El segundo gran intento del BBVA de compra de Banc Sabadell cumple esta semana un año, y la celebración coincidirá con el cierre de una de las etapas de la opa. Tras casi once meses de análisis, cinco de ellos en segunda fase, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se reunirá este lunes y miércoles para aprobar, en uno de los dos encuentros, el expediente de la concentración. Será con condiciones en principio asumibles por el BBVA y previsiblemente sin unanimidad en la sala de Competencia encargada de tomar la decisión.
Este trámite será el pistoletazo de salida para el tramo final de la opa, que no estará exento de incertidumbre: a la intervención del Gobierno se suman las dudas sobre el calendario y los posibles efectos de la crisis arancelaria sobre una operación bancaria de este calibre. La errática política de Donald Trump puede disuadir a algún accionista del banco catalán de canjear sus títulos por los de una entidad, el BBVA, muy expuesta a México.
Con la CNMC a punto, el Sabadell puede esgrimir estos días una acción a pleno rendimiento. La evolución bursátil conserva su ímpetu alcista y alcanza un precio objetivo, conforme al consenso de los analistas, de 2,77 euros, un 8% más que la cotización actual y un 51% por encima del momento en que se lanzó la opa. Desde el banco sostienen que el rendimiento bursátil deja sin sentido la oferta del BBVA. Los fondos arbitrajistas dedicados a arañar réditos en empresas opadas condenadas a la venta apenas tienen ahora presencia en el capital y el Sabadell dispone aún de artillería. Como la opa se prolonga, todavía está a tiempo de anunciar un nuevo dividendo e incluso de ilusionar a los accionistas con un plan estratégico a tres años.
El BBVA insiste en que no mejorará el precio y confía en resolver la compra antes de las vacaciones
El trámite de Competencia puede desgastar la opa, ya sea en la CNMC o durante el posterior análisis del Gobierno. La sala de Competencia, presidida por Cani Fernández, está dividida y a la previsible falta de unanimidad se suma incluso la posibilidad de que se presenten votos particulares en contra. La sala está enfrentada en torno al diagnóstico y los remedios que el BBVA debería aplicar, de modo que no hay certeza de que hoy se tome la decisión. En todo caso, tendría que hacerlo el miércoles, que es la fecha tope elegida. Es probable que la CNMC endurezca los compromisos ya presentados por el BBVA sin llegar a plantear condiciones estructurales, como las perseguidas por el Sabadell, que pasan por la venta de activos.
El calendario inicial del banco comprador ha quedado desmontado por completo y, a la espera de la decisión de la CNMC, hay incluso dudas acerca de si el desenlace de la opa podría quedar pospuesto hasta después de agosto.
Tras Competencia, llegará el momento del Gobierno, que podría poner condiciones adicionales. El Ministerio de DzԴdzí tiene quince días desde el fallo de la CNMC para decidir si entra a analizar el caso con el objeto de que, en el plazo de un mes, el Consejo de Ministros imponga condiciones adicionales por motivos de interés general ajenos a la defensa de la competencia. Prácticamente desde que se planteó la opa, el Gobierno ha insistido en su preocupación acerca de sus efectos sobre la competencia y la cohesión territorial.
Competencia aprueba hoy o el miércoles la operación con condiciones y sin unanimidad en la sala
La previsión ahora es que en la primera quincena de junio se superen todos los trámites regulatorios, incluido el visto bueno de la CNMV, lo que permitiría lanzar la opa ese mismo mes. El plazo de aceptación es de entre 15 y 70 días y el principal riesgo para el BBVA estaría en adentrarse en el periodo vacacional. Como los accionistas deben aprobar expresamente el canje, una opa en julio o en agosto puede coger a muchos de ellos despistados y reducir la probabilidad de éxito. El BBVA confía en cerrar la compra antes del periodo estival. Mañana presentará los resultados del primer trimestre y podría dar alguna nueva indicación al respecto. Insiste en que no mejorará el precio de la opa.
El banco comprador entiende que la oferta es atractiva y asegura que será sensible con las pymes, que son las principales afectadas por la eventual pérdida de competencia. Dice que sin la oferta, la acción del Sabadell no se sostendría. El banco catalán pone en valor, en cambio, un proyecto independiente capaz de obtener beneficios récord y convencer a los accionistas. La prima de la opa ha sido, salvo ocasiones puntuales, negativa desde el 20 de enero, lo que demuestra, a su juicio, que el mercado apuesta por su gestión en solitario.