Estados Unidos ha pausado el suministro de inteligencia a Ucrania, un flujo crucial de información que ha permitido a Kyiv monitorear los movimientos de tropas rusas y fijar objetivos en tres años de guerra de resistencia. Además, ha pedido a Reino Unido que también deje de proporcionar la información compartida entre Londres y el Pentágono. Es otra consecuencia del encontronazo televisado en el despacho oval el viernes pasado entre el presidente ucraniano Volodímir Zelenski con su homólogo estadounidense, Donald Trump, y el vicepresidente J.D. Vance.
La Casa Blanca ya ordenó el lunes al Pentágono suspender toda la ayuda militar que había sido aprobada y estaba en camino hacia el país invadido, valorada en unos 1.000 millones de dólares, y esta mañana el director de la CIA, John Ratcliffe, ha confirmado en una entrevista a la cadena Fox Business que el abandono de Ucrania también concierne a las operaciones de inteligencia. Tras la discusión con Zelenski, “el presidente tenía verdaderas dudas acerca de que estuviera comprometido con el proceso de paz, y dijo que parásemos”, ha asegurado.
Sin embargo, después del mensaje publicado el martes por el ucraniano en sus redes sociales, en el que lamentó lo ocurrido en su reunión bilateral y dijo estar “dispuesto a trabajar bajo el fuerte liderazgo de Trump” –y firmar el acuerdo por el que cederá a EE.UU. el 50% de la explotación de sus recursos minerales– Ratcliffe ha añadido que ese cambio de actitud podría ayudar levantar el bloqueo.
"En el frente militar y el de la inteligencia, la pausa que permitió que eso ocurriera creo que desaparecerá y volveremos a trabajar codo con codo con Ucrania, como ya hemos hecho, para dar marcha atrás en la agresión, pero también para que el mundo esté en una mejor posición para que avancen esas negociaciones”, ha añadido, confirmando que la congelación de la asistencia formaba parte de una estrategia de presión.
Rusia ataca Odesa con drones y un misil y mata a un hombre de 77 años
Rusia volvió a atacar la región ucraniana de Odesa con drones y un misil balístico en un nuevo bombardeo contra esta zona costera de Ucrania que se cobró la vida de un hombre de 77 años, según informó el gobernador de la región, Oleg Kiper, en las redes sociales.El ataque provocó daños en infraestructuras críticas y dejó sin electricidad, agua y calefacción a una parte de la ciudad de Odesa, capital regional.
Los fragmentos de los drones rusos derribados por las defensas ucranianas causaron desperfectos en varias viviendas de las afueras de Odesa.Según explicó Kiper, el misil impactó en un sanatorio que estaba vacío. El edificio quedó completamente destruido.
El asesor de Seguridad Nacional de Trump, Mike Waltz, ha confirmado que la Casa Blanca busca dar “un paso atrás” en su relación con Ucrania para replantear los pasos futuros. “Creo que si logramos concretar las negociaciones y avanzar en ellas, y además ponemos sobre la mesa medidas de fomento de la confianza, el presidente evaluará detenidamente levantar esta pausa”, ha declarado.
No está claro alcance de la medida ni cuándo comenzó a aplicarse, pero incluye la interrupción de suministro de datos de objetivos que las agencias de espionaje estadounidenses comparten con Kyiv para que pueda lanzar bombardeos y drones de largo alcance –en su mayoría, armas estadounidenses fabricadas en Ucrania– contra objetivos rusos, según informaron funcionarios ucranianos. La suspensión ha sido inmediata y algunos de los operadores de misiles ucranianos aseguran a The Washington Post que ya no están recibiendo la información necesaria para alcanzar objetivos dentro de Rusia.
Los análisis de expertos en asuntos de estrategia militar difieren en las consecuencias que podría tener la congelación de inteligencia para la autodefensa ucraniana. Por ejemplo, un objetivo habitual de sus ataques con dron son las refinerías de petróleo, cuya ubicación no cambia y el ejército ucraniano ya las tiene localizadas. Además, según las informaciones de medios estadounidenses y ucranianos, la interrupción tan solo afectaría a los objetivos en suelo ruso, pero no en el ucraniano, por lo que la agencia estatal ucraniana, Ukrinform, seguirá teniendo datos del avance de las tropas en su territorio.
Greg Bagwell, ex oficial de la RAF
“Es inconcebible que esto se utilice como táctica para arrastrar a la parte inocente a la mesa de negociaciones”
Sin embargo, un ex oficial de la Real Fuerza Aérea británica, Greg Bagwell, prevé consecuencias catastróficas por esta acción de Washington. “La retención de la ayuda ya era bastante mala, pero detener la inteligencia costará vidas ucranianas”, ha lamentado. “Es inconcebible que esto se utilice como táctica para arrastrar a la parte inocente a la mesa de negociaciones. Compartir inteligencia no cuesta nada, así que esto es totalmente vengativo y manipulador”.
La decisión se tomó antes del primer discurso de Trump ante una sesión conjunta del Congreso en este segundo mandato, el martes por la noche. Ahí, el presidente aseguró que había recibido “una carta importante” de Zelenski en la que aseguraba que “Ucrania está lista para sentarse a la mesa de negociaciones lo antes posible para acercar una paz duradera”. Es el mismo contenido de la publicación en redes sociales de Zelenski durante la mañana, pero el presidente afirmó que la había recibido también en formato epistolar: “Aprecio que haya enviado esta carta, la recibí hace poco”.
El republicano, que mostró un tono conciliador con Zelenski por primera vez desde su discusión en el despacho oval, también dijo que había tenido “conversaciones serias” con Moscú y había recibido “fuertes señales de que están listos para la paz”. Tras el cambio de postura Zelenski, varios medios estadounidenses señalan que pronto firmará con Trump el acuerdo por el que EE.UU. obtendrá derechos de explotación de la mitad de las tierras raras en suelo ucraniano, su gas natural y sus yacimientos de petróleo.
Pero no está claro hasta qué punto eso implicará que vuelva a fluir la asistencia militar y el suministro de información de inteligencia. Zelenski pedía inicialmente “garantías de seguridad” por parte de Washington tras la hipotética firma de una tregua con Rusia, pero en su mensaje a través de las redes sociales pareció rebajar esa exigencia, cuando afirmó que “consideramos este acuerdo como un paso hacia una mayor seguridad”. Es decir, compró la tesis de Trump de que el hecho que los estadounidenses exploten sus tierras raras servirá para ahuyentar a Rusia de un ataque.
Esta tarde, Andriy Yermak, el jefe de gabinete de Zelenski, dijo que él y el asesor de seguridad nacional estadounidense, Mike Waltz, habían “discutido los próximos pasos hacia una paz justa y duradera” y programado una reunión entre ambas partes en el futuro próximo para “continuar este importante trabajo”. Los ucranianos temen que una paz apresurada con Rusia implique la cesión de su territorio invadido, pero comienzan a asumir que quizás ese sea el único camino hacia la paz.