El Barça tuvo que picar mucha piedra para llevarse el derbi barcelonés en la Liga F y mantener la distancia de cinco puntos en el liderato. Le complicó muchísimo la vida el Espanyol, que planteó un cerrojazo para tener opciones hasta el final, y llegó a mantener la portería a salvo durante 72 minutos.
Pere Romeu sacudió el banquillo y los cambios le salieron a pedir de boca: las recién incorporadas Brugts, con un centro rematado por Graham Hansen, y Salma Paralluelo fueron decisivas en la victoria con dos goles en tres minutos.
Un ataque y gol infructuoso
De buen inicio, el Espanyol plantó el autobús para alargar su supervivencia bloqueando el juego blaugrana
Después de encajar la primera derrota en casa en seis años (desde el 2019) contra el penúltimo, el Levante, el equipo de Pere Romeu salió al campo de la Ciutat Esportiva Dani Jarque con ímpetu y ambición, dispuesto a encarrilar un duelo que amenazaba con emboscada, con el rival parapetado con orden atrás.
Fue Kika Nazareth, con un remate de cabeza a centro de Clàudia Pina, quien lanzó el primera aviso al minuto de juego. Su remate se fue muy desviado. Pero el Barça mostró sus intenciones: dominar el balón y lanzarse a por el gol.
La intención de Sara Monforte era llegar vivas al final del partido, alargarlo lo máximo con un buen orden defensivo y cerrando bien por dentro para impedir el juego de elaboración del Barça.
Viendo la complicación de acercarse con toques a la portería de Romy Salvador, el conjunto blaugrana tuvo que tirar de repertorio. Mapi León lo intentaba con un tiro de larga distancia (m. 13), sin puntería, y a continuación recurría al balón parado, un córner cerrado, que Salvador resolvió evitando un autogol de su defensa (m. 15).