El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegará el próximo martes a Oriente Medio, en su segundo viaje internacional tras el funeral del papa Francisco, con un regalo para sus aliados árabes de la región. En un nuevo paso por dejar su huella en el mundo, cambiará la nomenclatura oficial del golfo Pérsico por “golfo de Arabia”, un movimiento simbólico que no ha gustado entre las autoridades iraníes, que ya lo han denunciado como un acto “hostil”.
La noticia ha sido avanzada por la agenciaAssociated Press citando a dos fuentes anónimas de la Administración, después de que ayer Trump dijera que hará un “anuncio muy grande” antes de su visita oficial a Arabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, una gira que comienza el próximo martes y se alargará hasta el viernes 16. “Será uno de los anuncios más importantes que se han hecho en muchos años sobre un tema determinado, muy importante”, anunció el presidente durante su reunión con el primer ministro canadiense, Mark Carney, en el despacho oval.
Trump se reunirá en Oriente Medio con autoridades deArabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes Unidos
“El nombre de golfo Pérsico, como muchas denominaciones geográficas, está profundamente arraigado en la historia de la humanidad”, ha recordado el ministro de exteriores iraní, Seyed Abbas Araghchi. “á nunca se ha opuesto al uso de nombres como Mar de Omán, Océano Índico, Mar Arábigo o Mar Rojo. El uso de estos nombres no implica la propiedad de ninguna nación en particular, sino que refleja un respeto compartido por el patrimonio colectivo de la humanidad”.
“Por el contrario, los intentos políticamente motivados de alterar el nombre históricamente establecido del Golfo Pérsico son indicativos de una intención hostil hacia á y su pueblo, y son firmemente condenados. Tales acciones tendenciosas son una afrenta para todos los iraníes, independientemente de su origen o lugar de residencia”, ha añadido el ministro de exteriores de á.
El golfo Pérsico ha sido reconocido como tal a nivel internacional desde el siglo XVI, aunque varios países árabes de la región se refieren a él como “golfo de Arabia”. El Pentágono ha usado durante años ambos nombres en sus comunicados e imágenes publicadas, aunque oficialmente EE.UU. sigue llamándolo “golfo Pérsico”, al igual que la Organización Hidrográfica Internacional (OHI), de la que es un Estado miembro.
EE.UU. está en su derecho de llamar unilateralmente como quiera a las distintas denominaciones geográficas, como ya hizo Trump el primer día de su mandato, cuando renombró el golfo de México por “golfo de América” o el monte Denali, la montaña más alta de Norteamérica, como “monte McKinley”. Sin embargo, este tipo de cambios pueden generarle un conflicto diplomático, especialmente cuando se encuentra en medio de unas importantes negociaciones sobre el programa nuclear iraní.
“Estoy seguro de que Donald Trump es consciente de que el nombre Golfo Pérsico tiene siglos de antigüedad y está reconocido por todos los cartógrafos y organismos internacionales, e incluso fue utilizado por todos los líderes de la región en sus comunicaciones oficiales hasta una fecha tan reciente como la década de 1960”, ha recordado el ministro de exteriores iraní. “Cualquier paso miope en este sentido no tendrá ninguna validez o efecto legal o geográfico, sólo traerá la ira de todos los iraníes de todos los ámbitos de la vida y la opinión política en á, los EE.UU. y en todo el mundo”.
El primer viaje oficial de Trump a Oriente Medio llega en un momento clave para la región. Más allá de las negociaciones en marcha sobre el programa nuclear iraní, que el presidente ha dicho que quiere desmantelar mediante un acuerdo (y ha amenazado con catastróficas consecuencias si no se logra), la guerra de Israel en Gaza ha adquirido una nueva dimensión después de que el primer ministro Beniamin Netanyahu haya aprobado un plan para “conquistar” la totalidad de Gaza y desplazar permanentemente a su población hacia el sur, lo que sería considerado un crimen de guerra.
Este plan sucede al anuncio de Trump en febrero, tras su reunión con Netanyahu, que EE.UU. "tomará el control" de Gaza y desplazará para siempre a los palestinos para convertir el enclave en la “Riviera de Oriente Medio”. Reuters informa hoy en exclusiva que la Casa Blanca está discutiendo con Tel Aviv la posibilidad de que Washington lidere una administración temporal de Gaza tras la guerra. Esta propuesta sería similar a la Autoridad Provisional de la Coalición en Irak que EE.UU. estableció en 2003, poco después de la invasión estadounidense que derrocó a Saddam Hussein.
En Arabia Saudí, Trump se reunirá el miércoles con el príncipe Mohammed Bin Salman y participará en una cumbre con los demás líderes del Consejo de Cooperación del Golfo: Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Kuwait, Omán y Qatar. El jueves, viajará a Doha para reunirse con el emir de Qatar, Sheikh, Tamim al-Thani, y luego visitará Abu Dhabi para reunirse con el presidente de Emiratos, Mohammed Bin Zayed.
Durante estos encuentros, Trump tratará de buscar acuerdos relacionados con inversiones energéticas, así como con la venta de armas y cooperación en otros aspectos como la inteligencia artificial. También buscará acercar posturas entre los países árabes e Israel, una empresa que ya inició durante su primer mandato mediante los acuerdos de Abraham, con los que Bahréin, Emiratos, Marruecos y Sudán normalizaron relaciones con Israel. Pero su masacre de palestinos como venganza por el ataque de Hamás el 7 de octubre del 2023 ha distanciado de nuevo a estos países con Tel Aviv.