Que en Japón se puede comer bien y por poco dinero en casi cualquier lugar suele ser una de esas cosas que sorprende a quien visita por primera vez el país. Es verdad que la lista de rarezas es larga, pero que en un aeropuerto, una estación de servicio o un tren los precios no se disparen y la calidad caiga en picado es algo que está en las antípodas de lo que estamos acostumbrados. El caso de los trenes es especialmente interesante porque las cajas de comida que se compran para comer en ellos, los ekiben, tienen nombre propio, tiendas especializadas, rankings de los mejores del país y todo un universo alrededor.
Los llamados trenes bala (shinkansen) son seguramente el medio de transporte más conocido de Japón. Su extensa y eficiente red es la forma más rápida y cómoda de moverse por el país. Tokio y Kioto están separados por 450 kilómetros, pero cada 20 minutos sale uno de estos veloces trenes que une ambas ciudades en poco más de dos horas en el caso de los Nozomi, los más rápidos para este trayecto.
Sus formas aerodinámicas y, sobre todo, la extrema puntualidad, son de sobra conocidas. De hecho, se suele decir que no hace falta saber el nombre de la estación: si te dicen que a las 10:12 te bajes es porque a esa hora justa estarás en el destino que sea. Y no es una exageración.
¿Y qué se come en los trenes? No hay cafetería y muchas veces tampoco venta a bordo, así que lo habitual es que cada uno se llevé el menú. Onigiris -esas bolas o triángulos de arroz con algún relleno- o sándwiches son lo más socorrido y económico, pero para vivir completa la experiencia nipona en tren, lo suyo es amenizar el viaje con un obento.

Las personas compran antes de subir al tren su propio menú
El 'obento' de la estación
Hablamos de esas cajas de comida donde diversos ingredientes están perfectamente ordenados y en las que se suele cuidar no sólo la calidad de cada elemento, sino también la variedad y la presentación para que resulten visualmente muy atractivas. No obstante, si el bento se compra en una estación de tren para viajar, técnicamente se trata de un ekiben, una palabra resultante de unir estación (eki) y bento.
Una categoría propia que en las estaciones más grandes del país tienen tiendas especializadas con una oferta realmente impresionante: decenas, a veces centenares, de cajas diferentes y donde arroces, carnes, pescados, encurtidos, verduras se combinan en esta suerte de platos combinados para llevar. Y para triunfar en Instagram, dada su maravillosa presentación.
“En la estación de Tokio hay una tienda que vende 200 tipos de ekiben con especialidades de todo Japón y así puedes probar platos locales de otros lugares del país, aunque tu viaje empiece en la capital”, explica Laura Tomàs de Japonismo, el medio de referencia sobre viajes a Japón.
¿Entonces cuál es la diferente entre un bento y un ekiben? Ni los platos, ni el tamaño, ni el precio… Simplemente que el segundo se vende en las estaciones de tren o en los propios trenes. Así de sencillo y de japonés. ¿Y si compramos una de estas cajas en otro sitio o en alguna de las infinitas tiendas de conveniencia que están por todas partes y lo comemos en el tren se convierte en un ekiben? Técnicamente no.

Diferentes menús
El invento y la popularidad del ekiben van de la mano de los viajes en tren en Japón. Así lo recuerdan desde Japan Rail Club, una entidad de East Japan Railway Company, la principal compañía de trenes del país. “No hay registro oficial del primer ekiben, pero la teoría más popular dice que fue en la estación de Utsunomiya el 16 de julio de 1887 y consistía en dos sencillas bolas de arroz con daikon encurtido”, explican.
Ekiben, normas de uso
Con precios que en general suelen moverse entre los 700 yenes los más sencillos y 1500 yenes los más grandes o elaborados (entre 5 y 10 euros al cambio actual) hay que tener claro, que montarse el picnic con un ekiben y algo de beber en el tren sólo se hace en los citados shinkansen y en los Limited express, advierten desde Japonismo.
Comer en trenes locales o los “rapid” que suelen llevar asientos enfrentados está muy mal visto. Por supuesto, tampoco se come en el metro y la red de trenes de las ciudades donde ni siquiera se supone que deberíamos ir bebiendo un café. Ni hablando, por cierto.

Una persona disfruta su ekiben mientras viaja en tren
Por ejemplo, en la estación de Kioto hay varias tiendas que venden ekiben, con un surtido realmente amplio. Si la elección de la caja se alarga ante la superlativa oferta y el tiempo de más que requiere tirar de traductor del móvil para intentar saber qué se va a comer, tampoco hay problema.
La buena noticia es que en el caso de viajar sin asientos numerados -ligeramente más económico- es posible subirse a cualquier tren de la ruta, aunque se haya elegido un horario concreto al comprar los billetes. La elección, más llevados por el surtido y la apariencia que por saber qué era, resultó ser estupenda: una bonita caja con nueve espacios en donde había varias raciones de arroz con otros ingredientes, huevo, tortilla, pescado a la brasa, un pincho con albóndigas, verduras encurtidas… Un menú más que suficiente para una persona.
A la ida de este mismo trayecto, en la estación de Shinagawa, una de las más grandes de Tokio, no hubo tanto margen y el tema se resolvió con un sencillo ekiben de arroz con un tontaktsu (chuleta de cerdo rebozada) encima.
Una buena manera de quitar el hambre y recordar el arte japonés para empanar y mantener tierna y rica comida ya preparada. Incluso fría, porque en la mayoría de los casos estos ekiben se toman así. “Lo de comerlo a temperatura ambiente a alguno le provoca dudas, pero existen ekiben que tienen un sistema de autocalentado muy curioso”, recuerda Tomàs.

Algunos ekiben tienen sistema de autocalentado
¿Algún consejo para elegir? Quienes se lo tomen realmente en serio pueden consultar los rankings y concursos que seleccionan los mejores ekiben de cada estación. Pero es evidente que harían falta muchos viajes en tren para poder probar la inabarcable variedad. Los masuzushi -una suerte de sushi prensado- de Toyama, los elaborados con wagyu o con cangrejo de nieve son algunas de las opciones más gourmet que recomiendan probar de Japonismo.
También es verdad que los ekiben surgieron en un momento en el que los viajes en tren duraban mucho más que ahora y que se trataba más de una necesidad logística que gastronómica. Pero, instaurados entre las costumbres culinarias del país, es algo que definitivamente hay que probar cuando se viaja en tren por Japón.