La força d'un sentiment es el eslogan que utiliza el Espanyol para definir su idiosincrasia y desde este martes es el principal argumento para evitar el descenso, encarnado ese mensaje en el nuevo inquilino del banquillo, Luis García, ídolo del españolismo tras su etapa como jugador entre los años 2005 y 2011. El asturiano, flanqueado al inicio de su presentación por Mao Ye y Domingo Catoira, transmitió seguridad en cada una de sus palabras e irradió ilusión con su sonrisa de oreja a oreja. "Estoy como un niño el día de Reyes", reconoció. El consejero delegado del club se encargó de recordar que el técnico es de la "familia" perica, pero el director deportivo matizó que su fichaje no responde solo a un aspecto emocional, sino también a su "capacitación y determinación" mostradas en sus inicios en la banda con el juvenil de la Damm y esta temporada con el RSC Internacional, tercer equipo del Real Madrid.
Las avivadas tertulias en el Auditori Juan Segura Palomares a la espera de la llegada del nuevo entrenador contrastaron con el silencio que precedió al acto de despedida de Diego Martínez. Del triste epílogo de un proyecto fallido se pasó a la expectación por el fichaje de un técnico al que de primeras se le valora, sobre todo, su pasado perico más allá de su pedigrí. Podría haberse negado, confiado en que apareciera una opción en otra situación más oportuna, con más experiencia a sus espaldas, pero el ovetense no titubeó ante la posibilidad de volver a su "casa". "En el momento en que me llamaron no tuve ninguna duda", explicó, aunque asegurando que le "hubiera encantado que Diego Martínez siguiera y el equipo estuviera fenomenal". Ese cariño hacia la entidad blanquiazul lo mostró con Rafa Marañón, también icono del Espanyol, al que abrazó hasta tres veces cuando recibió un libro con la historia del club, un regalo habitual para los recién llegados.
En el momento en que me llamaron no tuve ninguna duda"
Esa convicción podría haber sido una fachada, yendo la procesión por dentro antes de afrontar el "reto más importante" de su vida, con el equipo en el descenso a falta de 11 jornadas. Sin embargo, la botella junto al micrófono, esa por la que paga la marca de agua para que salga en el tiro de cámara, confirmó que no va de farol. Los nervios y la retahíla de mensajes que lanzó habría resecado la boca de cualquiera, pero a García le bastó un simple trago antes de la comparecencia para responder la veintena de preguntas de los periodistas.
"Si renunciara a mis principios me traicionaría. Sé en la situación que estamos y hay que simplificar algunas cosas. No hay tiempo. Un entrenador de élite intenta amoldar esos ingredientes a lo que le gusta. Estoy feliz con lo que tengo", declaró el autor de la frase "lo mejor de Barcelona es ser del Espanyol", pronunciada, entre lágrimas, el día de su despedida como jugador perico.

Presentación de Luís Garcia, nuevo entrenador del RCD Espanyol. Cornellà, 4 de Abril de 2023
Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, fue el primer nombre propio que pronunció, al que le agradeció haberle facilitado la salida del club blanco. Fue en Chamartín donde forjó su carácter de luchador, de "pelear hasta el final", ese mismo que quiere transmitir a una plantilla con una "gran cultura de trabajo", como intuyó en su primer contacto con los jugadores en su primer entrenamiento este martes. "Hay que tener tranquilidad. He visto un vestuario comprometido y con rabia contenida porque no han salido las cosas. Quieren revancha. Son futbolistas de máximo nivel. El jugador debe ser responsable de la situación pero debe fluir y flotar en el terreno de juego. Hay que ser valientes", aseguró.