La pegada salvó al Madrid ante un valiente Rayo, que pese a sus muchas bajas plantó cara a los blancos en el Bernabéu que con su victoria aprovechó el tropezón del Atlético en el Coliseum y se puso con los mismos puntos que el Barcelona, estos con un partido menos.
Fue un Madrid con pocas rotaciones y que fue de más a menos. Las ausencias fueron las de Courtois, Rüdiger y Valverde, todos con molestias. Volvió al once Bellingham tras sus partidos de sanción y arriba no se tocó a Vinícius, Rodrygo y Mbappé, pero sí a Brahim, que venía siendo el más entonado.
Sensaciones encontradas
Vinícius y Mbappé, algo mejor
El partido dejó en el equipo de Ancelotti sensaciones encontradas. Si la prueba consistía en si Vinícius y Mbappé regresaban a su mejor nivel la cosa funcionó bastante bien, pero el Madrid no fue un equipo muy afinado en lo colectivo y volvió a dejar otra vez lagunas inquietantes en defensa, donde Alaba parece muy lejos de sus mejores tiempos y se compenetró peor con Asencio. El canario también cometió algún error, como una cesión atrás que casi le cuesta un gol a Lunin.
El Rayo de esta temporada volvió a ser uno de esos equipos que da gusto ver jugar. Venía sin gente muy importante, como Isi Palazón. Nteka, Mumim, De Frutos o Camello, casi todos ellos titulares y le dio un poco igual. Ya lo había dicho la víspera Íñigo Pérez, que el equipo de la franja no iba a perder su identidad, tiraría la línea muy arriba e iba a jugar de tú a tú al Madrid en el Bernabéu.
El Madrid empezó entonado, con Vinícius volviendo loco a su marcador. Se acercó varias veces con peligro al área de Augusto Batalla pero no marcó y el Rayo poco a poco se fue quedando con el balón.
Lo mejor
El golazo de Vinícius
Las ocasiones se fueron alternando de portería a portería. Aridane falló un cabezazo tras un córner y el Madrid tuvo la más clara en un chutazo de Vinícius que Batalla desvió al palo en una gran estirada.
En ese toma y daca el Madrid impuso su calidad para marcar por dos veces en solo cuatro minutos. En el 29 Vinícius puso un balón profundo a Mbappé, que consiguió irse de Lejune y batió a Batalla de tiro cruzado.
En el 33 llegó el turno de Vinícius en una jugada de gran crak, la mejor del partido, una sucesión de recortes y bicicletas que terminó en el segundo gol.
No es el Rayo equipo que se desmaye ante los contratiempos y se fue para arriba con mucha gente. Aunque Mbappé falló el tercero tras un error de Batalla, los de la franja encontraron su gol en el tiempo añadido en un chutazo de Pedro Diaz que botó tras la línea de gol tras pegar en el travesaño y ser concedido el tanto por el VAR.
La segunda parte
El Bernabéu silbó a su equipo
La segunda parte empezó sin cambio de jugadores y al Madrid el balón no le duraba mucho. El Rayo seguía a lo suyo, con la defensa muy adelantada, buscando la posesión y yéndose arriba con mucha gente en cuanto robaba.
El partido resultaba incierto por lo corto del marcador. El Madrid no encontraba la fórmula de marcar el gol de la tranquilidad y el Rayo pasaba los minutos muy vivo y amenazaba en cuanto podía.
Vinícius lo intentaba una y otra vez por su banda pero pecaba de individualismo y Mbappé parecía mucho más desconectado del juego que en la primera parte. Rodrygo no había aportado nada en todo el partido, en uno de sus día peores.
A partir de la hora de juego, los silbidos empezaron a aparecer de forma discreta en el Bernabéu. El Madrid pudo marcar en un mano a mano de Vinícius, pero el brasileño prefirió un piscinazo a un remate y la ocasión se perdió.
Salió Valverde por Rodrygo para oxigenar el centro del campo de los blancos y se entró en el último cuarto de hora con un Bernabéu nervioso y un Madrid más interesado en conservar el resultado que en ampliarlo. Ancelotti reforzó la idea al meter a Camavinga por Mbappé. El Rayo lo intentó hasta el final. Silbó el Bernabéu, pero el Madrid amarró la victoria sin mucho desgaste.