Las grandes cadenas de supermercados de Europa se han convertido en marcas de referencia entre la población. Su presencia va más allá de la propia venta de alimentos. Algunas de estas cadenas están trabajando duro para que su identidad abarque mucho más que lo que se ve en los estantes de sus establecimientos. Y a algunos les está funcionando muy bien.

Fuente: Atlas
Prueba de ello es toda la locura que se ha desatado en torno a la línea de ropa con diseño corporativo que lanzó Lidl en algunos países de Europa en primavera. La colección estaba formada por camisetas, calcetines, chanclas y unas zapatillas que con el paso de las semanas se han convertido en una especie de objeto de culto. Dichas zapatillas, que se vendían por unos 12,99 €, se pueden encontrar ahora en webs de segunda mano por 110 € o incluso 500 €.
No está del todo claro a qué se debe esta pasión por la línea de ropa de Lidl. Algunos apuntan a que puede ser una moda pasajera o simplemente que los precios de los productos son muy bajos. Por otro lado, hay que tener en cuenta que la marca Lidl tiene una gran presencia en toda Europa y son muchos los clientes fieles a la cadena de supermercados.