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Inés Morend, especialista en medicina interna y en longevidad: “Es posible llegar a los 90 con una calidad de vida cerebral y física inédita en la historia”

Longevity

Morend, una apasionada del estudio de la nueva longevidad, da las pautas básicas sobre buenos hábitos para envejecer con salud

“Probablemente lleguemos a los 85 o 90 años, con una calidad de vida cerebral y física inigualable e inédita en la historia de la humanidad”, según esta doctora especialista en longevidad.

Cedida - istock

Los 70 son los nuevos 60, dicen. Y no es un mero eslogan. Diversas investigaciones que estudian cómo envejecen las generaciones actuales en comparación con las que las antecedieron muestran mejoras significativas. No es casualidad que la , concepto al que nos hemos familiarizado, tanto como a los de generación silver o nueva longevidad.

Los factores que inciden son múltiples y van desde cuestiones que hoy consideramos básicas, como mayor saneamiento y acceso a agua potable, por ejemplo, pasando por más educación y avances médicos (vacunas, fármacos, estudios de tamizaje, procedimientos).Pero no todo es color de rosa. Junto a esos avances crece con prisa y sin pausa la epidemia de obesidad y sedentarismo, asociadas a factores de riesgo que no solo atentan contra la expectativa de superar el promedio de vida actual, sino que incrementan la cantidad de años transcurridos con problemas de salud.

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Según la médica Inés Morend, una apasionada del estudio de la nueva longevidad, las generaciones que nacieron a partir de la década del 60 tienen grandes posibilidades de llegar a edades muy avanzadas en condiciones óptimas. “Es la primera generación en la historia que pasó por cosas increíbles y novedosas. Y que no está pensando en jubilarse y quedarse en el banquito, ni que le traigan los nietos a cuidarlos, como fueron nuestros abuelos”, plantea Morend, especialista en medicina interna y terapia intensiva.

“Es una generación que pasó por el rock, vivió los Beatles, la guerra de Vietnam, la música disco, la epidemia de SIDA. Todos aprendimos a escribir en máquinas que escribir, algunos taquigrafía. Tuvimos que aprender a trabajar en el ordenador, a mandar correos electrónicos, a usar el teléfono móvil. Somos una generación con una plasticidad cerebral, que hace pensar que a partir de los 50 años, si nos cuidamos y sostenemos procesos de salud, probablemente lleguemos a los 85 o 90 años, con una calidad de vida cerebral y física inigualable e inédita en la historia de la humanidad”, amplía.

Probablemente lleguemos a los 85 o 90 años, con una calidad de vida cerebral y física inigualable e inédita en la historia de la humanidad

Inés MorendEspecialista en medicina interna y en longevidad

¿Y cómo se relaciona todo ese potencial con la amenaza que implica el avance de factores de riesgo (obesidad, sedentarismo, diabetes, hipertensión, colesterol alto), que aparecen cada vez a edades más tempranas?

Sí, es algo que está pasando en todo el mundo occidental y en las grandes ciudades de Oriente, sobre todo en los últimos 30 años. Estos avances, la mayor mecanización, se asocian a que en la actualidad la mayoría de las personas pasamos a vivir en ciudades. Usamos autos, medios de transporte, dejamos de caminar, estamos más tiempo quietos.El sedentarismo se combina con un mayor consumo de comida procesada: hemos dejado de elaborar nuestras comidas para utilizar aceleradores, productos que hacen más ricas las cosas, más refinadas, azucaradas, que han propiciado un estado inflamatorio en el organismo.

Y empezamos a tener panza, hombres y mujeres. Y menciono la panza porque es algo fácil de ver. Al caminar por la calle, vemos personas de 40-45 años en cualquier ciudad occidental y se ve que la mayoría tiene panza. Esa panza es, en realidad, un tejido hormonal. Ese tejido hormonal fabrica sustancias en la sangre que de a poco va enfermando a todo el sistema vascular. Y el sistema vascular, o sea nuestras arterias, definen nuestra edad. Ya lo dijo ᾱóٱ 400 años antes de Cristo: tenemos la edad de nuestras arterias.

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¿Cómo se relaciona la inflamación con la enfermedad arterial y el envejecimiento?

La enfermedad arterial acarrea enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial, infarto, enfermedades de miocardio, accidente cerebrovascular (ACV), e incluso antes del ACV lo que ocurre es que se tapan las pequeñísimas arterias del cerebro con depósitos de grasa y sustancias químicas y provoca los llamados infartos cerebrales que, con el paso del tiempo, y con todos los factores de riesgo, son claros inductores de deterioro cognitivo.

La medicina basada en la evidencia ha demostrado claramente que un estado inflamatorio en el organismo altera todo el sistema vascular y el sistema cerebral.El cerebro está separado del cuerpo por un tejido que se llama barrera hematoencefálica, que es un filtro que se altera con los factores inflamatorios asociados a la obesidad y al sedentarismo, que a su vez alteran otro filtro, el intestino, que es el gran filtro de todo lo que comemos. Es como si tuviéramos un filtro de tela y lo vamos gastando, entonces después ingresan al organismo cada vez más sustancias, y esas sustancias son las que nos envejecen.

Por eso la longevidad no es cronológica, es biológica, uno puede tener 40 años y aparentar 60, o por el contrario, puede tener 60 y aparentar 50. En eso inciden la dedicación que le ponga cada uno y la dedicación de los médicos de cabecera para que las personas comprendan la importancia de que cuidarnos no es solamente ver si tenemos cáncer de mama o de próstata. El deseo de todos es llegar a la edad que nos toque, pero independientes, autónomos, lúcidos, con capacidades cognitivas y de desplazamiento.

Un estado inflamatorio en el organismo altera todo el sistema vascular y el sistema cerebral

Inés MorendEspecialista en medicina interna y en longevidad
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¿Cumpliendo con todo eso es posible retrasar el reloj biológico?

Creo que es ambicioso lo de retrasar el reloj biológico, pero lo que sí está demostrado es que todos esos procesos generan autonomía, calidad de vida, disminuyen las caídas, mejoran la masa ósea, la cognición.Hay un trabajo muy interesante en personas de 70 años que no habían hecho nada de lo que hablamos y lo empezaron a hacer, y lo midieron al año y a los dos años, y lograron resultados fabulosos.

Por eso es fundamental sostener en el tiempo. Es un cambio en el estilo de vida. Caminar podemos caminar todos, por ejemplo. Y es una herramienta muy poderosa. Suelo preguntarle a los pacientes “¿cuánto tiempo perdiste al día mirando el teléfono? ¿Sacaste la cuenta?”. No hay nadie que pierda menos de una hora. Si usaras esa hora para caminar, ¡mira todo lo que conseguirías!

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