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Nuevos datos indican que la energía oscura que expande el universo se está frenando

Revolución cosmológica

El descubrimiento, basado en observaciones de 15 millones de galaxias, puede revolucionar la comprensión del universo, ya que la teoría actual presupone que la energía oscura no cambia con el tiempo

Nuevos datos indican que la energía oscura que expande el universo se está frenando
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Así es el mapa de galaxias en constante crecimiento

La colaboración internacional , un ambicioso proyecto que tiene por objetivo estudiar la evolución del universo en los últimos 11.000 millones de años y que cuenta con una destacada participación de centros de investigación españoles, acaba de publicar los de sus tres primeros años de servicio. Se trata de un enorme conjunto de observaciones, compuesto por cerca de 15 millones de galaxias, en lo que se considera el mapa 3-D más extenso del cosmos jamás creado.

Y las conclusiones más relevantes que se desprenden del estudio parecen confirmar el inesperado hallazgo al que ya apuntaban los científicos de DESI cuando analizaron los obtenidos después de tan sólo un año de operaciones: la energía oscura, la misteriosa fuerza que impulsa la expansión acelerada del universo, podría variar con el tiempo. En caso de confirmarse, ello obligaría a replantear el , en el cuál la energía oscura se comporta como una constante.

La energía oscura

Cuando, a principios del siglo XX, Albert Einstein creó su teoría de la relatividad general, las ecuaciones que obtuvo predecían que el universo debía estar expandiéndose. Se trataba de un hecho tan extraordinario e inesperado (por aquel entonces se creía que el cosmos era estático) que el genio alemán dudó sobre la validez de la predicción. Sin embargo, poco después, Edwin Hubble descubrió experimentalmente que, en efecto, el universo se expandía, lo que implicaba que el cosmos debía haber tenido un origen en el tiempo, un momento cero. Nacía, así, el modelo del Big Bang.

La energía oscura, responsable de la expansión acelerada del espacio, domina la composición del universo

La energía oscura, responsable de la expansión acelerada del espacio, domina la composición del universo

Adaptado de NASA

Durante las décadas posteriores, se fueron acumulando progresivamente más evidencias de la existencia del Big Bang y de la expansión del espacio. Hasta que llegó la sorpresa: a finales del siglo XX, se descubrió que el universo no sólo se expande, sino que lo hace de forma acelerada, cada vez más deprisa. La fuerza responsable de este comportamiento expansionista se denominó energía oscura, un componente del cosmos que es desconocido en cuanto a su naturaleza y que representa uno de los grandes misterios de la astronomía actual.

El modelo estándar

A partir de las observaciones y estudios realizados durante casi un siglo, la ciencia ha adoptado un modelo cosmológico que se denomina estándar y que consigue explicar con gran éxito todo aquello que observamos en el universo. En este esquema, la energía oscura, de la cuál seguimos sin conocer exactamente su composición, se comporta como una constante. Es decir, el modelo estándar se basa en que la densidad de esta energía no varía con el tiempo ni con la propia expansión del espacio.

En el modelo cosmológico estándar, el universo actual se expande aceleradamente impulsado por una energía, que llamamos oscura, que se comporta como una constante

En el modelo cosmológico estándar, el universo actual se expande aceleradamente impulsado por una energía, que llamamos oscura, que se comporta como una constante

NASA

Sin embargo, en los últimos años se han hallado indicios que indicarían que la densidad de energía oscura podría variar con el tiempo, un hallazgo que desafiaría el modelo cosmológico estándar. Este hecho conllevaría profundas consecuencias por lo que se refiere a nuestra comprensión del universo a gran escala, y a la determinación de si el destino del cosmos está marcado por una expansión que continuará acelerándose eternamente.

Llega DESI

De ahí la relevancia del proyecto , un esfuerzo participado por cerca de 900 investigadores internacionales pertenecientes a más de 70 instituciones científicas, en el que los astrónomos pretenden estudiar cómo ha variado la estructura del universo con la expansión experimentada en los últimos 11.000 millones de años, es decir, durante el 80% de la vida del cosmos.

El estudio se basa en observaciones realizadas con el Instrumento Espectroscópico de Energía Oscura (DESI), que se halla instalado en el Nicholas U. Mayall del Observatorio de Kitt Peak en Arizona (EUA). Este equipo está compuesto por 5.000 pequeños dispositivos robóticos, cada uno de los cuales puede recibir la débil luz emitida por galaxias lejanas y dirigirla hacia receptores especializados que la descomponen para su análisis.

El instrumento DESI, instalado en el telecopio Nicholas U. Mayall del Observatorio de Kitt Peak en Arizona, puede captar la luz de 5.000 objetos de forma simultánea

El instrumento DESI, instalado en el telecopio Nicholas U. Mayall del Observatorio de Kitt Peak en Arizona, puede captar la luz de 5.000 objetos de forma simultánea

Marilyn Sargent/Berkeley Lab

En la colaboración DESI participan diversos grupos nacionales de científicos, entre los que se encuentran el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), el Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universidad de Barcelona (ICCUB), el Institut de Ciències de l’Espai (ICE-CSIC, IEEC), el Institut de Física d’Altes Energies (IFAE) y el Instituto de Física Teórica (IFT, UAM-CSIC).

Entre las huellas del Big Bang

En el nacimiento del universo, se crearon pequeñas fluctuaciones en la densidad de materia, unas irregularidades que crecieron con la rápida expansión inicial del espacio y que acabaron actuando como semillas alrededor de las cuáles la gravedad concentró material para formar las grandes acumulaciones de galaxias que vemos hoy en el cosmos.

El estudio de las estructuras en las que se agrupan las galaxias revela la historia de la expansión del universo

El estudio de las estructuras en las que se agrupan las galaxias revela la historia de la expansión del universo

Claire Lamman/Colaboración DESI

El proyecto DESI observará, durante los cinco años de servicio previstos, más de 40 millones de galaxias en diferentes rangos de distancia, es decir, objetos que emitieron su luz en épocas diversas de la historia del universo. El objetivo es crear un extenso mapa en 3-D para analizar el desarrollo de las estructuras del cosmos y así comprobar el comportamiento de la expansión y de la energía oscura a lo largo del tiempo.

Se confirman las sospechas

Pasados tres años de observaciones, el proyecto ha acumulado ya información sobre más de 15 millones de galaxias que han habitado el universo en los últimos 11.000 millones de años.

Estos datos, analizados en el contexto de DESI, son compatibles con el modelo cosmológico estándar, que describe un universo de geometría plana, dominado en un 69% por la energía oscura responsable de la expansión acelerada y que se comporta como una constante, y con un 31% de materia (en la cual es mayoritaria la llamada materia oscura, un ingrediente que no está formado por átomos y del cual todavía desconocemos su naturaleza).

El análisis de 15 millones de galaxias, realizado por DESI, cuando se combina con los resultados de otros estudios, abre la puerta a una nueva física

El análisis de 15 millones de galaxias, realizado por DESI, cuando se combina con los resultados de otros estudios, abre la puerta a una nueva física

Colaboración DESI y KPNO/NOIRLab/NSF/AURA/R. Proctor

Sin embargo, cuando la información se combina con la proveniente de otros estudios independientes, que emplean métodos de observación totalmente diferentes (como, por ejemplo, la observación de supernovas lejanas o el análisis de la luz emitida por el universo poco después del Big Bang y llamada radiación cósmica de microondas), parece llegarse a la conclusión que la energía oscura podría no actuar realmente como una constante y que su densidad podría disminuir con el tiempo.

Dosis de entusiasmo y prudencia

A la vista de las profundas consecuencias que, para la cosmología y nuestro entendimiento del universo, tendría este hallazgo, los científicos participantes en DESI no esconden su entusiasmo. Así, Alexie Leauthaud-Harnett, coportavoz de DESI y profesora en la Universidad de California Santa Cruz, ha afirmado que lo se está observando es “sumamente intrigante”, y que “es emocionante pensar se podría estar a punto de realizar un descubrimiento importante sobre la energía oscura y la naturaleza fundamental de nuestro universo”.

En el mismo sentido se ha pronunciado Andreu Font-Ribera, investigador del Institut de Física d’Altes Energies (IFAE) y miembro del equipo de DESI: “parece que estamos a punto de presenciar un cambio de paradigma en los modelos de evolución del universo, y esto es muy emocionante”.

Panorámica nocturna del Observatorio de Kitt Peak, en Arizona (EUA), desde dónde de está llevando a cabo el proyecto DESI

Panorámica nocturna del Observatorio de Kitt Peak, en Arizona (EUA), desde dónde de está llevando a cabo el proyecto DESI

KPNO/NOIRLab/NSF/AURA/B. Tafreshi

Pero al mismo tiempo, los científicos se muestran prudentes. Para poder confirmar el descubrimiento se requiere alcanzar un nivel de confianza que, en ciencia, se denomina 5 sigma, lo cual equivale a decir que existe una probabilidad entre 3,7 millones que aquello observado se deba simplemente a un efecto aleatorio. De momento, la conclusión de una energía oscura variable aun se mueve en un rango de entre 2,8 y 4,2 sigma (un sigma 3 equivale a un 99,73% de confianza).

Así, Eusebio Sánchez, investigador en el CIEMAT y que ha participado en el análisis de los datos, ha señalado que “todavía es temprano para afirmar con rotundidad que hemos descubierto que la energía oscura sea cambiante”. Y ha añadido que el hecho de que diferentes proyectos independientes estén observando resultados similares hace que la situación sea “especialmente interesante”.

El destino final

El comportamiento de la energía oscura determinará el destino final de nuestro universo. En el modelo cosmológico estándar, con una energía oscura de densidad constante, el cosmos se dirige hacia una expansión eterna y cada vez más acelerada, en lo que los astrónomos denominan el gran desgarro (Big Rip, en inglés). En este escenario, la intensidad de la expansión llegará a ser tan elevada, en un futuro muy lejano, que acabará por despedazar estrellas y planetas.

Pero si la acción de la energía oscura se debilitase con el paso del tiempo, la expansión actual del espacio podría llegar a ralentizarse e incluso quizás llegar a revertirse, dando lugar al llamado gran colapso (Big Crunch), en el que toda la materia del universo se acabaría concentrando, retornando así a las condiciones que existieron en el instante del Big Bang.

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