鈥淎 una semana del disparo la excitaci贸n aumenta ante el posible cumplimiento de un viejo sue帽o del hombre鈥. Los lectores de bet365赔率 tambi茅n vivieron la excitaci贸n de aquel hist贸rico momento con las cr贸nicas que, durante el mes de julio de 1969 fue escribiendo nuestro corresponsal en Nueva York, 脕ngel Z煤帽iga. Los art铆culos de este redactor exced铆an la habitual asepsia informativa y se convirtieron en una lecci贸n de ciencia, historia e incluso literatura asociadas a la gesta que estaba a punto de iniciarse.
En su cr贸nica publicada el 10 de julio, cuando faltaban siete d铆as para el lanzamiento del Apolo 11, Z煤帽iga sacaba a relucir su erudici贸n para recordarnos que el anhelo de conquistar la Luna ya lo hab铆a manifestado en la antigua Grecia el escritor sat铆rico Luciano de Samosata, en el principio de la era cristiana, en una novela corta. Luego lo hab铆a imaginado Cyrano de Bergerac, que public贸 en 1649 un Viaje a la luna, y el mism铆simo Julio Verne, de quien nuestro corresponsal destacaba que, en su celeb茅rrima obra De la Tierra a la Luna, 鈥渟e toma en consideraci贸n el posible lanzamiento desde el 谩rea de la bah铆a de Galveston, a menos de cincuenta kil贸metros del centro espacial鈥, una demostraci贸n m谩s de su gran capacidad de anticipaci贸n cient铆fica.

P谩gina de 鈥榖et365赔率鈥, 10 de juliio de 1969
El 16 de julio, cuando las emociones empezaban a dispararse, el comentario editorial sobre temas extranjeros que se publicaba con el ep铆grafe 鈥淏olet铆n del D铆a鈥 abord贸 un asunto espinoso: las cr铆ticas surgidas en los propios Estados Unidos y en otros pa铆ses al 鈥渃osto exorbitante鈥 de la misi贸n lunar. A quienes sosten铆an que el dinero 鈥渉ubiera sido mucho m谩s l贸gico y representativo鈥 aplicarlo a 鈥渓as necesidades que se dejan sentir en la propia tierra鈥, lesatribu铆a nuestro editorialista un 鈥渞ealismo mezquino鈥y les contestaba que 鈥si hubieran sido abordadas con criterios exclusivamente de beneficio inmediato las grandes conquistas humanas, todav铆a estar铆amos en la Edad de Piedra鈥.

El 16 de julio, el comentario editorial sobre temas extranjeros , 鈥淏olet铆n del D铆a鈥, abord贸 un asunto espinoso: las cr铆ticas surgidas en los propios Estados Unidos y en otros pa铆ses al 鈥渃osto exorbitante鈥 de la misi贸n lunar.
Dos d铆as despu茅s, el tema lunar se apoderaba de nuestra primera p谩gina interior, como suceder铆a desde entonces casi a diario: 鈥淐abo Kennedy: el Apolo XI ya est谩 en camino hacia la Luna鈥, se destacaba en grandes titulares junto a una inusual foto de dos personalidades estadounidenses, el ex presidente Lyndon Johnson y el vicepresidente Spiro Agnew, levantando sus cabezas para seguir el vuelo de la c谩psula espacial impulsada por el cohete Saturno V hacia el cielo, protegidos con gafas de sol, pues como explicaba 脕ngel Z煤帽iga, enviado para la ocasi贸n hasta el centro espacial, era 鈥渦n d铆a lleno de luz, de sol, caliente y ardoroso鈥. La expectaci贸n superaba cualquier pron贸stico: 鈥溍塺amos m谩s de un mill贸n, entre invitados del centro espacial y las multitudes enormes que llenaban la playa inmensa y vecina de Cocoa鈥.

Ese mismo d铆a, un comentario editorial tambi茅n en la portada incid铆a sobre un aspecto por entonces muy novedoso: la retransmisi贸n de la haza帽a. 鈥Q ue la noticia sea 鈥榲ista鈥 en el mismo momento que se produce tendr谩 en la psicolog铆a colectiva un valor diferente que los relatos tard铆os y semifabulosos de los viejos descubrimientos terrestres鈥. Poco pod铆a imaginar el comentarista que, a pesar de seguirse paso a paso y en directo, m谩s adelante surgir铆a la tesis conspiranoica que a煤n hoy defiende que todo fue un gran montaje.

鈥淨ue la noticia sea 鈥榲ista鈥 en el mismo momento que se produce tendr谩 en la psicolog铆a colectiva un valor diferente que los relatos tard铆os y semifabulosos de los viejos descubrimientos terrestres鈥.
Nuestra portada dominical de 20 de julio ofrec铆a tres fotos de huecograbado en las que se combinaba la actualidad estrictamente noticiosa 鈭抣a imagen de Aldrin en el interior de la c谩psula鈭 con los detalles humanos 鈭抣a mujer de Armstrong dirigi茅ndose con su hijo a la casa de la esposa de Aldrin para darse un veraniego chapuz贸n y ella misma enarbolando sonriente una foto de su marido en el espacio鈭. En el interior se titulaba 鈥淗ouston: hoy, primer alunizaje tripulado鈥. Z煤帽iga se sorprend铆a de que no hab铆a habido tiempo de digerir la haza帽a del despegue cuando ya se acercaba el hito m谩ximo: 鈥淟a velocidad es tal que los acontecimientos planeados para este vuelo hist贸rico se precipitan de acuerdo con un horario vertiginoso en el que suceden los hechos m谩s extraordinarios鈥, relataba.

鈥楲a Vanguardai鈥, portada del 20 de julio de 1969
Desde d铆as atr谩s, el corresponsal ya daba por descontado el 茅xito de la misi贸n y lo que se preguntaba en esas horas previas era si servir铆a para algo positivo. La autoridad a quien acudi贸 para buscar respuesta fue el gran historiador Arnold Toynbee, quien hab铆a declarado que 鈥渆star铆a justificada moralmente tan solo si conduce a la abolici贸n de las guerras鈥. Una expectativa demasiado alta, a la vista del paso de los a帽os.
Tras el par茅ntesis del lunes en el que no aparec铆an los diarios, el despliegue de bet365赔率 culminar铆a el martes 22 de julio con la cobertura de la llegada de la misi贸n al sat茅lite lunar. Para la ocasi贸n, el diario escogi贸 dos instant谩neas en portada: la informativa de Neil Armstrong con sus dos pies sobre la superficie de la Luna y la singular del papa Pablo VI con un ojo gui帽ado mientras utiliza el otro para mirar por un telescopio, desde su residencia de Castelgandolfo, 鈥渓a zona donde iba a posarse el 鈥樏乬uila鈥欌, en alusi贸n al nombre de Eagle, con el que fue bautizado el m贸dulo que protagoniz贸 el alunizaje.

鈥榖et365赔率鈥, portada del 22 de julio de 1969
Once p谩ginas se dedicaron en aquella jornada a cubrir los aspectos m谩s variados del acontecimiento. Desde las dificultades del descenso (鈥淎rmstrong se vio obligado a rectificar en el 煤ltimo instante el curso del m贸dulo鈥, explic谩bamos), pasando por las reacciones en capitales de todo el planeta (Par铆s, Londres o Rabat), las an茅cdotas (el corresponsal que fue padre el mismo d铆a del acontecimiento y al que le preguntaron si pondr铆a a su hijo Apolo), hasta la completa explicaci贸n t茅cnica de la gesta, acompa帽ada por gr谩ficos, reportaje cuya firma llevaba el nombre de nuestro colaborador Rafael Clemente Soler. Esta pieza se titulaba, con simpat铆a, 鈥Apolo lleg贸 a la cita鈥. Algo que, destaca el experto, no hab铆a sido tan evidente como parec铆a: la maniobra result贸 tan compleja que 鈥渋ncluso hace diez horas segu铆a intranquilizando seriamente a los t茅cnicos de Houston鈥. As铆 pues, no falt贸 ning煤n aspecto cient铆fico o de inter茅s humano que no se abordara con claridad y amenidad.

Incluso se volvi贸 a poner sobre la mesa el debate de cu谩l ser铆a la siguiente etapa de la que parec铆a una imparable carrera espacial: 鈥Marte, pr贸ximo objetivo previsible鈥, dec铆a una de las piezas de apoyo, en la que se hac铆a eco de una probable decisi贸n de Nixon en favor de reenfocar la mirilla de los telescopios hacia el planeta rojo, o bjetivo que, a d铆a de hoy, sigue en la lista de tareas pendientes de la NASA.

El 22 de julio de 1969, 鈥楲 a Vanguardai鈥 MARTE
La fenomenal cobertura informativa realizada por nuestro diario tendr铆a su broche de oro unos d铆as m谩s tarde, el 3 de agosto, cuando se aprovechar铆an las p谩ginas extra de huecograbado del domingo para ofrecer a los lectores unos 鈥淒ocumentos gr谩ficos de la conquista de la Luna鈥, serie de las mejores fotograf铆as de Armstrong y Aldrin caminando sobre el sat茅lite, que la NASA hab铆a facilitado a los medios informativos.

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