En un laboratorio de Texas, los científicos de Colossal Biosciences han logrado modificar genéticamente ratones para que desarrollen un pelaje grueso y lanudo, similar al de los mamuts prehistóricos. Este experimento, realizado mediante la edición de siete genes en embriones de ratón, busca demostrar que es posible reintroducir rasgos de especies extintas en animales modernos. La empresa considera este avance como una prueba de concepto para la “desextinción funcional”, un enfoque que no pretende clonar especies desaparecidas, sino recuperar sus características esenciales dentro de organismos vivos actuales.
Beth Shapiro, científica jefe de Colossal Biosciences, explica que el objetivo era desarrollar la capacidad de supervivencia en climas fríos, enfocándose en la relación entre el crecimiento del pelaje y el metabolismo de las grasas. Para ello, los investigadores analizaron información genética de mamuts y la compararon con la de los ratones, identificando genes clave que influyen en la aparición de un pelaje denso. A diferencia de experimentos previos, este trabajo combina por primera vez múltiples modificaciones genéticas en un solo organismo, permitiendo que estos ratones presenten una adaptación extrema al frío.
El siguiente paso en esta investigación es aplicar la misma técnica en elefantes asiáticos, los parientes vivos más cercanos de los mamuts lanudos. La meta es diseñar una variante de elefante capaz de sobrevivir en hábitats árticos mediante la reintroducción de genes específicos de los mamuts. Sin embargo, la propuesta ha generado escepticismo en la comunidad científica. Expertos como Vincent Lynch, biólogo de la Universidad de Buffalo, argumentan que introducir mutaciones en un animal moderno no equivale a revivir una especie extinta. Además, el proyecto enfrenta desafíos éticos y regulatorios, especialmente debido al estatus de peligro de extinción de los elefantes asiáticos, lo que plantea interrogantes sobre la viabilidad y el impacto de esta iniciativa en la conservación de la biodiversidad.