La goleada (5-1) que el Betis le ha endosado al Valladolid este jueves permite al equipo verdiblanco adelantar provisionalmente al Villarreal en la quinta plaza, clasificatoria para la próxima Liga de Campeones, y certifica de forma matemática el descenso del conjunto castellano.
El triunfo bético se construyó en una última media hora excelsa en la que, después de superarse el minuto 60 con empate a uno y sensación de igualdad, los locales fulminaron a su adversario con cuatro goles de bella factura a cargo de Cucho Hernández, Isco, Perraud y Abde.
La temporada negra del Valladolid se prolongó nada más empezar el partido con la desgracia de Javi Sánchez, su capitán que se lesionó de aparente gravedad en la rodilla sin mediar entrada de ningún rival y fue suplido por Aidoo, cuya primera intervención fue un despeje fallido que facilitó el 1-0, obra de Jesús Rodríguez.
Pese a la desventaja tempranera, se recompuso el conjunto pucelano y generó peligro, sobre todo con un cabezazo de Latasa demasiado centrado como para inquietar a Adrián y con un recorte seco de Raúl Moro sobre Fornals, que lo tocó con más levedad de la exigida para decretar penalti.