-Siento el peso del mundo sobre mis espaldas -dice Simone Biles (24).
Menudo panorama: Usain Bolt y Michael Phelps la han dejado sola en la cumbre.
Las piernas de Biles la proyectan hacia arriba como catapultas, fascinante criatura que trasciende el presente para elevarse hacia el futuro, pero el mundo pesa mucho y lleva una pandemia consigo, y Simone Biles siente el peso sobre las espaldas.

Simone Biles conversa con Thomas Bach, presidente del COI, este martes en Tokio tras el concurso por equipos
A los ojos de la gimnasia artística, del olimpismo en general, Biles es una bendición.
En la pequeñez de Simone Biles (1,42 m), cuádruple oro olímpico y seis veces campeona del mundo, se asienta el mundo entero: la necesitamos porque necesitamos leyendas, héroes que nos inspiren, y Biles genera un aura magnética cuando penetra en el pabellón, silueta negra de largos brazos y piernas como rocas que se mueve entre especialistas más altas, en su mayoría blancas o asiáticas.