Todo empezó con dos pequeñas falanges: las del dedo pulgar, un diminuto milagro evolutivo al que debemos la capacidad humana de crear con las manos. Sin pulgares, los grandes artistas del Cinquecento no habrían sido capaces de reproducir el cuerpo humano con su inigualable sentido de la belleza y del equilibrio; ni los escultores del Siglo de Oro habrían podido sostener las herramientas con las que tallaron y policromaron sus espectaculares figuras; ni la Bauhaus habría enseñado artesanía en su revolucionaria escuela de artes y oficios, porque nunca habrían existido las artes ni los oficios. Ni siquiera habría sonado el clic que congela el instante en una fotografía.
Cuando visiten las exposiciones que les recomendamos este mes, o disfruten de cualquier otra manifestación artística o tecnológica, recuerden lo lejos que las manos han llevado a la humanidad desde la prehistoria hasta hoy. Y cuídenselas, que este mes suele hacer frío.
Tiempos inciertos. Alemania entre guerras
Vanguardias
. P.º del Prado, 36. Madrid. Tel.: 91 330 73 00. Fechas: hasta el 16 de febrero

'Grupo de casas en primavera'. Johannes Itten, 1916
Europa emergió de la Primera Guerra Mundial con profundas heridas. Cayeron imperios y se derribaron certezas. En la derrotada Alemania, paradójicamente, ese trauma cristalizó en un brote de exuberancia creativa. En la República de Weimar, la escasez, la inflación, los conflictos sociales y la desigualdad convivieron con la intensa vida nocturna y los aires de libertad de los locos años veinte.
Si todo era volátil, todo podía reinventarse. Las mujeres adquieren el derecho a votar, Walter Benjamin reflexiona sobre la reproducción mecánica del arte, Fritz Lang filma pesadillas futuristas, George Grosz pinta la angustia de la posguerra y la vida urbana, los profesores de la Bauhaus inventan maneras de trasladar el arte a lo cotidiano.
El Tercer Reich pondría fin a catorce años de efervescencia artística.
Darse la mano. Escultura y color en el Siglo de Oro
Barroco
. P.º del Prado, s/n. Madrid. Tel.: 91 330 28 00. Fechas: hasta el 2 de marzo

'Los primeros pasos de Jesús', terracota policromada de Luisa Roldán, la Roldana, c. 1692-1704
Ignorando que las estatuas de la Antigüedad estaban, en realidad, policromadas, el Renacimiento puso de moda el mármol desnudo. Tal vez como reacción, el color invadió la escultura religiosa del Barroco, acentuando la vistosidad y dramatismo de retablos y pasos procesionales. Esculturas de Francisco Salzillo, Luisa Roldán, Alonso Berruguete o Juan de Juni, entre otros, dialogan en esta muestra con óleos de su tiempo, demostrando que lo espiritual no está reñido con lo teatral.
Nicolás Muller: Belleza y compromiso
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(RABASF). Alcalá, 13. Madrid. Tel.: 91 524 08 64. Fechas: hasta el 2 de marzo

'Desnudo', Nicolás Muller, áԲ, 1940.
Húngaro y judío, como sus contemporáneos Robert Capa, Brassaï o Moholy-Nagy, Nicolás Muller (1913-2000) huyó del nazismo y se vio obligado a reinventarse: de París a Oporto, de Oporto a áԲ, de áԲ a Madrid, donde frecuentó la tertulia del café Gijón.
Además de retratar a Pío Baroja, Gabriel Celaya o Gerardo Diego, Muller recorrió la España de la posguerra plasmando sus paisajes, su arquitectura y sus gentes, antes de jubilarse en Asturias. Hoy en día se le considera, junto a Francesc Català-Roca, uno de los representantes más destacados de la fotografía española.
Las manos mágicas
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. P.º Sierra de Atapuerca, s/n. Burgos. Tel.: 947 42 10 00. Fechas: hasta finales de marzo

Brazo, Sima de los Huesos
La bipedestación, el primer gran logro de la evolución humana, nos permitió alcanzar el segundo: el desarrollo de las manos. Al liberar sus extremidades delanteras y completarlas con pulgares oponibles, los homínidos pudieron usar las manos para crear herramientas, joyas y arte. Sin manos, no habríamos inventado la tecnología. Tal vez por ello, algunas de las primeras pinturas rupestres son huellas palmares.
La exposición incluye varios huesos de Homo antecessor y una falange con más de 1.200.000 años de antigüedad procedente de la Sima del Elefante, que se muestra al público por primera vez.
Michelangelo, Leonardo, Raphael: Florence, c. 1504
Renacimiento
Burlington House, Piccadilly. Londres (Reino Unido). Tel.: +44 20 7300 8090. Fechas: hasta el 16 de febrero

'La Virgen con el Niño y el infante san Juan Bautista' ('La Madonna de Esterhazy'), Rafael c. 1508.
En 1504, tres gigantes coincidieron en la bellísima ciudad de los Medici. Leonardo da Vinci había recibido el encargo de pintar un mural sobre la batalla de Anghiari en el ayuntamiento; a Miguel Ángel le pidieron que lo acompañara con un fresco sobre la batalla de Cascina. Ambos proyectos quedaron en nada, pero la rivalidad artística estaba servida. Entretanto, un jovencísimo Rafael llegaba a Florencia para aprender de sus ídolos. La Royal Academy explora este triángulo de amor-odio entre los tres titanes renacentistas a partir de óleos, dibujos y relieves.