Eric volvió a la posición que ocupó la temporada pasada en el Girona pero aplicado los matices propios del ç de Flick. Fue más posicional de lo que es Koundé pero, teniendo en cuenta dos generadores de juego espectaculares como Lamine y Olmo, demostró gran lectura del juego. Pero no dudó en incorporarse al ataque ocasionalmente para sorprender y fue muy fiable en el pase. Fue el primer partido de convivencia entre los tres en el mismo sector y se entendieron muy bien. Precisamente de una combinación entre ellos nació el 1-0. Pase de Lamine a Eric, conexión de este con Olmo y maniobra para gol.
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