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Gabriel Ferraté: Una figura poliédrica y un legado vivo

Mireia Ferraté

Según su hija, uno de los valores que le transmitió fue hacer las cosas con máxima dedicación, sin importar la magnitud del proyecto.

El periodista Albert Om, presentador del acto, con la hija de Gabriel Ferraté, Mireia Ferraté.

El periodista Albert Om, presentador del acto, con la hija de Gabriel Ferraté, Mireia Ferraté.

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Mireia Ferraté, hija del reconocido Gabriel Ferraté, ha compartido en una entrevista momentos íntimos y reflexiones sobre la vida y obra de su padre, destacando su personalidad única y el impacto que tuvo en diversos ámbitos. Gabriel Ferraté, ingeniero, rector de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y figura pública destacada, se presenta como un hombre apasionado, metódico y creativo, capaz de dejar una huella imborrable tanto en su familia como en la sociedad.

Un espíritu metódico e incansable

Mireia describe a su padre como una persona obsesivamente detallista, capaz de registrar incluso los baños que tomaba o su peso antes y después de una actividad. Esta meticulosidad era propia de su espíritu creativo, que se manifestaba tanto en el ámbito académico como en los pequeños detalles cotidianos. Ferraté era conocido por dormir apenas tres horas al día, dedicando el resto del tiempo a trabajar con una pasión desbordante. Según Mireia, este enfoque hacia la excelencia es uno de los valores más importantes que le transmitió: hacer las cosas con máxima dedicación, sin importar la magnitud del proyecto.

El coleccionismo: un vínculo familiar

Un aspecto fascinante del legado personal de Gabriel Ferraté es su afición por el coleccionismo. Mireia explica cómo esta pasión también influyó en ella, especialmente con las muñecas mecánicas que él reparaba con precisión. Esta actividad reflejaba no solo su talento técnico sino también su interés por preservar objetos cargados de historia y significado. La colección de Ferraté llegó a ser tan importante que parte de ella fue donada para su conservación.

Una figura pública con un lado íntimo

Aunque era una figura pública destacada, Mireia subraya que Gabriel Ferraté tenía una faceta familiar muy diferente. En casa era menos imponente que en el ámbito profesional, pero mantenía la misma exigencia por hacer las cosas bien. Esta dualidad entre el padre íntimo y el líder público es uno de los aspectos más interesantes de su personalidad poliédrica.

Un homenaje que perdura

La entrevista también refleja la emoción de Mireia ante los homenajes recibidos por su padre, tanto en vida como después de su fallecimiento. La familia valora especialmente estos reconocimientos como oportunidades para reconectar con personas que compartieron experiencias con él y descubrir nuevas perspectivas sobre su figura. Estos actos no solo celebran el legado de Gabriel Ferraté, sino que también mantienen viva su memoria a través de las generaciones.

En definitiva, Gabriel Ferraté se revela como una figura compleja pero inspiradora, capaz de combinar rigor académico, creatividad artística y un profundo amor por la familia. Su vida es un ejemplo de excelencia y pasión que continúa marcando a quienes tuvieron el privilegio de conocerlo.

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