El espectador se encontr贸 con June (Elisabeth Moss) y Serena (Yvonne Strahovski) cara a cara en un tren abarrotado de gente y rumbo a Alaska, con sus hijos en brazos, para escapar de un Canad谩 cada vez menos receptivo a los refugiados llegados de Gilead. Las ideas del r茅gimen fundamentalista y natalista cristiano penetraban en el pa铆s considerado progresista. Hace 30 meses de ese momento de El cuento de la criada que promet铆a pasivo-agresividad y calidad.
La serie siempre sube el list贸n cuando las dos antagonistas comparten escena: ya ni se pueden nombrar todas las veces que se han maltratado, intentado matar o ayudado contra todo pron贸stico, en una din谩mica tan t贸xica como comprensible. Ahora toca ver, a partir del martes en Max, c贸mo se desarrolla la situaci贸n en el inicio de la sexta temporada, que debe concluir la historia de June para, m谩s adelante, continuar la historia con The Testaments, la secuela ya en producci贸n y ambientada 15 a帽os m谩s tarde.
Hace 30 meses que June y Serena se encontraron en un tren abarrotado, huyendo de un Canad谩 cada vez m谩s hostil con los refugiados
El resumen al inicio de la temporada es indispensable. Los retrasos en la producci贸n complican la labor de recordar en qu茅 punto se quedaron los personajes. Pero, en rasgos generales, estas son las tramas de la temporada. Luke (O-T Fagbenle) tiene que tomar nuevos riesgos despu茅s de matar al hombre que atropell贸 a su mujer.
T铆a Lydia (Ann Dowd) se siente defraudada por el sistema cuando ve que Janine (Madeline Brewer), su problem谩tica protegida, trabaja en un burdel: ella formaba criadas por una cuesti贸n de fe y con la seguridad de que ser铆an recompensadas por traer beb茅s al mundo. Nick (Max Minghella) se enfrenta a una futura paternidad con el coraz贸n dividido por tener a la mujer que ama de verdad y a su otra hija al otro lado de la frontera.
驴Es Serena el mejor personaje y es Yvonne Strahosvki la MVP de 'El cuento de la criada'? S铆.
En lo que se refiere a las protagonistas, June tiene claro que no descansar谩 hasta recuperar a su hija Hannah y derrocar Gilead mientras que Serena debe decidir hasta qu茅 punto la rep煤blica puede reformarse y ser el para铆so conservador que ella dise帽贸.
El cuento de la criada, que perdi贸 devotos tras arrasar en los premios Emmy como la mejor serie dram谩tica por su primera temporada, tiene su mejor arma promocional en el segundo mandato de Donald Trump. De repente, la idea de unos Estados Unidos reconvertidos en una dictadura machista no es tan descabellada. Lo que Margaret Atwood no pudo predecir en 1985 es que los pol铆ticos evang茅licos se unir铆an con los magnates tecnol贸gicos y los negacionistas clim谩ticos mientras que Gilead es precisamente sostenible a nivel medioambiental.
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Pero, m谩s all谩 de este desafortunado timing, lo que caracteriza el arranque de la temporada final es c贸mo el guionista Bruce Miller combate las peores tendencias de su obra. Los primeros planos de Elisabeth Moss, a pesar de mantenerse, no caen en el exceso. La trama, acusada tantas veces de repetirse, ralentizarse o no ir a ninguna parte, avanza. Y se agradece c贸mo controla un universo dif铆cil de explotar.
Cada vez que esta adaptaci贸n ha intentado expandirse, ha perdido credibilidad al ser incapaz de abordar la inmensidad de los nuevos escenarios. Recordemos la temporada en la que descubrimos que en Washington cortaban las lenguas de las criadas y que los Waterford eran comandantes de segunda dentro del organigrama de Gilead: la ficci贸n se tambale贸 y Miller decidi贸 olvidar ese intento de expansi贸n.
En cambio, El cuento de la criada funciona cuando asume que los personajes son veh铆culos simb贸licos a partir de los que puede vertebrar toda la historia y el discurso pol铆tico. En este sentido, el guion abraza esta naturaleza en los primeros cap铆tulos con entornos delimitados y centrados en los personajes. Un relato controlado, una criada en plena forma.