bet365

Nada nuevo bajo el sol desde Pitágoras

Baúl de bulos

Uno acaba con la sensación de saber más sobre la vida y milagros del filósofo que sobre el día a día de nuestros escurridizos y mentirosos gobernantes

Nada nuevo bajo el sol

Nada nuevo bajo el sol

Martin Tognola

Se supone que lo que más anhela un criminal buscado por la ley es esfumarse, desaparecer, borrar sus huelas, fundirse en una nueva identidad capaz de despistar a sus perseguidores. Ahora bien, tarea fácil no es, sobre todo en el siglo XXI, el nuestro, que funciona a años luz de los investigadores de la agencia de detectives Pinkerton.

Aun así, parece mentira que los todopoderosos Estados Unidos de América, con sus sofisticados sistemas de vigilancia última generación, satélites, redes de espías y millonarias (en dólares) ofertas de recompensa por cualquier información sobre el paradero de Bin Laden, el criminal más buscado del mundo, tardaran casi diez años en dar con el cerebro del 11-S, esos inesperados ataques terroristas al corazón del poder americano -militar, político, financiero…-, sin que éstos contaran con fuerzas armadas propias, pues no eran más que un puñado de fanáticos que sin embargo, con sus acciones, cambiaron el rumbo de la historia. Ocurrió bajo la presidencia de Obama.

Realmente cuesta creer que tanto tardaron en darle caza. Malvivía en una aldea de Pakistán visionado películas porno, según nos contaron sus captores y asesinos. Sus restos fueron arrojados al mar. Fin de la historia. O no. Quizás se publiquen dentro de unos cuantos años documentos secretos sobre este oscuro asunto.

Se acaban de desclasificar, al cabo de 60 años, miles de documentos sobre el asesinato del presidente John Fitzgerald Kennedy (JFK), pero, por ahora, pese a los esfuerzos de Oliver Stone, sólo para confirmar que, tal como se venía creyendo, el que apretó el gatillo fue un tal Lee Harvey Oswald, que dos días después fue abatido a tiros por Jack Ruby, un estrafalario tipo surgido de los bajos fondos regidos por la mafia. Y éste la palmó antes de que pudiera cantar, dejando el campo libre a toda clase de hipótesis conspiratorias.

Trump ha vuelto en plan divinidad resurrecta kitsch

A veces, es su ausencia lo que convierte a un personaje en villano o en una leyenda. Bien lo sabía Pitágoras. Al llegar a Crotona, en Italia, el filósofo griego hizo construir un zulo subterráneo en la casa de su madre, a quien ordenó tomara nota durante su confinamiento de lo que pasaba y en qué momento y que lo hiciera saber. Al cabo de un tiempo, reapareció Pitágoras con un aspecto consumido y esquelético. Se presentó a la asamblea, y dijo que había vuelto de Hades, sólo para a continuación relatarles con toda clase de detalles cuanto había sucedido durante su ausencia. Asombrados los presentes, llegaron a creer que era un ser divino.

La vuelta de Trump a la Casa Blanca, asalto al Capitolio mediante, al cabo de la inconveniente y discutida presidencia de Joe Biden, reúne ciertos paralelismos con el ardid de Pitágoras, como también con los cuarenta días que pasó Jesucristo en el desierto resistiéndose a las tentaciones que le tendía el mismísimo diablo, o los tres días transcurridos entre su muerte en la cruz y su resurrección. Y es que Trump ha vuelto en plan divinidad resurrecta kitsch. Como Putin, que dejó que gobernara su títore Dimitri Medvedev entre 2008 y 2012, mientras se las ingeniaba no sólo para volver al poder, sino para perpetuarse en él.

Lee también

Hace tan sólo un año, en el mes de abril del 2024, aunque parezca una eternidad, el presidente Pedro Sánchez, con el agua al cuello, y no sólo por cuestiones de Estado, se permitió cinco días de reflexión, al cabo de los cuales reapareció convertido para algunos en divinidad y para otros en execrable villano.

Quizás haga falta que pasen 60 años antes de saber toda la verdad sobre el paradero de Carlos Mazón

Ahora resulta que quizás haga falta que pasen 60 años antes de saber toda la verdad sobre el paradero de Carlos Mazón antes, durante y después de la dana que asoló Valencia mientras el president comía en un restaurante con una periodista.

En fin, uno acaba con la sensación de saber más sobre la vida y milagros de Pitágoras que sobre el día a día de nuestros escurridizos y mentirosos gobernantes.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...