El conflicto accionarial en el Grupo Prisa escala. El conglomerado empresarial ha anunciado en la tarde de este martes el lanzamiento de una ampliación de capital para poder captar 40 millones mediante la emisión de hasta 108 millones de nuevas acciones ordinarias a un precio de 0,10 euros. Estos títulos representan el 9,95% del capital social actual. El movimiento ha sido impulsado por el máximo accionista, el fondo Amber Capital, de Joseph Oughourlian, que ha compartido la decisión con el consejo de administración a escasos minutos de su comienzo. El grupo opositor prepara ya una cadena de litigios en los tribunales y organismos reguladorescontra el empresario francoarmenio.
La ampliación de capital de Prisa cuenta con dos condiciones. En primer lugar, está ligada a la refinanciación. “El aumento de capital se configura como un nuevo instrumento para reducir la deuda financiera sindicada”, señala la compañía en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Los 40 millones de la ampliación de capital serán utilizados, en concreto, para cancelar una parte de la deuda global de la compañía. Y añade Prisa: “Dicha cancelación se trata de una condición suspensiva para la formalización de la nueva refinanciación de la deuda financiera sindicada actual” del grupo Prisa, una condición exigida por el fondo Pimco. El movimiento abre la puerta a formalizar, por tanto, la nueva refinanciación.
La segunda condición de la ampliación de capital es que se dirija a inversores externos. Es decir, los actuales accionistas no tendrán opción de acudir a la misma.La entidad colocadora será JB CapitalMarkets, la firma presidida por Javier Botín, hermano de la presidenta del Banco Santander, que ya ha recibido esta orden. Se diluye así, por tanto, el peso de los accionistas actuales.
El movimiento de Oughourlian (29,8% del capital) de hoy lo que hace es elevar el conflicto interno en Prisa. Acentuar, en definitiva, un problema de gobernanza que tiene una solución incierta. La tensión ha sido evidente en el consejo de administración.
El grupo de empresarios españoles que, hasta ahora, dispone del 17% del capital, está dispuesto a dar la batalla contra el principal accionista. Este conglomerado está compuesto por Global Alconaba, de Andrés Varela Entrecanales; Adolfo Utor, dueño de Balearia; Diego Prieto, presidente del grupo SSG. Hoy han votado en contra de la decisión que ha tomado el consejo de administración y preparan un nuevo movimiento tras lo ocurrido hoy.
El problema de relaciones accionariales en Prisa escala y pasa a convertirse en un conflicto en tribunales y reguladores
La ampliación de capital, denuncian fuentes próximas a los accionistas españoles, ha sido presentada minutos antes del consejo. Y con la refinanciación de la deuda, añaden, ha ocurrido algo similar. El grupo nacional, por tanto, prepara una reacción en cadena de recusaciones y litigios antes organismos reguladores y tribunales por la actuación de Ourghulian.
El problema de relaciones accionariales en Prisa toma, por tanto, una nueva dimensión: de haber sido, hasta ahora, una batalla empresarial y política, a convertirse en un conflicto en tribunales y reguladores.