El regreso de la caza del lobo al norte del Duero tras casi cinco años podría ser una realidad próximamente si el Congreso lo aprueba este jueves mediante varias enmiendas del PP en la Ley de Desperdicio Alimentario.El contursionismo parlamentario puede hacer que una ley pensada para acabar con los desperdicios alimentarios se ponga al servicio de los partidarios de la caza de lobo. Qué cosas.
WWF España y el Partido Animalista Pacma han pedido al PNV y Junts que “detengan” esa “maniobra” para desproteger al lobo ibérico.
El lobo ibérico es una especie protegida en toda España desde el 22 de septiembre de 2021, momento en que entró en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre). Así dejó de ser cinegética al norte del Duero; por eso, su caza deportiva está prohibida en todo el país.
Pero esa situación podría cambiar si el Congreso aprueba este jueves la enmienda que desprotege al lobo ibérico a través de la Ley de Desperdicio Alimentario, con lo que esta especie volvería a ser cinegética al norte del Duero.
Los lobos matan ganado y generan “residuos” y esa vía estrafalaria es la empleada por el tacticismo parlamentario para para proponer la desprotección del carnívoro. ¿Lo aceptará Junts?
Las enmiendas persiguen, en una primera instancia, modificar el real decreto de 2011 para excluir al lobo al sur del Duero delListado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre), de manera que a corto plazo ya sería posible emprender la caza en estos territorios (normalmente con autorizaciones en forma de permisos para efectuar estos “controles”). Además, otra enmienda persigue extender esta misma medida a las poblaciones al sur del Duero una vez que la Comisión Europea modifique la directiva de Hábitat, una medida que va a reducir la protección del lobo en toda Europa.
Ahora no se puede facilitar la caza al sur del Duero porque lo prohíbe una salvaguardia de la actual directiva comunitaria.
El argumento fundamental del PP es reducir los ataques loberos al ganado en Asturias, Cantabria, Galicia y el norte de Castilla y León, donde se concentra cerca del 90% de los lobos ibéricos en España.
Una moción por la que se insta al Gobierno a excluir del Lespre
Además, el Senado aprobó la semana pasada, con los votos favorables del PP, el PNV, Junts, Vox y UPN, una moción por la que se insta al Gobierno a excluir del Lespre a las poblaciones del lobo ibérico al norte del río Duero, así como a revisar la estrategia española de conservación de ese gran carnívoro.
WWF apuntó que esa “maniobra legislativa” del PP, que podría contar con el apoyo de Vox, PNV, Junts y UPN en el Congreso (si mantienen la orientación votada en el Senado), carece de “aval científico” y “abrirá la puerta nuevamente a las matanzas de lobos en España”.
Calificó de “especialmente grave” que la enmienda pueda salir adelante gracias al PNV y Junts, cuando en el País Vasco solo quedan dos manadas de lobos compartidas con comunidades autónomas vecinas y la especie está considerada 'extinta reproductora' en Cataluña.
Gravísimo precedente sin aval científico
Además, WWF subrayó que esa enmienda sienta “un gravísimo precedente para la protección de la naturaleza” al modificar el estatus legal de una especie “de manera arbitraria y sin participación pública”, a través de una disposición adicional en una ley que nada tiene que ver con la conservación de la naturaleza.
Esta organización ambiental apuntó que la enmienda “no busca apoyar a la ganadería extensiva, sino retomar la persecución sistemática del lobo por razones puramente políticas”.
Es escandaloso y una grave irresponsabilidad que PNV y Junts se alíen con el PP y Vox para desproteger a una especie tan necesaria como el lobo por la puerta de atrás
“Es escandaloso y una grave irresponsabilidad que PNV y Junts se alíen con el PP y Vox para desproteger a una especie tan necesaria como el lobo por la puerta de atrás, en un acto de negacionismo científico”, según Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España.
Del Olmo añadió: “Si los grupos parlamentarios aprueban este despropósito legal, desmantelarán años de avances en la protección de la naturaleza y pondrán en peligro los fondos para la coexistencia entre el lobo y la ganadería extensiva, dejando en el limbo a quienes conviven con la especie”.
Según WWF, la población del lobo está estancada desde hace una década en España, con una evolución que ronda un 1% anual, según los datos de las comunidades autónomas. El crecimiento desde 2012-2013 ha sido de un 8% en Castilla y León, un 3% en Galicia (de 90 a 93 manadas), y un 13% en Asturias (de 37 a 42 manadas reproductoras).
Una situación desfavorable
Pese a la entrada en el Lespre, las poblaciones de lobo siguen en un estado de conservación desfavorable, con problemas genéticos de endogamia causados por su aislamiento y la persecución humana hasta la segunda mitad del siglo pasado, según WWF. “Matar lobos en un estado de conservación desfavorable, como el que se encuentran actualmente las poblaciones ibéricas de la especie, es un disparate y es ilegal”, apostilló Del Olmo.
Por otro lado, el Partido Animalista Pacma reclamó al PNV y Junts que se desmarquen de la “barbaridad” de permitir la vuelta de la caza del lobo al norte del Duero y no se sumen a la “política del miedo y la desinformación que han promovido los sectores más reaccionarios del país”.
Las autonomías 'antilobo' han dejado claro que no les interesa una solución ética ni científica
“Se ha apostado por una política de caza y eliminación de ejemplares, mientras que el dinero destinado a la protección de la ganadería ha servido para todo menos para lo que debía. Ni vallados, ni mastines... Las autonomías' antilobo' han dejado claro que no les interesa una solución ética ni científica, solo mantener el viejo modelo de exterminio”, apuntó Javier Luna, presidente del Pacma.
Esta formación política indicó que “las autonomías y sectores ganaderos más reaccionarios” han desplegado desde 2021 una “campaña de bulos y alarmismo” intentando hacer creer a la población que el lobo es “una amenaza creciente y descontrolada”, cuando “los datos científicos demuestran que la población de lobos en España sigue bajo presión y en muchas zonas está lejos de recuperarse”.
“El lobo es una especie clave para el equilibrio de los ecosistemas, y su persecución responde exclusivamente a presiones políticas y económicas de un sector minoritario, pero con gran influencia sobre los gobiernos autonómicos”, concluyó Luna.