Deambulando. De esta manera transcurre la narración de esta apasionante historia, donde el profesor chileno Cristóbal Marín nos guía en un recorrido entre el extremo sur de América, en Tierra del Fuego, y la Europa colonial.
Cuando Marín estaba en Londres cursando un doctorado, inició una investigación sin un plan de trabajo definido. A partir de ciertos restos óseos, se adentró sin buscarlo en la historia de los habitantes más australes del planeta, los fueguinos, tras su contacto con los europeos. En la Inglaterra victoriana, algunos antropólogos se procuraban “personas salvajes” traídas de cualquier parte del mundo para realizar sus estudios, basados en mediciones craneales y otras pruebas. Con ello se pretendía demostrar una supuesta inferioridad racial que explicaría su atraso civilizatorio.
Más terrorífica era la exhibición en circos ambulantes de personas deformes o con características extrañas. Dentro de estas exhibiciones “antropológicas”, tuvieron gran impacto los zoológicos humanos, donde se mostraban familias o grupos de “salvajes”, víctimas de comerciantes sin escrúpulos. Los fueguinos llamaron especialmente la atención, ya que en la época representaban lo más primitivo de la especie humana, algo así como el “eslabón perdido”. De ahí que recibieran un trato vejatorio: vivían en condiciones lamentables que, en muchos casos, les condujeron a la muerte.
Pronto surgieron protestas, especialmente promovidas por los misioneros anglicanos. La presión sobre las autoridades dio resultado, y estos espectáculos fueron prohibidos.
Civilización y barbarie
En ese deambular, Marín recorre también las historias de algunos fueguinos que llegaron a Inglaterra porque determinados británicos pretendieron civilizarlos. Sigue especialmente la pista de Jemmy Button, Fuegia Basket, York Minster y Boat Memory, cuatro jóvenes llevados desde Tierra del Fuego por el capitán Fitz-Roy en su primer viaje con el HMS Beagle. Por supuesto, estos no eran sus verdaderos nombres, sino aquellos que les pusieron a bordo del Beagle.

Jemmy Button, el fueguino 'adoptado' por la expedición Fitzroy, en una representación de 1833
Estudio bien documentado, Huesos sin descanso presenta episodios de crueldad, de codicia, pero también de amistad, honestidad y honorabilidad. Sus propias vivencias, entremezcladas, dan un toque autobiográfico que enriquece la narrativa. Podría perfectamente no tener capítulos, puesto que Marín establece un hilo del que tira con habilidad para que podamos deambular por su relato sin desorientarnos. Además, el autor narra los hechos de forma objetiva, situándolos en su contexto, sin dramatismo ni un posicionamiento expreso.
Huesos sin descanso
Cristóbal Marín
Barcelona: Debate, 2024
304 pp. 18,90 € (papel) / 8,54 € (digital)
