El Real Madrid tomó mínima ventaja en el derbi en un partido muy igualado, resuelto con golazos, en el que los dos tuvieron sus momentos y en el que se jugó siendo ambos muy conscientes de que la eliminatoria se iba a resolver en el Metropolitano. Como en los dos últimos derbis, todo se resolvió por detalles y por una vez no hubo polémicas arbitrales. Pesó el factor Bernabéu y la Champions, donde los colchoneros no han sabido aún imponerse a los blancos.
El Atlético venía más amenazante y no fue para tanto. El Madrid, como el día ante el City, se encontró un gol muy pronto, pero no supo manejar el resultado, dejó crecer al Atlético hasta que este se le subió a las barbas.
La sorpresa en el once
Valverde de lateral
Fue un Madrid con una única sorpresa en la alineación. Valverde salió de lateral derecho y el centro del campo fue muy físico, con Tchouaméni, Camavinga y Brahim, que estuvo bastante perdido en el primer tiempo. Modric descansó, quizás por culpa del esfuerzo y su mal partido en el Villamarín. ¿Quién le iba a decir al madridismo hace unos meses que iba a echar tanto de menos a Ceballos). En días como estos el Madrid lamentó la ausencia de Bellingham, autoexpulsado por una tarjeta absurda ante los de Guardiola cuando todo estaba ya resuelto.
El partido se puso de cara para los blancos muy pronto. En el minuto cuatro marcó Rodrygo, de nuevo en su salsa en esta competición, que se fue muy bien de Galán y marcó de tiro ajustado al palo, un remate que cogió comba y fue imposible para Oblak. Galán no ha tenido suerte estos días. La semana pasada tuvo que vérselas con Lamine Yamal y hoy con Rodrygo, el más inspirado del Madrid. Galán es un lateral que no entraba en los planes de Simeone, que prefiría la versatilidad de Riquelme, pero el extremeño le ha ganado la partida por sus características más defensivas.
La crecida del Atlético
El centro del campo rojiblanco se impone
El Madrid tuvo diez minutos para marcar un segundo gol, con el Atlético aturdido. Rodrygo pidió penalti pero ni el árbitro francés Clement Turpin ni el VAR lo vieron así.
Pasado ese primer cuarto de hora el Atlético se recompuso y empezó a hacerse con el dominio del balón. El Madrid dio un paso atrás. Juntó defensa y centro del campo y esperó su momento para lanzar la contra, pero ese momento no vino en toda la primera parte, en la que Oblak fue un espectador más.
El Madrid no consiguió robar balones porque el Atlético triangulaba bien y poco a poco fue metiendo al Madrid en su área por el empuje de sus centrocampistas, con Griezmann bajando a recibir y metiéndose entre líneas.
El empate
Golazo de la araña
Cuando el Madrid tenía el balón se le veía las costuras en su ataque en estático ante defensas cerradas, incapaz de encontrar un hueco y con el Atlético llevando más peligro. Concretó su mejor juego con un golazo de Julián Álvarez, al que le sale todo, un caracoleo por el pico del área que cerró con un remate a la escuadra que acalló al Bernabéu.
Corría el minuto 32 y tampoco el Atlético aprovechó su momento para intentar dar la vuelta al marcador. Primó el fútbol control, más preocupados los dos en no perder la eliminatoria que en ganarla. Tampoco Courtois tuvo que intervenir más en todo el primer tiempo.
La segunda parte
Brahim decide
La segunda parte empezó con los mismos protagonistas. De nuevo el Atlético parecía mejor colocado, sus posesiones de balón eran más largas y el Madrid daba la impresión de solo buscar transiciones verticales.
Sin embargo, en su primera aproximación de verdad peligrosa al área de Oblak el Madrid marcó y también en una jugada individual, esta vez de Brahim, que en un palmo de terreno regateó a Giménez y supo cruzar muy bien el balón entre un bosque de piernas.
El gol en contra enrabietó al Atlético, que se fue a por el empate decidido. Griezman tuvo la primera ocasión con un remate que sacó Courtois,
El Madrid necesitaba más control en el centro del campo y a la hora de juego Ancelotti quitó a Camavinga por Modric, un cambio que parecía cantado. Simeone reaccionó enseguida sacando a su hijo por Gallagher y a Lino por Nahuel Molina.
Los cambios parecieron favorecer más al Madrid, que empezó a presionar más arriba. En el 70 Simeone cambió a Griezmann por Le Normand, en otra de sus decisiones muy suyas, que arregló muy pronto al meter a dos delanteros de refresco, Correa y Sorloth por De Paul y Pablo Barrios.
Los minutos finales
El Atlético se salvó de un tercer gol
Los últimos minutos sobraron con los dos contendientes más o menos conformes con el resultado, pero el Madrid desperdició al final por precipitación un par de ocasiones bastante claras que le hubieran hecho ir más tranquilo al Metropolitano la semana que viene, en una vuelta que promete emociones fuertes.