Emilio Duró, empresario: “La felicidad no viene de lo que tienes, sino de cómo piensas”
MENTE
Entederlo te da libertad para vivir con más calma, autenticidad y confianza en ti mismo

Emilio Duró en ROCA PROJECT con Carlos Roca.

Vivimos convencidos de que vemos el mundo como es, cuando en realidad lo vemos como somos. La realidad, lejos de ser un concepto absoluto, es muchas veces una construcción personal, tejida con hilos de experiencia, emociones, creencias y contexto.
Emilio Duró es un empresario, consultor y conferenciante español reconocido por su labor en el ámbito de la motivación y el desarrollo personal. En una de sus intervenciones en el canal de Roca Project ha hablado sobre cómo la realidad es una cuestión de perspectiva.

“Somos más indulgentes con los demás que con nosotros mismos”
Cuestiona tus pensamientos automáticos. Muchas veces te juzgas con dureza sin darte cuenta. Aprende a observar tus ideas sin tomarlas como verdades absolutas: “Somos más indulgentes con los demás que con nosotros mismos”, empieza diciendo Duró.
Acepta que no hay una única realidad. Cada persona interpreta lo que ve según su historia, sus emociones y sus creencias. Eso lo cambia todo: “La vida no es real. El 95% de lo que vemos es mentira. La mente crea su propia realidad”, afirma el experto

Deja de buscar validación externa. No necesitas la aprobación de los demás para sentirte válido. La opinión más importante es la que tú tienes sobre ti.
La felicidad no viene de lo que tienes, sino de cómo piensas. Hay personas con todo que se sienten vacías, y otras con poco que viven en paz. Aprende a mirar dentro: “Si la realidad depende de forma de pensar, entiendes porque hay gente que lo tiene todo y no es feliz, y gente no tiene nada y es feliz”, termina diciendo.
ڱ澱ó. En un mundo cada vez más polarizado, reconocer que nuestra percepción es solo una parte del todo puede ser el primer paso hacia un diálogo más profundo, una convivencia más tolerante y una vida más consciente. Si la realidad cambia según los ojos que la miran, tal vez lo más sabio no sea imponer nuestra mirada, sino aprender a ver desde otros ángulos.