La presentación de Diagonal Manhattande Xavier Bosch (Barcelona, 1967) es un poco redundante. ¿De qué trata? De una chica de Barcelona, hija del publicista Brauli Leveroni, que realiza una estancia de un año en una agencia de Estados Unidos. ¿Qué palabras aparecen en la cubierta del libro, sobre la fotografía del Puente de Manhattan? Diagonal y Manhattan. En las guardas (el papel que une la cubierta con las páginas impresas) han colocado un tapiz con el logo de I love NY de Milton Glaser (para la agencia de una mujer: Mary Wells Lawrence, aprendo leyendo a Bosch). Aunque es de 1977 conecta con 1989, la época de la acción: bet365 estrenaba diseño de Milton Glaser, Barcelona encaraba los Juegos Olímpicos y el I love NY era una obsesión icónica.
Cada capítulo se abre con un epígrafe de un publicista, un fotógrafo o alguien de la farándula. Uno de estos epígrafes, que me llama especialmente la atención, es de Jef Richards, profesor de la Universidad de Michigan, uno de los llamados gurús de la publicidad: “La creatividad sin estrategia se llama arte. La creatividad con estrategia se llama publicidad”. ¿Xavier Bosch se cree esto en serio? En el mundo de hoy, los artistas más artistas tienen una estrategia. Y ya no digamos los escritores. ¿Hay alguno que no tenga en la cabeza una idea de cómo vender la moto? Y no digamos los autores de ese tipo de libros que no sé nunca como hay que llamar: ¿comerciales, para el gran público, best sellers?
⁄ Para la trama sentimental utiliza una madera más densa, con el conflicto entre dos queridas
Soy lector de los artículos de Xavier Bosch –los que tratan de la actualidad y los del Barça– y me gustan, a veces mucho. Las novelas que he leído –no las he leído todas– también me han gustado, como lo que son: narraciones de temas cosmopolitas, muy contemporáneas, ambientadas en una Barcelona que no aparece en los libros porque en general los escritores no se saben mover en ella y la desconocen. Cuando habla de países extranjeros, es un hombre viajado y lo cuenta sin desbarrar. Les tramas sexuales, de negocios, criminales, están bien trabadas. Bosch escribe con naturalidad. Y cuando proyecta su experiencia personal tiene intensidad, morbosa a veces. En su género me parece un autor respetable y que haya tenido éxito creo que nos favorece colectivamente.
Diagonal Manhattan es una lectura rápida y entretenida. Siempre aprendes algo -como se las arregló una chica acabada de llegar para crear el logo de Nike o la historia del Rolex de la tenista Steffi Graff-, entiendes la mecánica de una negociación entre un estudio y una institución estatal que quiere cambiar su imagen casposa. Cuando describe una fiestorra en Nueva York, con la è de la è, te lo tragas. Para la trama sentimental utiliza una madera más densa: la relación de Brauli Leveroni primero con una de aquellas modelos extranjeras que llegaban a Barcelona en los años de Studio Pomés y, de mayor, con dos amoríos, el conflicto con la responsable de Medios del estudio, que no quiere ser una querida. La relación amorosa entre la hija del publicista, Edda, y la famosa Bianca B. Miller, es convincente. La parte del estudio de Nueva York y el conflicto de la chica con los compañeros de trabajo –un clásico de la vida de oficina– está bien visto y contado. Hay partes más satíricas, con nombres cambiados grotescos, que deben corresponder a off the reccord divertidos, cuando habla de campañas de pañales y vinos castizos.
⁄ ¿Por qué tantas tramas secundarias que alargan innecesariamente el libro y le roban parte de la tensión?
No entiendo algunas cosas. La primera es por qué la historia pasa en 1989. Si lees una novela de actualidad es porque quieres que hable de actualidad. No sé si tiene mucho sentido que te expliquen la persecución de la homosexualidad en Estados Unidos hace treinta y cinco años. La segunda: ¿por qué tantas tramas secundarias que alargan innecesariamente el libro y le roban tensión? Por ejemplo, el publicitario está muy preocupado porque en esos días sale de la cárcel un atracador al que denunció en una ronda de reconocimiento. Puedo justificar esta historia diciendo que habla de la suerte: mientras a uno lo agarran, los otros empiezan a hacer la publicidad del banco. Pero si esa historia desapareciera de la novela ¿pasaría algo?
En cualquier caso: un candidato al libro más vendido de Sant Jordi y un escritor con margen de mejora.
Xavier Bosch
DiagonalManhattan
Columna.584 páginas.23,90 euros