Alejado del lujo y la modernidad de los nuevos tiempos, Vallecas, un estadio modesto que conecta como pocos con la realidad del barrio en el que nació, es un reducto vivo de una época pretérita. Este anciano recinto roído por sus propias vivencias vio ayer como el Espanyol se deshizo de todas sus ataduras a domicilio para dar rienda suelta a un fútbol ofensivo que hacía años que no practicaba. Una exhibición primorosa que acabó con cuatro goles, pero que mereció un resultado escandaloso. La evidencia definitiva de que el Espanyol, si mantiene la flechita hacia arriba, será equipo de Primera División el año que viene.Avisó en la previa González de que había preparado “cuatro cosas” para superar la intensa presión de los madrileños. Y en cuanto el partido se sumergió en esa disputa, las cuatro cosas transformaron cada robo en el centro del campo en una ocasión clara. Un vendaval imparable ante el que nada pudo hacer un Rayo que pelea por entrar en Europa.
Antoniu Roca, novedad ayer junto a Edu Expósito, tuvo la primera ocasión, pero solo ante Batalla chutó fuera. Antes del cuarto de hora, Cabrera hizo el primero de cabeza al saque de un córner. No faltó a su cita con el gol el Espanyol, que ha marcado en todos los partidos de este 2025. Y solo cuatro minutos después, los errores de Pathé Ciss y de Aridane permitieron a Puado regalar el segundo a Roberto, que definió con precisión ante Batalla.
Cabrera y Roberto abren la fiesta en un primer tiempo colosal
Sobrepasado por el resultado y por la gran disposición de su rival, los locales intentaron volcarse sobre la portería de Joan García, pero tras cada pérdida Urko, Edu Expósito, Roca y Puado combinaban con mucha sencillez para plantarse en el área de Batalla. Así, Puado, Carlos Romero y Roberto dispusieron de nuevas ocasiones de esas que en Primera División no se pueden fallar. El descanso llegó en el mejor momento del Espanyol, que no quería que la noche terminase nunca.
La reacción de Iñigo Pérez fue retirar a un central y asumir más riesgos. Y su apuesta provocó que la segunda parte fuese un acoso y derribo constante sobre la portería de Joan García. Tardó poco De Frutos en mandar el balón a la escuadra, pero hasta allí llegó la mano de Joan García. Cerró filas el Espanyol para plantarse en su frontal mientras Manolo González iba introduciendo elementos defensivos. El balón merodeó siempre el área, pero las ocasiones claras no aparecieron.
Roberto dispuso de otra buena ocasión, pero falló el disparo y Pathé Ciss se lo llevó por delante. El VAR llamó a Hernández Hernández, que señaló el penalti residual. Puado sentenció el partido desde los once metros. Y antes del final, Pere Milla completó la fiesta perica en Vallecas con el cuarto.
La noche más plácida del Espanyol llegó en el primero de los cuatro partidos que tiene que jugar fuera de casa en este mes de abril. Un triunfo que le permite dejar a cinco puntos el descenso. Pero más allá de los rivales, este equipo se ha demostrado que puede ganar en cualquier campo y a cualquier equipo. Sonríe el españolismo, que mira lo que queda de curso con más optimismo.
Ficha técnica
Rayo Vallecano, 0 - Espanyol, 4
0 - Rayo Vallecano: Batalla; Andrei, Aridane ('Pacha' Espino, m.46), Lejeune, Chavarría (Raúl de Tomás, m.75); Pathé Ciss (Trejo, m.85), Pedro Díaz; Álvaro, Unai López (Embarba, m.75), De Frutos; y Nteka (Isi, m.46).
4 - Espanyol: Joan García; El Hilali, Kumbulla, Cabrera, Carlos Romero; Pol Lozano (Kral, m.64), Urko, Edu Expósito (Aguado, m.83), Roca (Calero, m.56), Puado (Jofre, m.83) y Roberto Fernández (Pere Milla, m.83).
Goles: 0-1: M.12 Cabrera; 0-2: M.16 Roberto Fernández; 0-3: M.72 Puado, de penalti; 0-4: M.90 Pere Milla.
Árbitro: Alejandro José Hernández Hernández (Comité Las Palmas). Amonestó a Chavarría (m.28), Pathé Ciss (70), del Rayo; y a Pol Lozano (55), Pere Milla (87), del Espanyol.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 30 de LaLiga EA Sports disputado en el Estadio de Vallecas ante 11.905 espectadores.