Los grupos ecologistas denunciarán el uso de un veneno para controlar los conejos en Catalunya
Tras la Revolta Pagesa
Entidades ecologistas acusan al gobierno catalán de ceder a las presiones de los agricultores radicales al aprobar la utilización del fosfuro de aluminio para el control de las poblaciones de conejo
Alertan de las consecuencias que tendría el uso de plaguicidas como el fosfuro de aluminio debido a sus consecuencias en la destrucción de la biodiversidad y la degradación del medio agrícola y rural.
El fosfuro de aluminio es un plaguicida muy peligroso y está prohibido para la utilización doméstica en España, pero ahora se da luz verde para su empleo en las madrigueras
Las entidades ecologistas han manifestado su rechazo al acuerdo alcanzado por Revolta Pagesa y el Departament d'Agricultura que da luz verde al plan para controlar el exceso de población de conejos mediante la aplicación de un peligro veneno, el fosfuro de aluminio. SEO/BirdLife, la Federació Ecologistes de Catalunya, Ipcena, Depana y Trenca, entre otras entidades, han anunciado acciones sociales, legales y judiciales para evitar que se apliquen al medio natural plaguicidas como el fosfuro de aluminio debido a sus consecuencias en la destrucción de la biodiversidad y la degradación del medio agrícola y rural.
El fosfuro de aluminio es un plaguicida muy peligroso y está prohibido para la utilización doméstica en España y en la mayoría de los países europeos, según recuerdan las organizaciones ambientalistas. Las autorizaciones que están concediendo los Ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Ministerio de Sanidad se efectúan bajo cierto control y en áreas no agrícolas.
Aplicación inminente
Según el acuerdo, a finales de febrero se publicarán los resultados del estudio que determinará las zonas y condiciones en las que se podrá aplicar el fosfuro de aluminio. De esta forma, en las zonas autorizadas su aplicación será inminente. Además, esta solución se repetirán cada vez que las madrigueras vuelvan a ser habitadas. El Acuerdo también apunta a que estas medidas se mantendrán hasta que se supere la situación de “emergencia cinegética”.
Sin embargo, en 2023, la Fiscalía General de Medio Ambiente ya negó a la Generalitat la autorización del uso de fosfuro de aluminio para combatir la plaga de conejos en las comarcas de la plana de Lleida, a partir de una denuncia interpuesta por el Partido PACMA, Lex Ànima y Fundación Altarriba contra Teresa Anna Sanitjas, directora General d’Ecosistemes Forestals, por el uso de fosfuro de aluminio.
Un atentado ambiental
Las entidades ecologistas recuerdan que “el uso de venenos en el medio natural constituye un presunto delito ecológico tipificado en el Código Penal, ya que es un método no selectivo que amenaza todo el ecosistema con graves impactos sobre la biodiversidad lo que desaconseja su uso en la gestión demográfica de cualquier especie de fauna salvaje”.
Su uso provoca la muerte de cualquier animal que entre en contacto con la fosfina, el gas en el que se transforma este plaguicida. El uso de este compuesto se realiza enterrándolo en las madrigueras de los conejos que muy a menudo son ocupados por anfibios, reptiles o mamíferos, Muchos de ellos son especies protegidas que la normativa prohíbe muerte o destrucción de sus habitados.
“Agricultura actúa de forma unilateral”
Estas entidades acusan al conseller d'Agricultura, Òdcar Ordeig, “de actuar de forma unilateral e irresponsable y de ceder ante las presiones de los campesinos y de atender la ilegalidad que representa el uso de este plaguicida, sin tener en consideración ni al Departament de Territori, responsable de la conservación de la biodiversidad, ni a las organizaciones ambientales”.
Producto no selectivo
Por este motivo, se anuncian acciones legales. “Si el Departament d’Agricultura no desiste de la aplicación del fosfuro de aluminio, un producto no selectivo, de alta toxicidad, muy peligroso por la fauna protegida y prohibido en buena parte de Europa, emprenderemos las acciones legales para que no se autorice su uso y para que se depuren las responsabilidades a quienes lo hayan autorizado”, avanzan.
Las entidades ecologistas lamentan además que en este acuerdo se retire el proyecto de reintroducción del lince en Cataluña ya que esta especie basa su alimentación en el conejo y “es un gran regulador de las poblaciones de este pequeño mamífero”. “Este proyecto, además de contribuir en la conservación de especies en peligro de extinción, se convertiría en una herramienta útil para conseguir un control natural de los conejos. Tampoco tiene sentido que el zorro, eficaz depredador de los conejos, siga siendo considerado una especie cinegética que se puede cazar y que, incluso, se den permisos especiales para cazarla en época de veda. Es un gran contrasentido perseguir a las especies predadoras de los conejos y aprobar el uso de venenos prohibidos para controlar a estos mismos conejos”, subrayan.
La naturaleza como solución
En este sentido, los expertos independientes apuestan por medidas preventivas basadas en la restauración de los hábitats agrarios potenciando su naturalización y los depredadores naturales como el zorro o buena parte de las rapaces. “Hay que aplicar métodos de prevención de daños como alternativa al uso de venenos y aumentar las coberturas de los seguros”, concluyen.