En el corazón de Terrassa, Vallés Carpintería ha sabido abrirse camino en el sector de la carpintería a medida en tan solo una década. Fundada en 2015, la empresa nació del esfuerzo de su fundador, Rubén Vallés, quien tras varios años trabajando por su cuenta, vio la oportunidad de crecer y dar un paso adelante. Al prever la envergadura que la compañía podía alcanzar, su esposa, Marta Medina, se unió al proyecto para liderar el área financiera como directora de contabilidad. Lo que comenzó en un pequeño local en la colonia Güell con un equipo reducido, hoy se ha convertido en una carpintería de referencia con más de 20 empleados y proyectos en toda España y Europa.
Un crecimiento basado en la especialización y la adaptabilidad
Desde sus inicios, Vallés Carpintería ha apostado por la evolución constante, adaptándose a las necesidades del mercado y apostando por la profesionalización del sector. A diferencia de otras carpinterías tradicionales, la empresa trabaja exclusivamente para interioristas y arquitectos, materializando sus diseños con precisión y sin limitaciones.

Un crecimiento basado en la especialización y la adaptabilidad
“Nosotros entendemos que somos intermediarios entre un interiorista y un cliente final”, explica Vallés. “Para este público es fundamental que les ofrezcamos soluciones rápidas, creativas y, sobre todo, viables”.
Este enfoque ha permitido a la empresa consolidarse en diversos sectores, desde el diseño de mobiliario a medida hasta la fabricación de interiores comerciales para tiendas y restaurantes. Recientemente, incluso han incursionado en el diseño de interiores para cámpers, demostrando su capacidad de adaptación a nichos de mercado en crecimiento.
Artesanía y tecnología: una combinación que marca la diferencia
Uno de los aspectos que distingue a Vallés Carpintería es su equilibrio entre la artesanía y la tecnología. Aunque el trabajo artesanal sigue siendo el alma de la empresa, la incorporación de tecnologías avanzadas ha permitido mejorar la precisión y eficiencia en cada proyecto.

Uno de los aspectos que distingue a Vallés Carpintería es su equilibrio entre la artesanía y la tecnología.
“Hasta 2020 trabajábamos de manera mucho más tradicional, pero nos dimos cuenta de que para poder abarcar la demanda teníamos que evolucionar”, explica. Hoy, la empresa cuenta con software 3D, CAD/CAM y maquinaria de control numérico, lo que les permite planificar cada pieza con máximo detalle antes de entrar en producción. Además, disponen de una oficina técnica altamente cualificada y con un equipo amplio de profesionales, alineados con los estándares del sector, para llevar a cabo cada proyecto con la máxima precisión. “Dibujamos al milímetro, simulamos los montajes y evitamos errores antes de cortar la primera pieza de madera. Esto nos da una garantía de calidad que antes era impensable”. señala.
A pesar de esta modernización, la empresa mantiene el carácter artesanal que la distingue. “No trabajamos en serie ni en grandes cadenas de producción, pero aplicamos la organización y eficiencia de una fábrica”, comenta. “Pensamos como una gran industria, pero ejecutamos como un taller de artesanos”.

“No trabajamos en serie ni en grandes cadenas de producción, pero aplicamos la organización y eficiencia de una fábrica”
Cada proyecto que emprenden es un reto. Desde tiendas de diseño hasta estructuras complejas, Vallés Carpintería ha trabajado en propuestas que han exigido creatividad y precisión. “Nos encanta cuando un arquitecto nos trae una idea loca y nos pregunta: '¿Esto se puede hacer?'. Ahí es cuando entramos en acción”, cuenta el fundador. “Buscamos la manera de hacerlo realidad, sin decir nunca que no a priori”.
Uno de sus proyectos recientes más emocionantes es el prototipo de una tienda en Lisboa con un diseño especialmente singular. “Ha sido un reto brutal, pero también una aventura. Nos obliga a salir de nuestra zona de confort y a pensar en soluciones que no habíamos explorado antes”, asegura.
Mirando al futuro sin perder la esencia
Tras una década de crecimiento, Vallés Carpintería mira hacia el futuro con el objetivo de seguir evolucionando sin perder su esencia. “Nos preocupa que, a medida que crecemos, perdamos el trato cercano con nuestros clientes”, admite Vallés. “Trabajamos con arquitectos e interioristas que llevan con nosotros desde el principio. Para ellos, nuestra carpintería es como su casa, y queremos que siga siendo así”.
El reto ahora es encontrar el equilibrio entre crecimiento y cercanía, entre innovación y tradición. Lo que está claro es que Vallés Carpintería ha demostrado que con pasión, dedicación y una mente abierta al cambio, es posible crear una empresa sólida, creativa y con mucho futuro.
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Web:
Correo electrónico:presupuestos@vallescarpinteria.com
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