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Tener un nombre original puede parecer algo entra?able o incluso divertido, pero para algunos se convierte en un verdadero obst¨¢culo. Ese es el caso de Terauchi Happy, un joven japon¨¦s de 27 a?os que asegura que su vida se ha visto marcada por un nombre que, lejos de abrirle puertas, se las ha cerrado sistem¨¢ticamente.

Desde que era un ni?o, Happy ha sufrido burlas constantes por su peculiar nombre. ¡°Para llamarte Happy no est¨¢s muy feliz¡±, recuerda que le dec¨ªan sus compa?eros del colegio. Otras veces, intentaban justificar el acoso con frases como ¡°no pasa nada si nos metemos contigo porque seguir¨¢s siendo Happy¡±.

Fue su madre quien eligi¨® el nombre, inspirada por la felicidad que sinti¨® al dar a luz a su hijo. Quiso dejar plasmada esa emoci¨®n poni¨¦ndole literalmente el nombre de ¡°felicidad¡±. Pese a las consecuencias que ha tenido para ¨¦l, Happy no le guarda rencor y tampoco se plantea cambiarse legalmente el nombre.

¡°Ella me llam¨® as¨ª por amor¡±, explica el joven, que ha aceptado esa herencia con resignaci¨®n, aunque admite que vivir con ese nombre en ´³²¹±è¨®²Ô le ha tra¨ªdo m¨¢s dolores de cabeza que alegr¨ªas.

El nombre que frena su futuro laboral¡­ y amoroso. Los problemas no se quedaron en la infancia. Al llegar a la universidad, sus compa?eros no daban cr¨¦dito al escuchar c¨®mo se llamaba. Muchos pensaban que era un apodo o una broma. Pero lo peor ha venido en su vida adulta, especialmente en el ¨¢mbito laboral.

Seg¨²n cuenta, en m¨¢s de una ocasi¨®n las empresas han cre¨ªdo que su solicitud de empleo era una tomadura de pelo. ¡°Muchas empresas creen que estoy mintiendo o gastando una broma cuando leen mi nombre en el curr¨ªculum¡±, lamenta. Esta desconfianza ha dificultado enormemente su b¨²squeda de trabajo.

Adem¨¢s, tambi¨¦n le ha afectado en el terreno sentimental. ¡°Incluso es un impedimento a la hora de buscar pareja¡±, reconoce.

?Un nombre puede marcar tanto una vida? Happy lo asume con filosof¨ªa, pero no deja de ser un recordatorio de c¨®mo incluso algo tan ¨ªntimo como nuestro propio nombre puede convertirse, sin quererlo, en una barrera invisible.

Marc Mestres

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Redactor especializado en redes sociales, tendencias virales y del mundo del entretenimiento. Graduado en Periodismo por Facultat de Comunicaci¨® Blanquerna (URL)