La empresa Arcusin de Vila-sana, Lleida, no es tan diferente de Apple, de Cupertino, California. Ambas están ubicadas en el Far-West de sus respectivos países, ambas se dedican a la manufactura y ambas exportan su maquinaria a todo el mundo. Arcusin, maquinaria agrícola; Apple, electrónica de consumo.
Las similitudes no terminan ahí: ante la incertidumbre que provoca la política de Trump en materia arancelaria, ambas han adoptado estrategias de exportación preventiva.
Empresas distintas, estrategías similares
El mercado de EE.UU. representa el 50% del volumen de negocio de Arcusin. La empresa leridana ya había acelerado el envío de barcos cargados de maquinaria en previsión a la implantación de aranceles, que paralizó cuando se hicieron efectivos. Pero la política yo-yo de Trump abrió una ventana de oportunidad el pasado viernes con la moratoria de noventa días en la aplicación; Arcusin ha aprovechado para enviar más barcos para así mantener precios a un año y medio vista. Mientras está leyendo estas líneas, la maquinaria de Vila-Sana se encuentra en un punto indeterminado del Atlántico.
Por su parte Apple ha adoptado una estrategia similar. La última semana de marzo transportó cinco aviones con 600 toneladas de iPhones desde la India hacia EE.UU. para evitar los aranceles que impuso Trump el 2 de abril. Como Arcusin, Apple esperaba poder mantener los precios en el mercado de EE.UU. el máximo tiempo. Pero esto era cuando los aranceles en China eran del 54% y en la India del 26%.

Barco de transporte de mercancías
Hoy –ahora, mientras escribo estas líneas–, los aranceles con China están ya al 145% y los de la India están en moratoria. Por eso Apple también había aprovechado esta ventana de oportunidad; un iPhone 16 Pro Max con 256 GB de memoria, que cuesta hoy 1.199 dólares, podría alcanzar los 2.000, un incremento del 66%. Bien, esto sería así si Trump no hubiera levantado en el último momento los aranceles a chips, dispositivos móviles y ordenadores. Se me hace tan difícil saber dónde estamos y hacia dónde vamos que he tenido que reescribir este párrafo un par de veces porque ya había quedado obsoleto.
La incertidumbre hace que la economía de EE.UU. esté viva y muerta a la vez
El principio de incertidumbre de Heisenberg establece que no podemos conocer simultáneamente y con precisión absoluta la posición y la dirección de una partícula: cuanto más precisamente midamos una, menos sabremos de la otra. Es por eso que entender la situación actual de la economía de EE.UU. y predecir el efecto de la guerra comercial es imposible; si intentamos medir dónde estamos, perdemos de vista hacia dónde vamos. Y al revés.
La apuesta más segura es apelar al gato de Schrödinger, el del experimento mental en el que, hasta que no abrimos la caja donde hay un gato con un bote de veneno, el gato está vivo y muerto a la vez. Creo que esto es lo único que podemos decir de la economía actual de EE.UU., que está viva y muerta a la vez.