Sant Jordi es, sin duda, el día más bonito del año en Catalunya. Las calles se llenan de rosas, libros y un ambiente festivo que celebra el amor y la cultura a partes iguales. Es una jornada profundamente arraigada en la tradición catalana, donde cada rincón se transforma en una muestra viva de emociones compartidas y de identidad colectiva.
Cada 23 de abril, la magia de Sant Jordi se cuela entre los escaparates, las plazas y las miradas de quienes regalan una flor o descubren una nueva lectura. Escritores firmando ejemplares, parejas intercambiando gestos de cariño y familias enteras disfrutando del día convierten esta fecha en una experiencia única. Más que una fiesta, Sant Jordi es una expresión del alma catalana que late con fuerza entre páginas y pétalos.