El pediatra Carlos González habla sin tapujos sobre lo que sufren los hijos de padres divorciados: “Es un hecho comprobado, independientemente de su edad”
PATERNIDAD
El experto destaca que los padres deberían ser extremadamente cuidadosos con lo que dicen delante de sus hijos

Carlos González es un reconocido pediatra y escritor

Cuando los padres se separan, los hijos no solo ven partir a una pareja, ven quebrarse el mundo que conocían. Para ellos, el hogar no es solo un espacio físico, sino una red de seguridad emocional. El divorcio puede generar confusión, tristeza, miedo e incluso culpa, aunque no les corresponda cargar con nada de eso.
Carlos González, pediatra de referencia en España y defensor de la crianza respetuosa, ha compartido en un vídeo de TikTok una reflexión que invita a reflexionar lo mucho que sufren los hijos en el divorcio de sus padres.

Es importante ser cuidados con lo que se dice delante de los hijos
Lo pasan mal, independientemente de la edad que tengan. El experto afirma que está científicamente probado y demostrado que los niños de padres divorciados lo pasan mal: “Lo pasan mal los de dos años, los de siete y lo pasan mal los de quince. Por distintos motivos, pero lo pasan mal”, empieza diciendo.

Los más pequeños tienden a sentirse culpables. González advierte a los padres que los niños recuerdan las frases que les hemos dicho en un momento de furia. Algunos ejemplos son: “Es que me tienes harto”, “no puedo más” o “estoy cansado de ver cómo lo haces todo mal”, comenta.

Culpa. Los niños tienden a recordar todas estas frases y es habitual que terminen creyendo que uno de sus dos progenitores se fue por su culpa.
ڱ澱ó. Los niños muchas veces no entienden del todo lo que sucede, pero sienten cada palabra no dicha, cada silencio, cada tensión. No les duele solo la separación, sino la incertidumbre, los cambios abruptos y, a veces, sentirse en medio de una batalla que no eligieron. Un divorcio puede doler, pero no tiene por qué destruir. Los hijos no necesitan padres perfectos, sino adultos conscientes que les aseguren que, aunque la familia cambie de forma, el amor por ellos permanece intacto.