El 24 de mayo del 2024, una multitud acudi贸 a Crotona Park, un parque p煤blico en el barrio neoyorquino del sur del Bronx. Me cruc茅 con una mujer negra con el pelo envuelto en un pa帽uelo de estampado africano que le daba un tetrabik de zumo a su hijo, quien luc铆a unos pantalones cortos con la bandera estadounidense. A unos metros, una pareja asi谩tico-estadounidense sacaba banderas americanas de la mochila y se aplicaba crema solar en los hombros para resistir el sol de una tarde muy calurosa. O铆 retazos de la conversaci贸n de una familia que hablaba animadamente en acelerado espa帽ol; y observ茅 c贸mo se saludaban unos amigos, algunos beb铆an discretamente cervezas y las arrojaban por encima del hombro antes de dirigirse a la entrada.
Aunque aquello parec铆a un concierto veraniego, en realidad todos est谩bamos all铆 para asistir a un mitin del candidato presidencial Donald Trump. No muy lejos del distrito de la congresista Alexandria Ocasio-Cortez y en los d铆as previos a su condena penal, Donald Trump celebr贸 ese mitin en el Bronx con el objetivo de atraer a votantes de las minor铆as. Aunque casi todos sus m铆tines se celebran en zonas de mayor铆a blanca, aquel tuvo lugar en una de las zonas m谩s heterog茅neas y empobrecidas de la ciudad de Nueva York. En el mitin, Trump se burl贸 de las pol铆ticas econ贸micas de Biden y se present贸 como el verdadero defensor de los estadounidenses negros y latinos. Habl贸 de inmigraci贸n en el coraz贸n de ese distrito de mayor铆a hispana y sostuvo que 鈥渆l mayor impacto y el mayor impacto negativo es contra nuestra poblaci贸n negra y nuestra poblaci贸n hispana, que est谩n perdiendo el trabajo, perdiendo la vivienda, perdiendo todo lo que pueden perder鈥.
Aumento del voto republicano de color
Son muchos los comentaristas y observadores de todo el mundo que se muestran desconcertados por el notable aumento del apoyo a Donald Trump y a otros republicanos entre las comunidades de color. Pese a su ret贸rica xen贸foba, racista y nativista, pese a los continuos ataques del Partido Republicano a los programas de diversidad y a los derechos reproductivos, Donald Trump sigue buscando activamente el voto del electorado de color y est谩 logrando aumentar su respaldo entre esta poblaci贸n, como pone de relieve el acto descrito.
Las encuestas a pie de urna realizadas tras las elecciones del 2020 indicaron que Trump hab铆a aumentado su apoyo entre todos los grupos de votantes minoritarios en comparaci贸n con el 2016. Consigui贸 uno de cada cuatro votos de color a nivel nacional, un aumento de 5 puntos en comparaci贸n con el 2016. Conquist贸 a casi uno de cada cinco hombres negros a nivel nacional; al parecer, la cifra m谩s alta de cualquier candidato republicano desde 1980. Recibi贸 el voto de casi un tercio del electorado asi谩tico-estadounidense (un aumento de 7 puntos respecto al 2016), as铆 como de un tercio del electorado latino, con lo que aument贸 sus m谩rgenes en 4 puntos.

En el cara a cara entre Trump y Harris la inmigraci贸n tuvo un papel central. en la imagen, el debate televisivo retransmitido en Berkeley, California听
Ese respaldo, a 茅l y a otros pol铆ticos republicanos, por parte de las personas de color ha derribado las suposiciones convencionales sobre la identidad racial y el electorado estadounidense. Para muchos dem贸cratas y liberales, el racismo y la xenofobia descarados de los que suele hacer gala Trump parec铆an garantizar el aumento de los m谩rgenes de apoyo (ya hist贸ricamente amplios) a los candidatos dem贸cratas por parte de los votantes de color en las elecciones futuras.
驴Por qu茅 iba a apoyar un votante hispano a un candidato que lanz贸 su campa帽a presidencial insistiendo en que muchos inmigrantes de 惭茅虫颈肠辞 鈥渢ra铆an drogas... tra铆an delincuencia鈥 y eran 鈥渧ioladores鈥? 驴Por qu茅 iba a apoyar cualquier votante negro a alguien demandado por el Departamento de Justicia por discriminaci贸n racial, que ha denunciado la acci贸n afirmativa y las protecciones del derecho al voto, ha descrito las comunidades urbanas negras como 鈥渃entros urbanos en llamas e infestados de delincuencia鈥 y ha dicho de los pa铆ses africanos que eran 鈥渓ugares de mierda鈥? 驴Por qu茅 iba a votar cualquier asi谩tico-estadounidense a un hombre que denunci贸 el 鈥渧irus chino鈥 durante la pandemia y en pleno recrudecimiento de la violencia antiasi谩tica?
Todos estos supuestos han llevado a investigadores, periodistas y expertos a aceptar, por un lado, que es poco probable que las organizaciones conservadoras o de extrema derecha hagan llamamientos antirracistas y, por otro, que los votantes no blancos no van a mostrar preferencia por la pol铆tica conservadora o de derechas.
Sin embargo, las elecciones y encuestas recientes demuestran que eso es falso. Trump y otros pol铆ticos del Partido Republicano aumentan su apoyo entre ciertos votantes de color y al mismo tiempo se mueven hacia la derecha en una amplia gama de cuestiones pol铆ticas racializadas; entre ellas, la acci贸n afirmativa, los derechos de los votantes, los impuestos, la inmigraci贸n, la educaci贸n p煤blica, la vigilancia policial y las prisiones, la vivienda y la justicia reproductiva.
Contexto hist贸rico
Las personas de color en Estados Unidos se dividen en gran medida en las siguientes categor铆as: negros/afroamericanos, hispanos/latinos, asi谩ticos estadounidenses y americanos nativos. Los americanos nativos representan aproximadamente un 2,9% de la poblaci贸n total de Estados Unidos, seg煤n el censo del 2020. En el 2020, un 60% se decant贸 por Biden. Los estadounidenses negros representan aproximadamente un 11% de la poblaci贸n. Desde la aprobaci贸n de la ley del Derecho al Voto en 1965, han votado en porcentajes sistem谩ticamente altos y tambi茅n han constituido el bloque de votantes m谩s fiable del Partido Dem贸crata. Los votantes negros tambi茅n tienen tasas de participaci贸n m谩s altas que los votantes latinos y asi谩ticos. Se estima que, en el 2020, m谩s de un 92% de los votantes negros respald贸 a Joe Biden frente a Donald Trump.
Hispano, o latino, describe una identidad pan茅tnica que abarca una serie de grupos raciales y 茅tnicos, como mexicanos, cubanos, puertorrique帽os o salvadore帽os, por citar solo algunos. Los mexicanos, que constituyen el grueso de los votantes latinos, empezaron a emigrar en grandes cantidades a Estados Unidos a mediados del siglo XIX. Seg煤n el Pew, en el 2024 pudieron votar 36,2 millones de votantes latinos. Se trata de una cifra r茅cord, que pone de manifiesto el creciente poder pol铆tico de la poblaci贸n latina. En el a帽o 2000, los votantes latinos apenas representaron un 7,4% de los votantes estadounidenses con derecho a voto. Los estadounidenses de origen asi谩tico representan el grupo de votantes con derecho a voto de m谩s r谩pido crecimiento. El Pew informa de que alrededor de 15 millones de estadounidenses de origen asi谩tico pudieorn votar en las elecciones presidenciales del 2024, lo que representa un 6,1% del electorado. El Pew informa de que, en el 2020, un 72% de los estadounidenses de origen asi谩tico votaron a Joe Biden.
Donald Trump alcanz贸 la presidencia en el 2016 en parte haciendo llamamientos racistas y capitalizando lo que ahora se conoce como 鈥減ol铆tica del resentimiento blanco鈥 o 鈥渞eacci贸n blanca鈥
Las divisiones raciales han definido durante mucho tiempo los dos principales partidos pol铆ticos de Estados Unidos, y a menudo han sido fundamentales para la estrategia y los llamamientos pol铆ticos. En la d茅cada de 1960, los candidatos republicanos emplearon lo que se conoce como la 鈥渆strategia sure帽a鈥, consistente en apelar a los miedos de los votantes blancos ante el cambio racial y social para ganar votos. Confiar en los votantes blancos funcion贸 durante d茅cadas, pero a principios de la d茅cada del 2000, qued贸 claro que depender solo de ellos ya no sostendr铆a electoralmente al partido. Los republicanos sufrieron unas derrotas estrepitosas en el 2008 y de nuevo en el 2012, cuando Barack Obama fue reelegido para un segundo mandato.
En respuesta, el partido encarg贸 un informe titulado Proyecto crecimiento y oportunidad, m谩s conocido como la 鈥渁utopsia del 2012鈥. El informe inclu铆a recomendaciones detalladas sobre c贸mo deb铆a avanzar el partido. Entre otras medidas, propugnaba un mayor acercamiento a los votantes de color, las mujeres y los estadounidenses del colectivo LGBTI; se帽alaba que, si no lo hac铆a, 鈥渟er谩 cada vez m谩s dif铆cil para los republicanos ganar otras elecciones presidenciales en un futuro pr贸ximo... Tenemos que hacer campa帽a entre los estadounidenses hispanos, negros, asi谩ticos y homosexuales y demostrar que tambi茅n nos preocupamos por ellos. Debemos reclutar m谩s candidatos que procedan de comunidades minoritarias鈥.
Seg煤n algunos analistas, el aumento de los votantes republicanos de color se debe a que sienten rechazo ante el giro a la izquierda de los dem贸cratas y sus apelaciones a la pol铆tica identitaria
Sin embargo, el siguiente candidato que gan贸 la nominaci贸n del Partido Republicano a la presidencia acab贸 siendo un hombre que parec铆a organizar los mensajes de su campa帽a en oposici贸n directa a las recomendaciones de la autopsia. Con vergonzosos mensajes de campa帽a que describ铆an a los inmigrantes indocumentados de 惭茅虫颈肠辞 como violadores y asesinos, Donald Trump alcanz贸 la presidencia en parte haciendo llamamientos racistas y capitalizando lo que ahora se conoce como 鈥減ol铆tica del resentimiento blanco鈥 o 鈥渞eacci贸n blanca鈥. Como explica la polit贸loga Ashley Jardina, en medio del cambiante panorama racial del pa铆s, 鈥減ara una serie de blancos, esas formidables tendencias sociales y pol铆ticas (incluida la erosi贸n del estatus mayoritario de los blancos y la elecci贸n del primer presidente negro de Estados Unidos) han se帽alado un desaf铆o al car谩cter absoluto del dominio de los blancos. Esas amenazas, tanto reales como percibidas, han puesto en primer plano, para muchos blancos, un sentimiento de comunidad, apego y solidaridad con su grupo racial鈥.2 La dependencia de Trump de las apelaciones abiertamente racistas y de la pol铆tica de reacci贸n de los blancos llev贸 a muchos a concluir que al partido le resultar铆a imposible, al menos a corto plazo, ampliar su atractivo y expandir su base a m谩s votantes de color.
Sin embargo, en el 2024, parece que, en buena medida, las predicciones expresadas por la autopsia del 2012 no se han materializado. El Partido Republicano sigue haciendo campa帽a bas谩ndose en la pol铆tica del resentimiento y la reacci贸n de los blancos, pero al mismo tiempo ha conseguido atraer a nuevos votantes de color. Ha invertido millones de d贸lares en abrir centros comunitarios orientados a los votantes negros y latinos. Ha promocionado sus esfuerzos en favor de la reforma de la justicia penal y utilizado la Convenci贸n Nacional Republicana del 2020 para indultar a un hombre negro que cumpli贸 una condena de cinco a帽os de prisi贸n por atraco a un banco. Algunos grupos como Candace Owens Turning Point USA han popularizado t茅rminos como la 鈥減lantaci贸n dem贸crata鈥 y han comparado los votantes negros modernos con los negros esclavizados durante la 茅poca anterior a la guerra civil estadounidense.
Relatos convencionales
驴C贸mo dan sentido los observadores a esa din谩mica? Hay dos relatos que compiten entre s铆, uno que pierde predicamento y otro que lo gana. Por un lado, muchos estrategas dem贸cratas han dado por supuesto durante a帽os que la creciente diversidad racial y 茅tnica del electorado se traducir铆a autom谩ticamente en un aumento del apoyo a los candidatos dem贸cratas.
Esa suposici贸n se basa en la idea de que los votantes de color son intr铆nsecamente progresistas en torno a diversas cuestiones, desde los impuestos hasta los sindicatos, pasando por la ampliaci贸n del acceso a la educaci贸n, los servicios sociales y la atenci贸n sanitaria.
Desde semejante perspectiva, las cifras de las encuestas son sobre todo el resultado de una transmisi贸n defectuosa de los mensajes; de un fracaso a la hora de recordar a los votantes de color que sus intereses se alinean con los de Biden y los dem贸cratas. En esa l铆nea, el Comit茅 de Campa帽a del Congreso Dem贸crata anunci贸 hace poco un esfuerzo de 35 millones de d贸lares para aumentar 鈥渆l compromiso culturalmente inclusivo y resonante con los votantes de color鈥 y 鈥減regonar los logros clave de los dem贸cratas de la C谩mara de Representantes鈥.
Identificarse como persona de color no significa que un individuo est茅 destinado a apoyar un partido pol铆tico determinado o suscribir una ideolog铆a pol铆tica determinada; la cuesti贸n es m谩s compleja
En semejante contexto, las historias sobre personas de color que se pasan a la derecha se atribuyen principalmente a una falsa conciencia o a una falta de conocimiento sobre los logros pol铆ticos dem贸cratas. Esa percepci贸n ha tenido enormes repercusiones sobre la estrategia pol铆tica: el enfoque presupone que casi todo cuanto deben hacer los dem贸cratas para ganar las elecciones es difundir mejor sus iniciativas actuales y fomentar la participaci贸n para llegar a los votantes poco frecuentes.
Por otro lado, dado que las recientes elecciones han indicado un giro a la derecha entre los votantes de color, hay otro relato que circula cada vez m谩s en los c铆rculos pol铆ticos. Dicho relato se帽ala que los votantes de color son intr铆nsecamente conservadores y sostiene que los estadounidenses de clase trabajadora de piel negra y morena (en particular, los hombres) van a alinearse de modo inevitable con la derecha. Este planteamiento supone que la combinaci贸n adecuada de comunicaci贸n y acercamiento los convencer谩 para que voten a los republicanos, otorg谩ndoles as铆 una sanci贸n social para alinearse con el partido que representa de verdad sus preferencias pol铆ticas.
Muchos defensores de este relato argumentan que los votantes de color sienten rechazo ante el giro a la izquierda de los dem贸cratas y sus apelaciones a la pol铆tica identitaria. John Burton-Murdoch escribe en Financial Times que 鈥渕uchos de los votantes no blancos de Estados Unidos han mantenido durante mucho tiempo opiniones mucho m谩s conservadoras de lo que indicaban sus patrones electorales. La migraci贸n que estamos viendo hoy no es tanto de dem贸cratas naturales que se desilusionan, sino de republicanos naturales que se dan cuenta de que han estado votando al partido equivocado鈥.3 Ese cambio conducir谩 a un dominio pol铆tico electoral duradero para el Partido Republicano, concebido como un movimiento pol铆tico multirracial y populista.
Dicho planteamiento tambi茅n parte del supuesto de que la combinaci贸n adecuada de comunicaci贸n y acercamiento atraer谩 a esos votantes a las filas republicanas, envalentonados por un nueva sanci贸n con la que combatir el estigma de 鈥渧endidos鈥 o 鈥渢raidores raciales鈥 durante tanto tiempo adjudicado a los conservadores de color.
Ambas explicaciones (que se trata solo de una cuesti贸n de comunicaci贸n y acercamiento) permiten a la 茅lite pol铆tica continuar con su actividad habitual, canalizando millones de d贸lares a empresas de consultor铆a para que lleven a cabo campa帽as de acercamiento y comunicaci贸n entre los votantes. En 煤ltima instancia, ninguno de los dos relatos parece requerir un cambio fundamental en los principios y las pol铆ticas que cambie materialmente las vidas de la gente de color y de la clase trabajadora.
La realidad
驴C贸mo podemos dar sentido a esas din谩micas que sin duda son complejas y que dan forma a la pol铆tica estadounidense y a la pol铆tica de todo el mundo? No podemos limitarnos a aislar y sondear al votante individual con encuestas. Debemos ser conscientes del contexto m谩s amplio y de los cambios que se producen en las situaciones y las apelaciones.
Si se acude a espacios y actos pol铆ticos conservadores, se escuchan sus medios de comunicaci贸n o se siguen sus cifras en internet, se ve que los intereses por s铆 solos no pueden explicar la formaci贸n pol铆tica; de hecho, los llamamientos basados en cuestiones concretas no suelen ser centrales para los distintos tipos de identificaci贸n. En un per铆odo de creciente aislamiento, precariedad econ贸mica, pol铆tica y medioambiental, as铆 como de desconfianza generalizada en las instituciones, la gente busca conexiones sociales y soluciones a esos problemas de formas pol铆ticamente significativas que a menudo contradicen las expectativas de gran parte de la bibliograf铆a existente en ciencias sociales.

Marcha de Black Lives Matter en Washington D.C. el pasado agosto. el movimiento vivi贸 su m谩ximo apogeo tras varios sucesos previos a la pandemia, como la muerte de George Floyd en el 2020
Las ciencias sociales han adoptado diversos m茅todos para ayudar a dar sentido a ese panorama cambiante. Tanto la investigaci贸n cualitativa como la cuantitativa evidencian la complejidad de la identificaci贸n racial y la multitud de formas en que puede desplegarse esa identificaci贸n en los espacios pol铆ticos. En resumen, identificarse como persona de color no significa que un individuo est茅 destinado a apoyar un partido pol铆tico determinado o suscribir una ideolog铆a pol铆tica determinada. De igual modo, pol铆ticos y expertos de diversos partidos pol铆ticos hacen llamamientos pol铆ticos basados en la identificaci贸n racial.
El libro de pr贸xima aparici贸n, The Multiracial Right (NYU Press, 2025), demuestra que hay muchas historias sobre el terreno acerca de esos cambios, no solo una. La compilaci贸n de todas esas piezas subraya la importancia de tener en cuenta la multitud de factores que conforman la pol铆tica de los votantes de color. Hemos hablado con acad茅micos de diversos campos y que utilizan una gran diversidad de m茅todos, con periodistas y con organizadores comunitarios, y todo ello nos ofrece una imagen m谩s completa que la ofrecida por las simples encuestas.
Por ejemplo, mientras que el caso de los votantes estadounidenses de origen asi谩tico que expulsaron a los miembros progresistas del consejo escolar de San Francisco se ha presentado a menudo como un ejemplo de la reacci贸n contra las pol铆ticas de izquierdas entre las comunidades de color, una de las colaboraciones del libro examina las fuerzas que llevaron a ese desenlace y hace m谩s complejo el relato presentado por muchos medios de comunicaci贸n y expertos. Como en el ejemplo anterior, el hecho de que los votantes negros rechazaran una enmienda destinada a desfinanciar el departamento de polic铆a de Minneapolis ha sido esgrimido por pol铆ticos y 茅lites pol铆ticas para defender que, en realidad, los votantes negros no quieren desfinanciar la polic铆a. Sin embargo, el trabajo contenido en el libro utiliza el an谩lisis cualitativo de los debates comunitarios para arrojar nueva luz sobre dicha afirmaci贸n. En otros cap铆tulos, los colaboradores examinan los esfuerzos de un grupo conservador por captar votantes latinos, exploran las formas en que las revistas de belleza se utilizan para reclutar a j贸venes de todas las razas y etnias para la derecha, y desentra帽an las formas en que la cultura y la m煤sica hip-hop se est谩n reimaginando como lugares para la pol铆tica conservadora.
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Esas tendencias tienen ramificaciones globales. A Estados Unidos le gusta proyectarse como el protector leg铆timo de la democracia; pero, de hecho, el ascenso de un candidato como Trump no ha hecho m谩s que acelerar la aparici贸n de pol铆ticos de extrema derecha a nivel internacional. Les ha proporcionado un manual de estrategia. En Francia, y en otras partes de Europa y de todo el mundo, hemos sido testigos de c贸mo la extrema derecha ascend铆a a niveles de poder nunca vistos en d茅cadas.
Ahora que Trump est谩 a punto de iniciar otro mandato, esta vez con un plan de acci贸n extremadamente bien organizado en torno al Proyecto 2025, es importante que prestemos atenci贸n a la complejidad de la composici贸n de esas fuerzas. Pese a los supuestos convencionales 鈥搚 como ponen de relieve muchos de los ejemplos y an茅cdotas comentados鈥, la identidad se est谩 desplegando en los espacios conservadores en formas cada vez m谩s contradictorias con objeto de atraer a una amplia franja de personas.
Muchos de esos votantes que est谩n abiertos a votar a Trump y a otras figuras autoritarias tambi茅n se sienten desvinculados, ajenos y ap谩ticos ante la pol铆tica en general. Las figuras pol铆ticas de la derecha lo reconocen y est谩n dispuestas a adaptarse y aprovechar esa oportunidad pol铆tica. Como ya se ha se帽alado, el Partido Republicano es plenamente consciente de que necesita el apoyo de una coalici贸n m谩s diversa para sobrevivir y est谩 cambiando de estrategia. Como dijo Steve Bannon a un grupo de estrategas republicanos: 鈥淟os varones afroamericanos son tambi茅n otra parte central de nuestra coalici贸n, y, vais a ver, vamos a conseguir un 50% de ese voto en el 2022... y una vez lo hagamos... [podremos] gobernar durante 100 a帽os鈥.4 La solidificaci贸n de una derecha multirracial garantizar铆a a la derecha el poder pol铆tico para promulgar su programa pol铆tico en un futuro previsible.
El ascenso de un candidato como Trump no ha hecho m谩s que acelerar la aparici贸n de pol铆ticos de extrema derecha a nivel internacional. Les proporciona un manual de estrategia
Globalmente, da la impresi贸n de que un sentimiento anti茅lite y antiinstitucional impulsa un r谩pido cambio pol铆tico y trastoca las creencias populares relacionadas con la identidad y la pol铆tica. Aunque ese populismo adopta formas diferentes (que dependen de factores espec铆ficos de cada pa铆s), resulta crucial que quienes estemos comprometidos con la democracia y la justicia nos replanteemos nuestras propias suposiciones sobre la identidad y la pol铆tica, y nos interpelemos unos a otros para interpretar el mundo pol铆tico de formas nuevas que est茅n a la altura del momento actual.
Esos cambios pol铆ticos no se producen en el vac铆o, sino que est谩n conectados y se influyen mutuamente de m煤ltiples maneras. A medida que las crisis concurrentes del neoliberalismo, la desigualdad, la degradaci贸n medioambiental y el capitalismo rampante vayan ejerciendo una presi贸n cada vez mayor sobre la poblaci贸n mundial, seguiremos observando r谩pidos cambios pol铆ticos. Solo apoy谩ndonos en una multitud de m茅todos y an谩lisis, escuchando a los organizadores y otras voces de las comunidades sobre el terreno, podremos empezar a comprender esos cambios y a responder en consecuencia.
Seg煤n el Instituto V-Dem, con sede en G枚teborg (Suecia), la democracia est谩 en peligro en todo el mundo, y el populismo de extrema derecha impulsa gran parte de ese declive democr谩tico. Como han demostrado los cient铆ficos sociales, cuando un pa铆s inicia el proceso conocido como retroceso democr谩tico, luego le resulta dif铆cil recuperarse. Los defensores de la democracia y la justicia deben afinar sus an谩lisis para comprender lo que est谩 ocurriendo en todo el mundo y tambi茅n en las comunidades de color de Estados Unidos.
Micah English es doctoranda en Ciencias 笔辞濒铆迟颈肠补s por la Universidad de Yale.
Notas al pie
2. Ashley Jardina, White Identity Politics, Cambridge University Press, 2019.
3. John Burn-Murdoch, 鈥淎merican politics is undergoing a racial realignment鈥, Financial Times, 8/III/2024.
4. V茅ase el tuit en https://twitter.com/lawindsor/status/1457837943201189895.