Si visitas Noruega, ni se te ocurra orinar en dirección a Rusia: podrían multarte con más de 300 euros
Visto en Noruega
Una señal en la frontera noruego-rusa advierte a los turistas de una curiosa prohibición que podría salirles muy cara.
El cartel en la frontera es clarito: no se puede orinar mirando a Rusia
Noruega es conocida por sus paisajes majestuosos, sus fiordos impresionantes y su respeto por la naturaleza. Pero si estás planeando una escapada al norte del país y decides hacer una parada cerca del arroyo Jakobselva —que marca parte de la frontera entre Noruega y Rusia—, hay una advertencia que debes tener muy en cuenta: no orines en dirección a Rusia. Sí, has leído bien.
Una señal artesanal, colocada por desconocidos pero visible en una zona turística de este paso fronterizo, advierte en inglés: “Don't pee towards Russia” (“No hagas pis en dirección a Rusia”). Y aunque pueda parecer una broma o simple advertencia pintoresca, no lo es. Según ha confirmado el propio comisario de fronteras noruego, Jens-Arne Høilund, hacerlo puede acarrear una multa de aproximadamente 320 euros.
La ley que lo prohíbe
Høilund explica que la ley noruega prohíbe expresamente cualquier “conducta ofensiva en la frontera hacia el Estado vecino implicado o sus autoridades”. Y en este caso, orinar en dirección al país vecino puede interpretarse como una falta de respeto o provocación. Aunque reconoce que “orinar en la naturaleza no es en sí ofensivo”, también aclara que “depende del punto de vista” y, sobre todo, del lugar en el que se haga.
La frontera está vigilada. Para aquellos que piensen que se trata de una exageración sin consecuencias, las autoridades recuerdan que la frontera está vigilada por cámaras de seguridad. No es la primera vez que un comportamiento considerado inofensivo termina en sanción. Una mujer fue multada con casi 900 euros por pasar su mano al otro lado del arroyo y, en otro caso, cuatro personas fueron detenidas por lanzar pequeñas piedras hacia el lado ruso.
Aunque, como explica Høilund, las autoridades rusas nunca se han quejado de este tipo de comportamientos, Noruega aplica sus leyes fronterizas “sin distinción”, para garantizar que se cumplan los acuerdos bilaterales.
Un asunto sensible
Este tipo de normas pueden parecer estrictas, pero hay que entender el contexto. Noruega y Rusia comparten una frontera de casi 200 kilómetros en el Ártico, siendo este el límite más septentrional de la OTAN con Rusia. Aunque históricamente han mantenido relaciones cordiales, la situación geopolítica se ha tensado desde la invasión de Ucrania.
Así que ya sabes, si viajas al norte de Noruega, disfruta del entorno, del aire puro y de los paisajes salvajes... pero si necesitas una pausa para ir al baño, asegúrate de hacerlo en la dirección adecuada.