Las empresas espa帽olas que se atreven a competir en el mercado internacional tienen un gran m茅rito. La pol铆tica diplom谩tica del gobierno de coalici贸n progresista ayuda poco, por no decir que supone un serio inconveniente. El 煤ltimo episodio ha sido la amenaza de Sumar de abandonar el Ejecutivo si Espa帽a compra 15 millones de balas por 6,6 millones de euros a Israel.
Pedro S谩nchez ha sido calificado por el Financial Times como uno de los dirigentes m谩s de izquierdas de Europa, lo cual no hace especialmente feliz al presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La decisi贸n de ser uno de los primeros pa铆ses de la UE en reconocer a Palestina ha levantado ampollas y tendr谩 consecuencias comerciales. Como las tuvo dejar de apoyar al Frente Polisario, que nos ha enfrentado a Argelia. Esta pol铆tica exterior tan 鈥渃oherente ideol贸gicamente鈥�, seg煤n el ministro Jos茅 Manuel Albares, tiene un precio. La necesidad de S谩nchez de mostrarse como el m谩s progresista para contentar a sus aliados coloca a Espa帽a en situaciones delicadas. As铆 se ha percibido de su viaje a China sacando pecho en lugar de eludir posicionarse en el enfrentamiento con EE.UU.
Dependencia
Los europeos no lograremos autonom铆a militar antes del 2035. Hay que elegir: ej茅rcito o estado del bienestar
El principal objetivo de Trump con su pol铆tica de aranceles y de rearme no es otra que aislar a China. Una estrategia que cuenta con el apoyo de la mayor铆a de americanos, que perciben con temor el declive del imperio americano en favor del gigante asi谩tico. Esto es lo que hace que el segundo periodo de Trump constituya un cambio de paradigma. Muy probablemente la llamada guerra de aranceles se limite a una subida generalizada del 10% que les permita equilibrar su balanza de pagos y reducir su fuerte deuda. La excepci贸n va a estar con China a quien s铆 se quiere cortar las alas. Se acab贸 que sea la f谩brica del mundo con capital y tecnolog铆a occidental. Y para lograrlo Trump exigir谩 a sus socios europeos que se apunten a las restricciones a los productos chinos. No nos costar谩 mucho dado el d茅ficit comercial que tiene con la UE. De hecho, ya se hab铆a empezado poni茅ndoles un arancel del 35% a sus coches el茅ctricos.
Mas all谩 del ruido medi谩tico que han producido los cien primeros d铆as de Trump, lo cierto es que EE.UU y la UE se necesitan m谩s de lo que se cree. No hay que olvidar que por muy antip谩ticos que nos caigan los norteamericanos, nos salvaron en dos guerras mundiales y que compartimos los mismos valores occidentales y democr谩ticos. Lo mismo sucede con la defensa, que est谩 directamente ligado al econ贸mico. Sorprende que quien fuera secretario general del PSOE y vicepresidente de la CE, Joaqu铆n Almunia, afirme que Europa tiene que comprender que Estados Unidos es nuestro enemigo. Una afirmaci贸n muy arriesgada que comparte pr谩cticamente toda la izquierda y buena parte de la sociedad espa帽ola.
La realidad es que Europa no podr铆a defenderse por s铆 misma sin la ayuda norteamericana. Existe un amplio consenso en que la OTAN no tendr铆a sentido si la abandonan los americanos y que los europeos no lograremos autonom铆a militar antes del 2035, por lo menos. Sin olvidar su coste econ贸mico, unos 800.000 millones para empezar. Dif铆cilmente se puede tener un ej茅rcito europeo y un estado del bienestar. Hay que elegir. Ahora, el 67% del armamento se importa de EE.UU. y los 30.000 soldados que tienen destacados en el Viejo Continente 鈥搎ue podr铆an llegar a 150.000 en un mes鈥� son imprescindibles para nuestra defensa, no por su n煤mero sino por su capacidad de acci贸n coordinada bajo un mando 煤nico.
S谩nchez deber铆a refrescar aquello de que el amigo de mi enemigo es mi enemigo. Los americanos no olvidan los agravios y, si no, que se lo pregunten a Zapatero cuando se neg贸 a levantarse al paso de la bandera americana.