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Marius Borg Høiby, investigado por otro delito sexual en casa de su madre

Familia real noruega

El hijo de la princesa Mette-Marit de Noruega no cesa en la espiral de tropelías en la que lleva inmerso desde agosto

Marius Borg Høiby junto a su madre,la princesa Mette-Marit de Noruega.

Julian Parker / Getty

La espiral dedelitos, quebrantamiento y fugas en la queMarius Borg Høiby lleva inmerso desde el pasado mes de agosto todavía no ha llegado a su fin.El hijo que la princesa Mette-Marit de Noruega tuvo antes de casarse se enfrenta a una nueva investigación policial por otro delito sexual que supuestamente ocurrió en la residencia de Haakon Magnus y Mette-Marit de Noruega, el denominado palacio de Skaugum.

Según el medio noruego Dagbladet, esta víctima es amiga de otra de las mujeres que también acusa aMarius Borg de violación, e inicialmente ella tenía la condición de testigo en el caso de violación que involucra a su amiga. El medio también especifica que esta fechoría por la que se investiga aBorg fue citada por la policía como un “delito sexual”, así que podría tratarse desde un comportamiento sexualmente ofensivo hasta la violación.

Marius Borg junto a los principales miembros de la familia real noruega.

LISE ASERUD / AFP

En resumen, actualmente se le imputan abusos a tres exnovias conocidas Juliane Snekkestad (29), Nora Haukland (27) y Rebecca Helberg Arntsen (24). Esta última fue quien destapó el caso al declarar sobre el altercado nocturno ocurrido en un apartamento del barrio Frogner, en Oslo, por el que Borg fue arrestado la primera vez el 4 de agosto.

También se investigan amenazas contra un hombre de unos 20 años; varios quebrantamientos delas órdenes de alejamiento con prohibición de visitas y contactos contra Rebecca Helberg Arntsen; otra violación auna mujer de unos 20 años el pasado mes de marzoen el apartamento de la mujer en Oslo; y un delito sexualhacia una mujer de unos 20 años en Skaugum el 26 de septiembre de este año, menos de dos semanas después de que fuera detenido por segunda vez.

Marius Borg Høiby junto ala princesa Mette-Marit de Noruega.

LISE ASERUD / AFP

Esta última mujer, en una sorprendente declaración a través de su abogada,Gunhild Vehusheia, ha querido aclarar que no se sintió violada y ha pedido a la fiscalía que se levante la orden de alejamiento que pesa entre Borg y ella. Mientras que la policía sigue investigando estos hechos,Vehusheia confirmó previamente a Dagbladet que no fue la propia mujer quien denunció el incidente, sino que su cliente había cooperado con la policía y esta se entiende que actuó de oficio.

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Estas revelaciones se conocen pocos días después de la fuga de Borg de una clínica de desintoxicación en Londres y de un nuevo quebrantamiento de una orden de alejamiento.

Marius Borg Høiby ha sido etiquetado en el pasado como la oveja negra de la familia real noruega por sus conocidos problemas

El hijastro del futuro rey noruego confesó en un comunicado la semana siguiente de su detención haber agredido a una joven en su apartamento de Oslo mientras estaba bajo los efectos del alcohol y la cocaína. En el comunicado emitido a través de su abogado, Høiby admitió la gravedad de sus acciones y afirmó que “nunca debió haber ocurrido”.

Borg aseguró padecer “varias dolencias psíquicas” que le generaron desafíos tanto en la adolescencia como en la adultez, así como su alcoholemia. Aunque ha recibido tratamiento en el pasado, Borg dijo en ese momento que continuaría con el proceso terapéutico y se lo tomaría en serio, pero de momento no ha sido así.A pesar de su admisión de culpabilidad, el hijo de Mette-Marit enfatizó que sus problemas de salud mental y abuso de sustancias no justificaban lo ocurrido, y expresó su voluntad de asumir plena responsabilidad por sus actos y colaborar con la investigación policial en curso.

Marius Borg Høiby ha sido etiquetado en el pasado como la oveja negra de la familia real noruega por sus conocidos problemas. Según medios noruegos, las fotografías tomadas en la casa de su amante en Oslo después de la discusión mostraban un cuchillo clavado en la pared y una lámpara de araña rota.