Le cuesta demasiado al Barça sumar victorias, tampoco lo hizo en la pista del Real Madrid en su regreso a la competición tras su dolorosa derrota en la Copa del Rey. Tenías muchas bajas, es cierto, pero también lo es que estuvo en el partido hasta el final. De hecho, alcanzó el último tramo igualado en el marcador (86-86) pero no supo sacar provecho de ese extraordinario trabajo, y se fue derrotado de un clásico por séptima ocasión consecutiva. Sin duda, de todas ellas, esta debe ser la más útil para volver a creer en sus posibilidades.
No concuerdan los resultados de este Barça con sus ansias por competir, eso es indudable. Incluso en los peores escenarios, como era sin duda el que se dibujaba ayer en el Movistar Arena, Peñarroya y los suyos han sido capaces de dar la cara. Ahí dentro el alma competitiva sigue intacta, seguramente los problemas acechan desde otros ámbitos.