través de una escalinata.

La iglesia de Santa Maria de Guialmons se accede a través de una escalinata.

Àngela Llop

La iglesia de Santa Maria de Guialmons se ubica en la parte más alta de la población, junto a los restos del castillo. Situada a unos 3 km tanto de Santa Coloma de Queralt como de Les Piles, municipio este último al que pertenece, se accede a ella por la carretera C-241d / C-37, entre cuyos kilómetros 23 y 24 se encuentra el desvío que lleva a Guialmons.

Pese a la existencia de noticias sobre el lugar de Guialmons ya desde 1080, y referencias del castillo desde la primera mitad del siglo XI, la iglesia de Santa Maria no realiza su aparición documental hasta el año 1300.

Esta ausencia de noticias hasta fecha tardía puede deberse a la poca entidad que tuvo el lugar, cuya iglesia, vinculada hasta hace muy pocos años a la diócesis de Vic, que en 1957 fue transferida a la archidiócesis tarraconense, debió de depender de la parroquia de Santa Coloma de Queralt.

Santa Maria de Guialmons presenta una única nave rematada en una cabecera de testero recto orientada hacia el Sureste. Ningún elemento de separación segregaba en origen el presbiterio de la nave, pero en época moderna se dotó al sector presbiteral de una falsa bóveda de ladrillo que lo diferencia del resto del templo. También fueron añadidas a la nave en un momento posterior a la construcción original dos diminutas capillas laterales. El aparejo utilizado es un sillarejo bien escuadrado dispuesto en hiladas regulares de distintos tamaños.

El interior del templo está cubierto (excepto en la zona presbiteral que, como ya se ha comentado, se cubre con una falsa bóveda de crucería de ladrillo y escayola) por una bóveda de cañón ligeramente apuntado, que en los pies de la nave nace de una imposta exenta de decoración. Los soportes de la mesa del altar consisten en cuatro columnas dobles que podrían proceder de alguna abertura del edificio. Su moldeado es idéntico al de las columnas de la ventana de la fachada sur que se han descrito.

El perímetro originario del edificio se ha conservado en gran parte. Únicamente se ha cortado el muro en dos zonas para ganar un pequeño espacio, en el que se han colocado dos capillas. Éstas se abren en la zona inmediatamente anterior al presbiterio, marcando una especie de transepto. El aparato constructivo es de sillería regular cortado con escuda y colocado de manera isófona, no se ven marcas de cantero.

Ampliar Fachada de la iglesia de Santa Maria.

Fachada de la iglesia de Santa Maria.

Àngela Llop

La puerta original, de arco de medio punto adovelado sin más ornamentación que una moldura a modo de guardapolvos que recorre el arco, se abría en la fachada meridional del templo (que ejerce de fachada principal) y fue cegada cuando se adosó la rectoría a esta zona del templo; recuerda a otras portadas de la zona, como las de las iglesias de Figuerola, Sant Vicenç d’Aguiló o Sant Jaume de Montargull.

La puerta actual es de época posterior (siglo XVII) y está situada en la misma fachada, que acoge también una ventana de doble derrame dotada de un arco de medio punto adovelado protegido por un guardapolvos acanelado, que cobija a su vez una arquivolta abocelada que reposa en dos capiteles lisos sobre sendas columnillas laterales.

En esta misma fachada está abierta una ventana de medio punto, también adovelada; es de doble derrame, y el capi-alto exterior se consigue mediante una arquivolta semicircular que arranca de dos capiteles lisos situados a ambos lados de la abertura, los cuales apoyan sobre dos columnas semicirculares; una imposta, con un rebaje central, recorre todo lo alto por encima de los dos capiteles.

Ampliar Restos del castillo de Guialmons.

Restos del castillo de Guialmons.

Àngela Llop

Este rebaje es muy similar al que aparece en la imposta de la puerta de “los hombres” de la iglesia parroquial de Forès. La función de estas dos columnas es, evidentemente, más ornamental que estructural.

En el interior del templo son asimismo destacables los soportes de la mesa del altar, formados por cuatro columnillas dobles que pudieron, en otro tiempo, formar parte de alguna ventana similar a la de fachada, hoy en día no conservada; y la pila bautismal de piedra picada, exenta de toda decoración.

A pesar de lo tardío de las menciones documentales que hacen alusión a esta iglesia de Santa Maria de Guialmons, teniendo en cuenta que el castillo de Guialmons debió de levantarse en la primera mitad del siglo XI, coincidiendo con la repoblación del lugar, puede suponerse razonablemente que la iglesia fuera construida poco tiempo después, a más tardar en la segunda mitad del siglo XI.

En este sentido, existen autores que afirman que tanto la iglesia de Sant Salvador de Figuerola como la de Sant Miquel de Forès se pueden relacionar cronológicamente con Santa Maria de Guialmons.

Ampliar Guialmons con vistas a la parte lateral de la iglesia de Santa Maria.

Guialmons con vistas a la parte lateral de la iglesia de Santa Maria.

Àngela Llop

Evolución de la población en el siglo XVII

Explicado “grosso modo”, el sistema de reconstrucción de familias pasa por recoger en una salida matrimonial los principales acontecimientos de la vida de una pareja: la fecha del enlace, el nombre de los contrayentes y de sus padres, su residencia y estado matrimonial en el momento de la boda, la serie de hijos que bautizaron, con sus nombres y fecha de ceremonia y la de defunción de los mismos. Es, ni más ni menos, que hacer un árbol genealógico de todas las estirpes de una población determinada.En este caso, de Guialmons.

Una vez realizados los cálculos pertinentes, podemos establecer datos muy importantes de cara a configurar aspectos imprescindibles para el correcto conocimiento de la demografía de las comunidades de Antiguo Régimen.

Sin embargo, conviene tener presente que los resultados pueden ser ofrecidos con una brevedad que contrasta con la lentitud que tiene su obtención. En cuanto al componente de la nupcialidad, sabemos que en el último tercio del siglo XVI 18 mujeres casaron a una edad media cercana a los 19 años -18,9-. En el siglo XVII, el retraso de la mujer en la edad en el matrimonio fue perceptible: 62 casos permiten calcular una media de 21 años. Para los hombres, sólo retenemos datos relativos al siglo XVII: 28 casos aportan una media de cerca de 29 años -28,9-.

No nos resulta desconocido que las mujeres del pueblo tenían su último hijo a una media de 39 años medio, que habían librado una media de 6,5 por familia completa y que la vida en pareja había durado cerca de 19 años.

Mientras que las mujeres casadas con menos de 19 años de edad habían esperado casi 3 años a tener su primer hijo 33 meses, las que habían esposado entre 20 y 24 sólo habían tardado 21 meses en librar y las casadas entre 25 y 29 años no llegaban al año entre casar y el primer parto.

Ampliar El pueblo de Giaulmons.

El pueblo de Giaulmons.

Àngela Llop

Además de la aportación de estos datos, por otra parte suficientemente importantes, la migración del poblamiento de Les Piles no consiente en trabajar con un número de muestras suficientemente ancho. Retenemos, eso sí, que el porcentaje de “hijos de fortuna” hijos ilegítimos y/o abandonados fue del 1,06 -7 sobre 661- y que más de una cuarta parte de los niños nacidos en el período 1641-1705 no llegaron a adolescentes, la “ratio” del período es 287,6.

Todo ello, los datos referentes a los cálculos empleados en la reconstitución de familias de Guialmons en el siglo XVII, se pueden inscribir perfectamente en el marco de evolución global de la zona alto-Gaia en aquella centuria, según tenemos estudiado en nuestra tesis doctoral y en la familia moderna en la Conca de Barberà.

Tradicionalmente, las comunidades campesinas modernas habían sido consideradas como lugares donde los comportamientos endogámicos estaban a la orden del día y donde movilidad poblacional era muy escasa. Un vaciado exhaustivo de los libros de matrimonios de cualquiera de ellas no consiente en que perseveremos en esta creencia.

Todos los pueblos de la Catalunya moderna velan renovar una parte de su poblamiento mediante la llegada de individuos de fuera de la parroquia que se esposaban en el pueblo y, más importante y definitivo, tenían hijos. Fundaban, así, un nuevo hogar o bien ensanchaban uno existente.

Sin embargo, un cierto número de individuos que se casaba en Guialmons sólo lo hacía obedeciendo a la vieja costumbre de esposarse en el pueblo de donde era natural o donde residía la novia. Si después del matrimonio los cónyuges pasaban a residir en otro sitio, preferentemente el pueblo del marido, la aportación a la demografía de la localidad no sólo era nula sino que resultaba negativa, puesto que una doncella la había tenido que abandonar.

Hechas estas consideraciones previas, conviene que nos adentramos en el análisis del factor de la inmigración vía matrimonio en Guialmons entre 1566 y el 1704, años para los que tenemos al alcance la información de los sacramentarios. Entre ambas fechas fueron celebrados un total de 176 enlaces.

Ampliar Paisaje primavera de Guialmons.

Paisaje primavera de Guialmons.

Àngela Llop
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