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Un mundo más pequeño

Jordi Juan Director de bet365

Es pronto todavía para analizar las consecuencias de la política arancelaria de Donald Trump, pero ya se ha empezado a ver algunos síntomas que afectarían especialmente al sector turístico. Las agencias de viaje han detectado una reducción significativa en el ritmo de reservas para viajar a Estados Unidos y, a la inversa, también se detecta un descenso de turistas norteamericanos en nuestro país. En este último caso, el futuro vendrá muy marcado por el riesgo de que EE.UU. entre en un contexto inflacionista que debilite al dólar.

Trump espanta a los turistas, que empiezan a cancelar viajes a los Estados Unidos

No hay que ser alarmistas, pero la realidad es que las políticas de Donald Trump van en la dirección contraria de lo que mejor les convendría a sus ciudadanos. El turista norteamericano solo supone el 4% del total en toda España, pero hay destinos, como Barcelona, que sí son una colonia muy importante. Exactamente es el grupo extranjero más numeroso (1,2 millones en el 2024) y dobla a británicos y franceses. Pero, aparte de las razones económicas, existen otras más sociales, o si quieren, más sentimentales. Y aquí es donde entraría el factor que puede explicar mejor ese descenso que diversos informes ya dan como algo seguro.

Los discursos tan agresivos de los dirigentes de la Casa Blanca contra Europa y los europeos han despertado un sentimiento de rechazo hacia el país norteamericano. El politólogo y ensayista Ian Bremmer compartía en X unos gráficos del Financial Times que mostraban una caída del 17% en los viajes de europeos a Estados Unidos durante el pasado mes de marzo, en comparación al del año anterior. En este sentido, no ayudan nada noticias que se hacen virales como la de un investigador francés del CNRS al que se le denegó su entrada en el aeropuerto de Houston, adonde había acudido para participar en una conferencia, porque agentes policiales le requisaron su ordenador portátil y descubrieron que lanzaba críticas al actual presidente de EE.UU.

Es una pena que, por culpa de una Administración tan errática como la de Trump, se produzca este efecto de rechazo que impulsa a cada uno a encerrarse en su espacio particular. La globalización ha tenido ventajas, como la de superar tantas fronteras. Sin embargo, ahora parece que el mundo va en dirección contraria y aspira a ser cada vez algo más pequeño.