Del 27 al 30 de marzo tuvo lugar la primera Feria del Cómic de Madrid en Matadero. Todos los agentes implicados están de acuerdo en que fue un gran éxito. Los editores y los libreros alucinaron con que se agotaran muchos títulos disponibles; y los autores no cesaron de dedicar su obra.
Las claves del fenómeno son múltiples. Aunque se trataba de una primera edición, el festival está sostenido por tradiciones fuertes: las librerías, especializadas y no, son muy numerosas en la capital; y el músculo de la Feria del Libro, que este año celebra su 84.º aniversario, está bien entrenado.

Ambiente en la 43.ª edición del salón Comic Barcelona
Si esta se celebra en el pulmón tradicional de la capital, el parque del Retiro, la de cómic se ha convocado en un centro cultural más abierto a los nuevos lenguajes y capaz de invocar a multitudes, ubicado en un nuevo polo metropolitano, Madrid Río, ideal para unas jornadas de sol después de varios meses de lluvia. Además, no había que pagar entrada.
La pandemia reforzó el mercado del tebeo, un formato difícil de disfrutar en pantalla. Gracias al manga, el cómic infantil y la novela gráfica cada vez cuenta con más público. La dirección general del Libro, del Cómic y de la Lectura ha anunciado ayudas por un millón de euros para la creación en viñetas. La Feria del Cómic de Madrid ha superado todas las expectativas. El salón Manga Barcelona no deja de crecer; también la venta en Sant Jordi. El Cómic Barcelona que este año ha vuelto a tener menos asistentes que antes de la covid debe tomar decisiones fuertes. Es urgente.