El volumen de los trasvases de agua del Ter hacia la región de Barcelona es cada vez más reducido. Así lo muestran las estadísticas de los últimos 20 años. Las aguas del Ter han sido –y siguen siendo– un recurso fundamental para poder garantizar el abastecimiento en el área metropolitana. Pero este gran grifo se va cerrando a causa de una política hidráulica que centra la atención en la autosuficiencia de cada cuenca fluvial y la necesidad de preservar sus caudales para todas las funciones ecológicas del río. Pero a la vez incide la constatación de que los recursos del Ter son menguantes y que no hay más remedio que buscar para Barcelona soluciones más fiables que el agua de lluvia.
En dos decenios, el volumen del Ter transferidos hacia Barcelona se ha reducido a la mitad. En 2003, se trasvasaron 198 hm3(una cifra que se elevó hasta los 213 hm3en 2005). Sin embargo, ese caudal disminuyó hasta los 95 y los 91 hm3 en los años 2023 y 2024.
Cumplimiento de los objetivos de la Taula del Ter
Detrás de este descenso está en gran medida fruto de la necesidad de cumplir los acuerdos de la llamada Taula del Ter, un pacto suscrito en 2017 entre la Generalitat (con el entonces conseller de Territori, Josep Rull) y diversas instituciones sociales de Girona, encaminado a reducir paulatinamente estas transferencias. “Los pactos de la Taula del Ter se están cumpliendo sobradamente”, resalta Sílvia Paneque, consellera de Territori.
El acuerdo de 2017 establecía el compromiso del Govern de buscar caudales alternativos para suplir estos recursos y fijó dos fases temporales como hitos para sellar el pacto. Para un primer quinquenio (período 2018-2022) se marcó como meta rebajar la transferencia a 140 hm3de media plurianual; y el resultado final ha ratificado el cumplimiento de lo acordado, pues el trasvase se redujo a 130 hm3al año de media plurianual.
Y, de la misma manera, para la segunda fase (2023-2027) se acordó que la transferencia no superara los 90 hm3de media anual, una meta que está al alcance, como muestran los datos de los dos últimos años. “Estamos en buen camino, vamos a ir más allá de los planificado”, dice Paneque. Entre las nuevas aportaciones de agua que se esperan destacan las de la ampliación de la desalinizadora del Tordera y las de la generación de los caudales del tramo inferior del río Besòs, que en buena parte podrían estar disponibles entre 2027 y 2029.
¿Se puede prescindir del Ter?
¿Pero será posible prescindir algún día del trasvase del Ter de Barcelona? Este asunto no está ahora sobre la mesa, pero el volumen de los caudales trasvasados a partir del 2027 “tendría valores inferiores a los actuales”, admite Paneque.
Recortar el trasvase del Ter para Barcelona asegura una mejor disponibilidad de agua para riesgo en el Baix Ter, “en donde las comunidades de regantes han tenido que sufrir restricciones en la época de la sequía para dar prioridad al uso de agua doméstica”, señala la consellera.
La Taula del Ter también persigue además preservar la biodiversidad en el río, para lo cual incluye el mandato de mejorar el entorno fluvial y recuperar los bosques de ribera. Igualmente, se está haciendo un seguimiento para comprobar los daños de la sequía sobre calidad de los indicadores biológicos.
A la par, este año el compromiso es eliminar derivaciones de agua y otras barreras en la mitad del cauce que bloquean la conectividad fluvial. Ya se ha hecho la demolición de la derivación del salto hidroeléctrico de Can Buxó, entre Manlleu y Gurb, de dos metros de altura y 110 metros de largo.
Las discrepancias de la plataforma Aigua és Vida
La plataforma ciudadana Aigua és Vida considera, sin embargo, que “el caudal del río Ter sigue siendo desconsideradamente escaso” para cumplir todas sus funciones ecológicas, muy deterioradas tras las sucesivas sequías y pide que se reserve para su cauce “más de la mitad del agua que transporte”, como criterio general.
“El caudal que queda tras los diversos usos a los que se destina el río ni es lógico ni ecológico. Es triste que la solidaridad hídrica de la cuenca del río Ter reciba buenas palabras, mientras que la cruda realidad es que el río se está muriendo”, sostiene Pau Masramon, portavoz de esta entidad en Girona.
Pau Masramon, “se ha incumplido absolutamente el acuerdo de la Taula del Ter” en lo referente a la necesidad de alcanzar acuerdo conjunto de país, un Pacto Nacional del Agua. ERC no lo logró y el PSC habrá que verlo“.
Considera además este portavoz que ”el seguimiento de los acuerdos debería ser participativo, y no solo informativo“, así como que ”debemos poder tener todos los datos para colaborar mejor“”.

Crecida de las aguas del rio Ter a su paso por Les Masies de Roda
Presentados los planes de emergencia ante los riesgos derivados de la rotura de las presas
Por otra parte, el director de la Agència Catalana de l’Agua, Josep Lluís Armenter, presentó ayer los planes de emergencias de las presas de las cuencas internas, que prevén una inversión de 3,8 millones de euros.
Estos planes recogen las medidas que deben llevarse a cabo en caso de que se produzca una incidencia grave en una presa, de manera que definen las áreas que se podrían inundar y las normas de actuación e información a la ciudadanía y a las autoridades.
El objetivo es evacuar la zona de forma ordenada y sin riesgos. “Los primeros 30 minutos son vitales, ya que en caso de incidente, puede ser necesaria la evacuación de la población más cercana y que se encuentre dentro de la zona de inundación”, señaló Armenter.
El del embalse de Sau es el primer plan de emergencia que se implanta.