El hábito que tienen en común las mujeres que logran un mayor grado de felicidad, según un estudio de Harvard
Visto ej Harvard
Cultivar relaciones cercanas con amigas mejora notablemente la salud emocional, reduce el estrés y eleva los niveles de felicidad.

Grupo de amigas riendo

A veces basta con un “¿Cenamos esta noche?” para que el ánimo dé un giro de 180 grados. Y no es casualidad. La ciencia lo confirma: rodearse de amigas no solo es una fuente de alegría, también es una inversión en bienestar físico y mental. Así lo demuestra el estudio sobre desarrollo adulto más longevo del mundo, dirigido actualmente por el psiquiatra Robert Waldinger en la Universidad de Harvard.
Esta investigación, que comenzó en 1938 y ha seguido la vida de cientos de personas a lo largo de décadas, ha llegado a una conclusión clara: las relaciones significativas son el pilar fundamental de una vida feliz. Y cuando hablamos de relaciones, la amistad entre mujeres destaca especialmente.
Las amigas, una fuente real de felicidad
Según los hallazgos del estudio, las mujeres que mantienen vínculos estrechos con sus amigas reportan mayores niveles de satisfacción vital. No hace falta organizar grandes planes ni compartir experiencias extraordinarias. Basta con una conversación por teléfono, una salida espontánea o una comida improvisada para generar un efecto positivo.

Estas interacciones —aparentemente cotidianas— tienen un impacto profundo: elevan el estado de ánimo, reducen el estrés y fortalecen el sentimiento de pertenencia. Tal como resume Waldinger: “Ser feliz supone involucrarse en actividades que te importen, con gente que te importe.”

La soledad, un riesgo silencioso. El mismo informe advierte que la soledad puede ser tan perjudicial como fumar. En una sociedad cada vez más individualista, en la que las pantallas a menudo sustituyen el contacto humano, recuperar el valor de los encuentros cara a cara es esencial. El aislamiento prolongado no solo afecta el ánimo, también puede impactar en la salud física al aumentar los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés y la inflamación.
Las relaciones también cuidan tu cuerpo. Pasar tiempo con amigas no solo eleva el ánimo, también mejora la salud cardiovascular. Durante esos momentos compartidos, el cuerpo libera oxitocina, una hormona que promueve la calma, reduce la ansiedad y favorece la conexión emocional. Reír, charlar o simplemente estar presente con personas queridas tiene efectos similares a una sesión de meditación: baja la presión arterial, equilibra el ritmo cardíaco y mejora el sistema inmune.

Además, estas relaciones nos impulsan a adoptar hábitos más saludables. Ya sea animarse mutuamente a retomar el gimnasio, cocinar más sano o simplemente desconectar del estrés laboral, las amigas son aliadas silenciosas del autocuidado.
El mensaje de Harvard
Ese café pendiente, esa cena que llevas semanas posponiendo o ese paseo que nunca encontráis el momento de hacer… puede ser mucho más que un plan social. Es una inversión en salud, felicidad y resiliencia emocional. Así que la próxima vez que dudes si quedar o no, recuerda: no lo dice solo tu intuición, lo respalda la ciencia.