Movimiento Sumar arrancó este sábado la asamblea estatal que celebra este fin de semana en Madrid –la segunda en apenas un año– en un intento de revitalizar un proyecto seriamente dañado tras un primer ciclo de vida mediocre en el que los sucesivos reveses electorales y las sonadas salidas de dirigentes nacionales, como las de Íñigo Errejón y Elizabeth Duval, han derivado en la pérdida de buena parte del exitoso botín electoral obtenido en su puesta de largo en las generales de 2023. Y lo hizo llamando a Podemos a un futuro “entendimiento” que logre recomponer y reforzar el espacio a la izquierda del PSOE con las suficientes garantías como para revalidar en 2027 el actual Gobierno de coalición.
La apertura de la jornada corrió a cargo de Ernest Urtasun y en ausencia de Yolanda Díaz que no compareció en todo el día y se reserva para hoy. El ministro de Cultura aprovechó para insuflar ánimos a los 483 delegados llegados a la localidad madrileña de Rivas prestos a redefinir los ejes identitarios del partido y debatir las 759 enmiendas planteadas a los documentos políticos y organizativos de la formación.
Yolanda Díaz no estuvo presente ayer en la asamblea y se reserva para hoy, la jornada de cierre
“La España progresista la estamos construyendo desde Sumar”, reivindicó Urtasun para presumir de que medidas como la subida del SMI y la reducción de la jornada laboral llevadas hasta el Consejo de Ministros por los cinco ministerios de Sumar son las que están “mejorando las condiciones de vida de los ciudadanos”.
Lo más disruptivo, no obstante, fue la interpelación a Podemos bajo la premisa de que “la pluralidad no está reñida con la unidad” y con el único objetivo de configurar una “propuesta unitaria que pueda parar a la extrema derecha”, como así sucediera en las últimas elecciones generales.
Sumar, de hecho, se ha comprometido a avanzar en su política de alianzas electorales para evitar “acuerdos de última hora tras enfrentamientos públicos”, en una alusión a las desavenencias en forma de vetos mantenidas con la formación morada para la confección de la lista del 23J y que, a la postre, derivaron en la salida del partido morado del grupo parlamentario plurinacional.
Sumar, de hecho, se ha comprometido a avanzar en su política de alianzas electorales para evitar “acuerdos de última hora tras enfrentamientos públicos”
El debate sobre el “entendimiento con las organizaciones políticas hermanas sin apriorismos y respetando la pluralidad de identidades” también copó buena parte de la jornada después de que, en el año y medio transcurrido desde la creación de Sumar, haya resultado imposible encajar los relatos de los respectivos socios en un discurso unificado en el que todas las partes se sintieran cómodas. Por lo que la pretensión inicial de Yolanda Díaz de conformar un partido paraguas que aglutinara, entre otros, a IU, Más Madrid, Catalunya en Comú o la Chunta ha quedado oficialmente enterrada para dar paso a un nuevo modelo de alianzas “en pie de igualdad” con los aliados y con la posibilidad de celebrar primarias.
En lo referente a los nuevos órganos de dirección, la lista oficialista, en la que se incluye la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, como número tres, se quedó sin rival por la falta de apoyos de la otra candidatura en liza promovida por militantes de Baleares.
Así que la actual secretaria de organización, Lara Hernández, y el portavoz económico y diputado, Carlos Martín, serán proclamados este domingo como nuevos coordinadores generales mientras que Díaz ocupará el cargo de coordinadora institucional a la espera que desvele si se postula para volver a ser la candidata nacional en las próximas elecciones generales.
Hacia una jornada laboral de 32 horas
Los nuevos documentos político y organizativo de aprobados por amplia mayoría definen a Sumar como una fuerza “laborista, ecosocialista, feminista, antirracista y plurinacional”.
Entre sus objetivos destacan la apuesta por “seguir avanzando” hasta la jornada laboral de 32 horas semanales así como garantizar una “herencia universal” con el objetivo de que cualquier joven tenga los recursos para “salir adelante, venga de la familia que venga” y la inclusión de la sigla ‘A+’ para incluir a los asexuales dentro del colectivo ‘LGTBIQ’.
El proyecto validado por los delegados también establece una batería de medidas que aspiran a lograr que la atención psicológica sea una prestación básica del sistema sanitario así como prohibir la compraventa de viviendas con fines especulativos.
En el apartado socioeconómico sobresale la iniciativa encaminada a establecer que las empresas repartan un porcentaje de beneficios a los trabajadores, así como la necesidad de democratizar el ámbito de las empresas mediante una nueva legislación que dé entrada a una representación de los empleados en el seno de los consejos de administración.