La reina Sofía llevaba varios años queriendo vivir en la calle la 'madrugá' de Sevilla, la noche grande la Semana Santa en la que los tronos de La Macarena, El Gran Poder, la Esperanza de Triana, Los Gitanos, El Silencio y El Calvario salen de sus iglesias para recorrer la ciudad. La madre del Rey ha cumplido su deseo y desde el jueves a media tarde hasta bien entrada la madrugada del viernes ha compartido el fervor de las calles y ha tenido el privilegio de visitar los tronos antes de salir procesionar y, posteriormente, desde la calle y, finalmente desde un palquillo, seguir parte del recorrido.
Como marca la tradición de luto y respeto, la reina Sofía ha vestido de negro, con traje pantalón y camisa de color crema, para sus visitas a las hermandades y seguir las procesiones. La madre del Rey llevaba colgada la medalla de la Esperanza de Triana con la que fue obsequiada en una anterior visita.

La Reina Sofía contempla el paso de Jesús de la Sentencia durante la salida de la cofradía este jueves, en Sevilla
En 1984, los entonces reyes Juan Carlos y Sofía, acompañados de sus hijos, Elena, Cristina y Felipe, estuvieron en Sevilla durante los días grandes de la Semana Santa. Otros tiempos. Este jueves, la reina Sofía llegó sola, únicamente acompañada por dos personas de su confianza, y sin perder el tiempo se dirigió a la capilla de los Marineros de la Esperanza de Triana; después acudió a la sede de la hermandad deLos Gitanos, donde se encontró con Cayetano Martínez-Irujo, hijo de la duquesa de Alba. La hermandad informó que “Ante el Señor de la Salud y la Virgen de las Angustias, su majestad la Reina Doña Sofía ha podido conocer un poco más sobre nuestra Hermandad de Los Gitanos a quien nuestro Hermano Mayor le ha hecho entrega de un saquito de canela y clavo. Un humilde pero significativo detalle que llevará los aromas de nuestra Hermandad a la Casa Real”.