Soy un apasionado del trabajo de los entrenadores, tanto de la gesti贸n humana de los jugadores como del estilo de juego que se quiere implantar. Y esto es algo que se puede apreciar en el f煤tbol sin tener que ir a la 茅lite. Y m谩s en nuestro pa铆s, donde la formaci贸n de los entrenadores es muy elevada. Personalmente puedo decir que tuve mucha suerte en mi evoluci贸n como jugador, ya que desde que entr茅 en el f煤tbol semiprofesional, coincid铆 con entrenadores que trataban de generar un estilo propio del juego y ped铆an a sus jugadores que lo asumieran. Por ejemplo un m铆tico entrenador catal谩n como Roberto Puerto abri贸 mi mente respecto a todo lo que se pod铆a hacer en un campo de f煤tbol. En el transcurrir del los a帽os y siguiendo con gran curiosidad la trayectoria de entrenadores que dejaban huella, me llam贸 la atenci贸n que de repente esos sabios, que parec铆a que ten铆an la p贸cima secreta, desaparec铆an del panorama futbol铆stico.
Entonces uno se pregunta cu谩l puede ser la raz贸n de esta desaparici贸n. Creo que la respuesta va en dos direcciones, una que ata帽e al estilo de juego y la otra a la posible capacidad personal del entrenador. Los estilos de juego que se imponen sufren un desgaste con el tiempo, en el sentido de que los rivales poco a poco van descubriendo por donde se puede combatir. Y en la medida en que los videos, los softwares y las metodolog铆as de an谩lisis se han ido potenciando, es m谩s f谩cil descubrir las debilidades y fortalezas de un estilo de juego. Y esto, en un mundo cada vez m谩s profesionalizado y con mayores presupuestos, es f谩cil que acelere el proceso. Y es muy complejo que un entrenador que ha propuesto un estilo de juego exitoso decida cambiarlo porque no llegan los resultados. Es m谩s probable que cambie de jugadores.
El entrenador del Manchester City, Pep Guardiola, el pasado 19 de febrero en el Bernab茅u
Resistir es una actitud realmente muy valiente, porque tiene a los haters en estado de alerta
Pero quiz谩s lo m谩s peligroso es el aspecto personal del entrenador, cuando el desgaste de muchos a帽os de competir le ha hecho perder autoestima o capacidad de esfuerzo. No hay hecho m谩s peligroso en un l铆der que sus pupilos vean que ya no transmite como lo hac铆a anta帽o. Eso ocasiona p茅rdida de credibilidad y con ello p茅rdida de confianza en lo que se ha de hacer cuando se salta al terreno de juego. Si no hay credibilidad absoluta en un estilo de juego es imposible que un equipo compita a su m谩ximo nivel.
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Una de las cosas que admiro de Pep Guardiola es su nivel de energ铆a a pesar de todos los a帽os en los que ha competido. Pero personalmente creo que ha llegado ya a quemarse. Me da la sensaci贸n de que sufre el cl谩sico Burn Out. En cambio J眉rgen Klopp lo vio venir y dio un paso al lado. Pep cree que puede darle la vuelta. Es una actitud realmente muy valiente, porque tiene a los haters en estado de alerta. En el transcurrir de estos meses veremos si lo consigue o no. Si lo hace todav铆a lo admirar茅 m谩s, sino lo consigue, le entender茅.